Exclusivo: el 81% no quiere salir de la cuarentena y el Gobierno se prepara para el default

El lunes se habilita el 70 % de la actividad económica. El impuesto a las grandes fortunas no saldrá en sesiones virtuales. El Gobierno toma medidas por si cae en default.

09 de mayo, 2020 | 20.14

Esta semana volverá a arrancar buena parte de la actividad económica nacional, con algunas restricciones, fundamentalmente en la Provincia de Buenos Aires y en la ciudad. Se estima que la economía estará en condiciones de funcionar en un 70 por ciento de su potencial. Si bien es posible que haya marchas y contramarchas, el Gobierno tiene expectativas de que se pueda evitar un pico de contagios que obligue a retroceder: “La población está bien informada, no se utilizará el trasporte público, no se abrirán centros comerciales ni habrá clases. Es posible que Argentina logre comenzar a producir sin desbordes de contagios”, explicó un alto funcionario oficial a El Destape.

La dimensión geográfica se volvió nodal en la estrategia de flexibilización de la cuarentena. El foco central del virus es en la Ciudad de Buenos Aires, con 53 contagios cada 100 mil personas. En la provincia de Buenos Aires hay 11 contagios cada 100 mil. Por eso la provincia pidió que se restrinja el transporte público interjurisdiccional. Habrá mayores controles en las calles.  

Lejos de los deseos expresados por el establishment económico vía sus voceros mediáticos, los bonaerenses quieren mantener la cuarentena. Según el Monitor Continuo de Percepciones de Riesgo y Hogares instrumentado por el gobierno provincial, “el 81 por ciento expresó temor y nervios de salir a la calle. El 67% quiere mantener la cuarentena como está o endurecerla”.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

El territorio gobernado por Axel Kicillof tiene 1800 villas y asentamientos y sus hospitales públicos atienden a 7 millones de personas. De ahí el extremo cuidado de sus autoridades por cualquier apertura. La idea es “avanzar en producción y empleo, ir lento en comercio y no arriesgar en recreación”, señaló una fuente oficial de la provincia a este medio. Esta semana abrirán 477 industrias. La idea es que abran todas las que cumplan los requisitos sanitarios.

Tanto el presidente como los gobernadores fueron aceptando la idea de ir flexibilizando la cuarentena a partir de los datos económicos de abril, que dan cuenta de una caída superior al 40 % en la actividad económica. Si eso se mantiene 3 meses se pierden millones de empleos.

Producir riqueza y arriesgar un poco más para sostener el sistema

La industria manufacturera abrirá casi en su totalidad en los próximos días, en tanto cumplan con los nuevos parámetros de producción: ninguna empresa puede abrir si no garantiza el transporte a sus trabajadores. El transporte público se seguirá utilizando solo para actividades esenciales. Deberán realizar controles sanitarios, como el registro de temperaturas y adecuar los edificios. Muchas ya están instalando una suerte de pedales que reemplazan a las manijas para abrir las puertas. La mayoría está comenzando con su personal más joven y más cercano.

Aunque la actividad potencial será del 70%, es muy factible que termine siendo menor ya que muchas actividades no tienen demanda, fundamentalmente por las restricciones a la vida social. No se esperan ventas de indumentaria ni calzado ni de vehículos, entre tantos otros. Por otra parte, en algunos casos se dificulta la comercialización. En Mar del Plata se puede comprar ropa, pero no probársela: hay que llevarla y en todo caso devolverla. Otros sectores no abrirán por mucho tiempo, como la actividad turística y gastronómica. En síntesis, aún en el mejor de los casos en el que no haya que volver a una cuarentena estricta, la actividad económica será acotada hasta que exista una vacuna.

Así, la planificación económica y la sustentabilidad política y social de un esquema tan endeble, aún en el exitoso caso argentino, se vuelve una incógnita.

A pesar de la apertura, el gobierno pagará el 50% se los salarios de las empresas, también en mayo. El temor a la emisión disminuye al ritmo de la inflación. En abril el Indec registró un índice del 1%. Lo que más subió fue el rubro alimentos, un 2%. Muy marcado por el incremento de frutas y hortalizas.

Impuesto a las grandes fortunas

En el mejor de los casos, si no hay que volver atrás con la flexibilización de la cuarentena ni se cae en default, la economía caerá más de un 10 % este año. La recaudación caerá más aún, la torta para repartir será magra. La idea de cobrar un impuesto por única vez a los 11 mil más ricos es más que razonable. Pero no se espera que se trate en el Congreso en tanto las sesiones sigan siendo virtuales. Lo que piensan en el Frente de Todos es que es un proyecto que damandará 12 o más horas de sesión, sin la seguridad de que funcione bien el sistema, con una gran presión mediática sobre los actores de la oposición, que sería ensuciada en un trámite virtual. La idea es esperar a que se pueda tratar en el recinto.

El Gobierno no quiere un default, pero se prepara para afrontarlo

La aceptación de la oferta fue menor de la esperada: menos del 20%. En el mercado afirman que las posiciones están muy alejadas y que Martín Guzmán no les habla. Quienes piensan que el escollo es el ministro, piden la intervención de Sergio Massa en la negociación. Hay consenso en todos los integrantes importantes del Frente de gobierno en hacer lo posible por no caer en default. El tema es que una oferta que no sea sustentable sin un mayor ajuste sumaría mayor presión a la situación social. Por otro lado el default también tiene consecuencias. La más clara es el salto que podría generarse en los tipos de cambio no oficiales. Hoy el dólar Contado con Liquidación marca el precio de importantes insumos de la economía, fundamentalmente en el hoy sensible mercado de alimentos. Por eso el presidente dio la orden al Banco Central de trabajar en ese mercado y al Ministerio de Desarrollo productivo de subir la presión sobre los formadores de precios. “No sería un default festejado como el de Adolfo Rodríguez Saa, en todo caso será el rechazo a una oferta acompañada por toda la comunidad internacional”, señaló una alta fuente oficial a este medio.