Exclusivo: las medidas que analiza la Ciudad para enfrentar el coronavirus

Construcción, comercio y más controles. La semipresencialidad podría aplicarse sólo a los últimos años del secundario.

27 de abril, 2021 | 10.50

En horas decisivas para definir nuevas restricciones para frenar la segunda ola de coronavirus, el Gobierno porteño está predispuesto a acordar medidas siempre y cuando las clases presenciales sean el último eslabón en cancelarse. Desde la calle Uspallata, en el barrio de Parque Patricios, mantienen la postura que plantearon en agosto del año pasado y que los llevó a desobedecer un Decreto de Necesidad y Urgencia y un fallo de la Justicia federal: "Las escuelas son lo primero que se abren y lo último que se cierran". Por eso, planifican otras alternativas para reducir la circulación en esta segunda ola de coronavirus, entre las cuales están la semipresencialidad educativa para los más grandes, además de la construcción y el comercio, pilares de la economía de la Capital Federal.

El cortocircuito entre el Gobierno nacional y bonaerense con el de la Capital Federal podría repararse por la urgencia de la pandemia y, diálogo mediante, volver a aceitar las conversaciones para tomar decisiones uniformes para toda la zona del AMBA. La situación es crítica, el lunes los expertos le advirtieron a Carla Vizzotti, ministra de Salud, y Santiago Cafiero, jefe de Gabinete, que el sistema sanitario está colapsado y que los profesionales están agotados. Por eso, acordaron la necesidad de mayores controles y una suerte de semáforo epidemiológico que active una serie de medidas independientemente de la voluntad política.

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La Ciudad espera una reunión para dialogar sobre las nuevas restricciones y confían en que se pondrán de acuerdo si no hay un pedido de educación virtual. En la calle Uspallata trabajan en una serie de medidas que buscarán llevar a la mesa de negociación y consensuar con Nación mientras se espera una respuesta de la Corte Suprema al amparo que interpuso el Gobierno porteño contra el DNU presidencial. Un fallo del máximo tribunal de Justicia le pondría fin a la discusión y Horacio Rodríguez Larreta no tendrá más opción que acatar, en caso de ser favorable a Alberto Fernández.

El Gobierno porteño maneja números internos que les dan confianza. Según dicen, hay máximo acompañamiento de los ciudadanos a las medidas e intransigencia de la Capital Federal pero advierten que, independientemente de eso, su postura es la misma que la de agosto del año pasado: las escuelas son lo primero que se abre y lo último que se cierra.

Las nuevas restricciones en la Ciudad 

Las medidas, aún no cerradas y en análisis, podrían abarcar la construcción en primer lugar. Según analizan, los trabajadores de ese sector provienen en mayor medida del conurbano bonaerense y utilizan el transporte público, uno de los grandes centros de aglomeración. Podrían plantear volver a activar sólo las obras a punto de terminarse o con cierto metraje cuadrado, amplio para guardar distancia social.

Por otro lado, apuntan a reforzar los controles del aforo en los negocios. El último DNU estableció que "las actividades económicas, industriales, comerciales y de servicios podrán usar como máximo el 50 por ciento de su capacidad, dice el apartado 12; que se reducirá al 30% en los lugares considerados de "alto riesgo epidemiológico y sanitario".

Eventualmente evalúan que los negocios comerciales sólo puedan atender desde la puerta, sin ingreso de clientes como ocurrió en algún momento del 2020. Una medida llamativa dado que este rubro es el núcleo de la economía porteña, pero analizan que el impacto sería menor a un cierre total.

Respecto a las clases, en medio de una propuesta nacional de una "presencialidad administrada" sólo durante algunos días de la semana, la Ciudad estaría dispuesta a aplicar un esquema semi presencial en los dos últimos años del secundario, manteniendo abiertos la primaria y el jardín de infantes.

Para sostener las medidas, argumentan que están en una meseta de casos hace once días y con el R en descenso, en 1,01 el lunes, una baja respecto al 1,12 de hace quince días. De todos modos, alertan que cualquier tipo de decisión estará atada al frío propio de esta época, factor que elevará irremediablemente los casos, y la llegada de más vacunas para avanzar con la campaña de inoculación.