Fuerte cruce entre Ernesto Tenembaum y Patricia Bullrich por la campaña mediática de la "liberación de presos"

El periodista cuestionó la postura de la presidenta del PRO.

30 de abril, 2020 | 20.38

El conductor Ernesto Tenembaum discutió con la ex minsitra de Seguridad Patricia Bullrich por el otorgamiento de prisiones domiciliarias convictos como medida para disminuir la posibilidad de contagio por coronavirus y la acusó de "no conocer de epidemiología" y no preocuparle "la vida de los presos".

El cruce sucedió en "Y ahora quién podrá ayudarnos?", el programa radial que conduce Tenembaum en Radio con Vos, cuando el periodista señaló que no veía en la líder del PRO una "preocupación humanitaria" en su reclamo contra las medidas que tomó la Justicia.

Bullrich no tomó nada bien la declaración y sostuvo que no le parecía "adecuada" la forma en la que le habló el conductor. No obstante, el ex Día D replicó: "No te importa la vida de los presos y no te importa el colapso que puede generar en el sistema sanitario. Eso está en tu discurso Patricia, disculpame".

"Es mentira, lo estás diciendo vos y hacete cargo de la acusación que estás haciendo", cuestionó Bullrich, al tiempo que consideró que se trata de una "política criminal para bajar la cantidad de presos" tanto del "Gobierno de la provincia como del nacional", pese a que las decisiones son tomadas por jueces.

"Con dos casos de coronavirus en las cárceles y con una pandemia controlada comenzó este proceso de liberación que generó un sentimiento de impunidad muy fuerte que cada tanto vuelve en la Argentina, y ayer el Presidente dijo 'voy para atrás'", argumentó Bullrich.

"¿Vos estás de acuerdo con que las personas que no han cometido delitos aberrantes sigan en el domicilio porque son personas de riesgo?", la inquirió Tenembaum. A lo que la ex funcionaria macrista contraatacó: "Ayer tuviste uno que lo largaron en situación de calle. ¿Cómo vas a liberar a alguien en situación de calle en medio de una pandemia? Y luego, en 20 minutos estaba robando".

La conversación derivó en una extensa discusión entre ambos:

T: No estás respondiendo la pregunta.

B: Sí, te estoy respondiendo. Te estoy diciendo que no, que la regla es no liberar. Y que la excepción tiene que ser abrir espacios como un hospital, o el penal del Magdalena, Campo de Mayo o una fábrica cerrada donde puedas armar espacios especiales para contener a las personas que están detenidas y que necesitan distanciamiento social. Si hay un caso gravísimo donde el Servicio Penitenciario no tiene lo que necesita el paciente, en ese caso sí puede ir a una clínica.

T: Entiendo tu punto de vista y estoy de acuerdo con el primer enfoque. Pero en ese punto hay un problema humanitario tremendo que no veo reflejado en tu discurso. No podés prescindir del hacinamiento en las cárceles. Incluso Michelle Bachelet que ha denunciado a Venezuela dice que hay que liberar a los presos de delitos leves. No veo tu preocupación, porque vos decís "solamente dos casos", es no conocer lo que es la epidemiología. Con dos casos en lugares como las cárceles se dispara la curva muy rápido.

B: Sé perfectamente lo que está pasando. No conozco la epidemiología y creo que tampoco vos.

T: Sí yo conozco. Lo vi en otras cárceles del mundo como en Italia, por supuesto que lo conozco.

B : No creo que conozcas tanto porque no sos epidemiólogo. Habrás leído como yo. Me lo dijiste de una manera que no me parece adecuada, como diciendo que no conozco del tema.

T: No, no te importa la vida de los presos y no te importa el colapso que puede generar en el sistema sanitario. Eso está en tu discurso Patricia, disculpame.

B: Es mentira, lo estás diciendo vos y hacete cargo de la acusación que estás haciendo.

T: Claro que me hago cargo. No te escuché en ningún momento de la entrevista tu preocupación por este tema.

B: Te lo dije desde el primer momento, que el Estado tiene que hacerse cargo de la salud de la gente. Y que en casos donde las víctimas dan el consentimiento como ha sucedido en Mendoza, entonces vos balanceás dos derechos, el derecho a la salud de la persona y el derecho al cuidado de la víctima que ha sufrido un hecho. En relación a los casos, es uno por uno, no 2700 como hizo Violini. El problema no es el tipo de delito sino la reincidencia.

En esa línea, Bullrich insistió en que "si es por una cuestión humanitaria, abramos todas las cárceles", y puntualizó: "Yo estoy planteando abrir lugares como Campo de Mayo, Magdalena, Chaco, o en la Pampa para que haya distanciamiento, liberá a los que le faltan dos meses para salir, pero las medidas tienen que pasar dos filtros: el filtro de la víctima, y el filtro de que las personas estén evaluadas de tal manera que no salgan nuevamente a la calle a generar otro daño a la sociedad. Como hizo Francia, hizo una celda por persona. Hay cárceles que tienen celdas individuales".

"Lo que no me parece bien es que me acuses de no plantear esto, parte de un prejuicio de parte tuya, porque en ningún momento dije que no haya que cuidar la vida de las personas privadas de la libertad", disparó la presidenta del PRO. Y Tenembaum retrucó: "Pero vos no podés presumir que este Gobierno esté a favor de enviar al domicilio a los presos de lesa humanidad y hay jueces que lo hacen, ya hubo veinte casos".

El enfrentamiento volvió a tensarse cuando Bullrich planteó que le parecía que la categorización "de que un preso es ideológicamente correcto y el otro es un violador es una concepción ideologista" y resaltó que estaba en contra de la liberación en ambas situaciones.

Su frase despertó la respuesta del periodista Gustavo Grabia, quien advirtió que "no se puede tomar de la misma manera un delito cometido desde el Estado que un delito individual". 

Inflexible, Bullrich volvió a cargar: "¿Cómo que no? Uno es un caso del Estado en contra de la sociedad, en el otro es la destrucción de una menor. No puedo decir que uno sea aceptado y el otro no. No se aceptan ninguna de las dos cosas. Nuestra manera de mirar la política criminal es que la sociedad y las víctimas tienen que ser los primeros protegidos. Hay una situación de pánico social". Y concluyó: "Son casos espantosos, estoy de acuerdo", concedió Tenembaum. "Bueno, entonces tienen que ir todos de nuevo adentro".