El viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, aseguró que la pandemia "no pasó" y criticó el mensaje contradictorio de la "política y los medios" de comunicación dejando solos a los médicos". El funcionario sostuvo que no es momento para realizar aperturas de comercios en medio de la pandemia del coronavirus.
Al respecto, el funcionario advirtió que "hay camas para atender a los pacientes del coronavirus", pero dijo que en la provincia se está "trabajando al 150% de la capacidad de trabajo habitual". El funcionario expresó que antes de la pandemia había 860 camas, que pasaron a tener 2130 y hay 1300 ocupadas.
En una entrevista con El Destape Radio, Kreplak remarcó que "los trabajadores de la salud están cansados", pero que "sienten que están solos porque la política y los medios dicen que esto ya pasó". "Estamos ante un tremendo esfuerzo de los trabajadores de salud, que ya no pueden más, que se enferman y la calidad ya no va a ser la misma", agregó.
El funcionario apuntó contra las aperturas que se permitieron en la Ciudad de Buenos Aires, donde el gobierno nacional aprobó la apertura de bares y restaurantes que podrán atender a sus clientes en las veredas, aunque no en las terrazas, ni patios internos.
"Estando en un pleno aumento del número de casos como ocurrió la semana pasada, se deciden más medidas aperturistas y sabemos por experiencia nacional e internacional que el mayor contacto entre personas aumentan los contagios. Resulta irracional", sostuvo.
En ese sentido, el funcionario aseguró: "estamos estables con más casos, lo que es raro. Y si estamos bien pero suben los casos no se explica por qué abrimos". Kreplak, además, señaló: "en la provincia tenemos suficientes trabajadores de salud, pero con un fuerte desgaste. Ahora se debe "hacer un esfuerzo para bajar la cantidad de casos".
Su madre murió en Capital sin camas de terapia intensiva
Gerardo Rossel, hijo de Norma, fallecida por COVID en el Hospital Vélez Sarsfield de la CABA relató: "El 20 de agosto mi mamá dio positivo de COVID y "en dos oportunidades dijeron que no había cama en terapia intensiva".
"El jueves le había bajado mucho la saturación de oxígeno en sangre y llamamos al SAME. El viernes a la mañana nos dijeron que estaba mejor, que tal vez le daban el alta, pero a la tarde la subieron a terapia". "El sábado a la noche nos llamaron y nos dijeron que estaba grave y que el pronóstico era malo. El domingo no dicen nada. El lunes a la mañana nos dijeron que le estaban dando oxígeno y morfina", agregó.
En declaraciones a El Destape Radio (FM 107.3), Rossel dijo: "El lunes preguntamos por un respirador y nos dijeron que la última cama de terapia intensiva se había ocupado". "Nos dijeron que podíamos pedir un traslado pero que no sabían si sobreviviría a un traslado. Después que se hizo público nos llamaron que podían ponerla en un shockroom cuando nos habían dicho que no había más respiradores. En dos oportunidades nos dijeron que no había cama en terapia intensiva".