La emergencia sanitaria derivada de la pandemia de coronavirus desnudó varios problemas del sistema de salud de Entre Ríos. El primero fue la escasa ampliación que tuvo en los últimos años, que se subsanó -en parte- con la puesta a disposición de camas con respiradores en el Hospital de la Baxada de Paraná. En un 90% finalizado pero nunca concluido, el edificio fue rápidamente acondicionado para recibir a pacientes positivos. A ello se le sumaron otras acciones implementadas por el Ministerio de Salud en el territorio provincial, con el objeto de que soporte el nivel de demanda en el pico de la pandemia. Y si bien lo hizo, el recurso humano sufrió un desgaste muy grande: personal cansado, un stress propio de estar en la primera línea de fuego todo el día y una remuneración que resulta muy baja para el costo de vida actual, generaron un combo que hoy tiene al personal sanitario sumamente disconforme con sus actuales condiciones laborales.
Los enfermeros del Hospital "Justo José de Urquiza" de Concepción del Uruguay -nosocomio de referencia no sólo en la localidad, sino que en varios departamentos cercanos- vienen llevando adelante medidas de fuerza con el objeto de hacer visible su reclamo. Son 185 agentes, que en octubre estipularon dos días de paro, que fueron desactivados por una conciliación obligatoria. No obstante, los reclamos continuaron, no sólo con asambleas, sino que también con acciones directas, como una caminata llevada adelante la semana pasada para manifestar la ausencia de respuestas por parte del Estado que comanda Gustavo Bordet
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"Pedimos una recomposición salarial, la devolución de francos adeudados y el tratamiento urgente de la Ley de Enfermería, que está freezada desde 2017. Fue presentada, se le hicieron modificaciones y nos prometieron tratarla, pero no lo han hecho" expresó a El Destape, Carina Barbará, licenciada en Enfermería y supervisora del mencionado hospital. Y agregó: "Nosotros teníamos el compromiso de la vicegobernadora -Laura Stratta- de que la norma iba a tratarse. Pero nunca fue debatida. Armamos incluso un documento, que lo presentamos, y fue inútil".
Hoy un salario de bolsillo es, en promedio, de 40 mil pesos, trabajando 8 horas al día, 40 semanales y 160 mensuales: "La mayoría tiene otro empleo, sino tienen que ir hasta a tres trabajos distintos. En todo 2020 no tuvimos aumentos, excepto el que nos dieron por decreto de cuatro mil pesos, que en el recibo es poco más de tres mil". En efecto, en todo lo que va del año el Gobierno no ha llamado a paritarias. Por ese motivo los gremios estatales y docentes vienen llevando adelante reclamos reiterados, por el momento sin eco en la Casa Gris.
"Esto ya no es sólo a nivel de los enfermeros, es transversal a todo el sistema sanitario. Hoy los reclamos nos unen a trabajadores de Maestranza, a administrativos y a otros profesionales del sistema sanitario con los mismos problemas. Uno de los principales sigue siendo el pase a planta permanente. Hace años que empleados del hospital están contratados, con condiciones irregulares" resaltó Barbará.
Los contagios durante la pandemia fueron también un problema recurrente: "Fueron varios, aunque vale aclarar que desde un primer momento tuvimos todos los elementos de bioseguridad a disposición. Asimismo, nosotros sentimos que desde el Estado no hubo acompañamiento. El reconocimiento es siempre verbal, pero no se crearon los espacios de discusión ni para plantear reclamos. Cuando el gobernador -Gustavo Bordet- vino a la ciudad, le presentamos un petitorio. No obtuvimos respuesta alguna. No nos sentimos acompañados y pedimos un gesto político. Han sido meses duros y sabemos que puede seguir siendo así por un tiempo más".
