El final de esta etapa de la cuarentena traerá consigo la reanudación de las sesiones en el Congreso nacional. Después del alto el fuego ensayado el lunes con representantes parlamentarios de la oposición, el gobierno buscará avanzar con su agenda legislativa, que incluye las primeras iniciativas enmarcadas en el plan de reactivación de la economía. Otros proyectos deberán esperar y algunos quedarán por el camino.
Tres leyes vinculadas con la economía llegarán al recinto de la cámara baja el miércoles que viene para conseguir media sanción, si el oficialismo no encuentra sorpresas. Lo pidió especialmente el presidente Alberto Fernández en su diálogo institucional con la oposición y consiguió el compromiso de los gobernadores. Se trata de la moratoria fiscal, la prórroga del presupuesto y la reestructuración de la deuda bajo ley argentina.
Las tres deberían tener un paso expeditivo por la Cámara baja para que el Senado las apruebe antes de fin de mes, según los planes del gobierno. Antes, la Cámara alta sesionará para transformar en ley la Campaña Nacional para donación de Plasma. Otros proyectos que llegan con media sanción de Diputados, como Teletrabajo y Economía del Conocimiento, están trabados por intenso lobby empresario y diferencias en el bloque oficialista.
También pueden hacerse un lugar en las próximas sesiones para otras iniciativas que están avanzando en comisiones, como una ley de Promoción del Turismo, la iniciativa contra el Vandalismo Rural del presidente de la cámara Sergio Massa y otra de Educación Ambiental promovida por Graciela Camaño, en la cámara baja; y un proyecto contra la “pornovenganza” y la creación del Fondo Nacional de Defensa, en el Senado.
MÁS INFO
El mes que viene, aseguran en el gobierno, puede ser el turno de la postergada reforma judicial junto a su consejo de notables. Otro consejo, el Económico y Social, también se creará mediante una ley que, si no cambian de nuevo los planes, podría discutirse antes del final del invierno. Son iniciativas que despertarán más debate. La discusión sobre la factibilidad de tratarlas de forma virtual no está saldada, ni siquiera en el Frente de Todos.
Hay otras cuestiones que, por ahora, no tienen fecha ni urgencia y duermen el sueño de los justos en cajones del palacio legislativo. Allí, por ahora, reside la anulación del DNU de Mauricio Macri que trasladó la oficina de escuchas judiciales a la Corte Suprema, que ya fue votada en el Senado pero, por ahora, no se tratará en la cámara baja. La auditoría que dispuso el Congreso sobre ese antro funciona como un sucedáneo, mientras tanto.
Idéntica suerte corre la creación de la comisión bicameral para investigar los desmanejos de fondos públicos prestados a Vicentín antes de la debacle. Con media sanción, no está en el horizonte de Massa completar el trámite. La expropiación de la cerealera sigue, también, en suspenso. El Presidente mencionó el tema en su videollamada con la oposición y advirtió que si fallan otros planes, insistirá con la vía legislativa.
Los impulsores de la contribución por única vez de las 11 mil familias más ricas del país a las arcas públicas en el marco de la pandemia siguen a la espera del momento adecuado para presentar el texto. Después de varios amagues, no tiene una fecha tentativa pero sí una condición: llegará al Congreso solamente después de que concluyan las negociaciones con los acreedores externos. Y sentará las bases para discutir, después, la reforma tributaria.
Por último, el proyecto de Interrupción Legal del Embarazo, que iba a discutirse en marzo, está listo y esperando la decisión política para avanzar. Se encuentra postergado, como todo, por la pandemia, pero el Presidente no quiere demorar mucho más el asunto. No lo hará, sin embargo, hasta que el sistema de votación virtual no se encuentre totalmente aceitado, por la sensibilidad de las cuestiones que se pondrán en juego ese día.