Los viajes de los ricos y famosos en medio de la cuarentena generaron mucha controversia pública. Si bien no hay restricciones para salir del país y si la empresa cumple con los requisitos, se autoriza el vuelo, los datos muestran un gran movimiento de aquéllos que tienen plata para pagarlo. Los del aeropuerto de San Fernando superaron, por lejos y por primera vez, a los de Ezeiza básicamente porque desde allí sale la mayor cantidad de aeronaves privadas. Se dividen entre vuelos comerciales, privados, sanitarios y de entrenamiento.
La tendencia es marcada. Sólo en junio, San Fernando duplicó – y un poquito más – al aeropuerto internacional de Ezeiza con 1.356 movimientos (aterrizajes y despegues que pueden ser de naves distintas o de la misma) frente a 619. En quinto lugar, Aeroparque, que también concentra parte de los vuelos privados aunque en menor medida, con 494.
Por supuesto, con la cuarentena todos los movimientos se vieron reducidos. Pero, frente a Ezeiza, San Fernando está en una suerte de paraíso. En comparación a junio del año pasado, cayó en un 54% contra el 91% del que tiene su ingreso sobre la autopista Ricchieri.
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Los vuelos se dividen entre comerciales – taxis aéreos – con cerca del 30% de los movimientos; los privados – que agrupan a los realizados en jets privados, como fue en los casos más controvertidos de los últimos tiempos, además de aviación deportiva, con el 45% – y los sanitarios o de entrenamiento con el otro 25% aproximado. En el aeroparque Jorge Newbery, los comerciales rozan el 70%, según pudo saber El Destape.
El sospechoso viaje del expresidente Mauricio Macri a Paraguay reavivó la polémica. Rompió la cuarentena para movilizarse desde su casa hasta el aeropuerto de San Fernando, donde tomó un jet privado y voló al país vecino en la aeronave de una compañía señalada por el tráfico de cigarrillos. Pero la lista es amplia. Su hermano del alma, Nicolás Caputo, partió a las apuradas a La Florida, en Estados Unidos, a fines de mayo, también en un vuelo privado, como reveló El Destape.
También lo hizo Agustina Macri, la hija del hombre PRO, el 13 de mayo y San Fernando fue el destino al que arribó Rodrigo Sbarra, el descuidado exfuncionario de Cambiemos que olvidó un sobre con diez mil dólares en su oficina al abandonar el cargo. Lo hizo desde Florida, en otro vuelo privado. Este tipo de viajes cuestan un poco más de US$ 100.000. Todos sumados al de Susana Giménez a Uruguay, que desató el escándalo.
Desde la ANAC reiteraron a El Destape que no hay restricciones para tomar un vuelo y salir del país, siempre y cuando la compañía aérea cumpla con las condiciones y obtenga la autorización. La traba podría estar al volver, momento en que deberán cumplir una cuarentena estricta de 14 días y abandonar la posibilidad de una repatriación en manos del Estado.