El Hospital Materno Infantil San Roque es el nosocomio pediátrico de referencia en la provincia. Allí también se registró personal infectado, aunque la demanda en el invierno, por la menor circulación, haya disminuido en relación a años previos. Cintia Ciarlo, trabajadora del área de Contrarreferencia en Obstetricia de la institución, señaló que ha habido una mejora de las condiciones de bioseguridad, especialmente luego de reclamos del personal al respecto. Sin embargo, en lo salarial, el escenario es distinto: “Son sueldos muy bajos. Y al contrario de lo que ha sucedido en otros años, no hay novedades desde lo sindical en relación a avances en la materia”.
Como punto a favor, en las últimas semanas regresaron las licencias: “Fue un alivio, pudimos reorganizarnos y volver a descansar”.
Patricia Sanabria es supervisora de Atención Primaria del departamento de Enfermería del Hospital San Martín, centro de salud de referencia de la provincia. En diálogo con El Destape resaltó que el principal problema en la actualidad es la falta de personal: "La ausencia de recurso humano es terrible. Hay gente de licencia por la pandemia, otra con licencia por enfermedad, otra con licencia profilática y algunos ya empezaron a tomar las licencias anuales. El drama pasa porque no hay suplentes suficientes. A eso hay que sumarle que este año no hubo casi egresados de Enfermería, y los pocos que hubo se distribuyeron en toda la provincia. Los titulares tienen que tomarse licencia, están muy cansados, ha sido un año extremadamente agotador".
Sanabria recalcó que los elementos de bioseguridad están y son de calidad. Y si bien se han contestado algunos reclamos, no ha habido respuesta alguna en materia salarial: "Estamos muy decepcionados. Hicimos reclamos a través de la Asociación de Enfermería y a través de los hospitales, pero no hay eco. No sólo que no nos aumentaron, sino que hasta el bono de Nación de cinco mil pesos está atrasado y nunca sabemos cuándo lo vamos a cobrar. Vemos los informes que hace el Gobierno y siempre habla de las inversiones en Salud, pero eso en nuestro bolsillo no tiene un reflejo. A la par, el costo de la vida crece todos los días y ya no se llega a cubrir los gastos. Hoy el salario básico de un enfermero es de $12.685. En el Hospital San Martín trabajan 374.
El escenario epidemiológico -controlado, pero siempre en alerta durante la pandemia- tampoco habilita a grandes movilizaciones: "Nosotros no podemos salir como otros gremios a la calle a manifestarnos masivamente. Estamos tan ocupados en atender a los pacientes, que no es tan fácil decretar un paro o irse del trabajo a reclamar. Creímos que con esta coyuntura íbamos a ser tenidos más en cuenta. El gobernador prometió que iba a hacer algo, pero se está yendo el año y no pasa nada".
La respuesta desde el Ministerio de Salud
La ministra de Salud de la provincia, Sonia Velázquez, resaltó en contacto con El Destape que desde la cartera sanitaria se vienen acompañando todos los reclamos de los trabajadores. “Nosotros tenemos en cuenta tres aspectos, que son la seguridad física, la estabilidad emocional y el componente salarial. Están interrelacionados, si no están en sintonía aportan a un desequilibrio, más cuando pretendemos un trabajo con respuestas activas en el contexto de pandemia” indicó la funcionaria.
Velázquez detalló al respecto: “Desde un principio nos dimos todas las estrategias posibles, sobre todo en lo que tiene que ver con la organización y la capacitación. Lo primero que hicimos fue comprar insumos para que estén los kits de seguridad, a los fines de la protección del recurso humano. Hemos cuidado que cumplan con las normas de seguridad y que estén a disposición”. Luego agregó: “En cuanto a licencias, todos los trabajadores con factores de riesgo fueron respetados, hay recurso humano que desde marzo no va. Las otras licencias se fueron trabajando. Lo que pasó es que a veces faltan coberturas, por el miedo a la exposición. Hubo un temor lógico, en el contexto de pandemia. Ahora bien, por el tiempo prolongado de la pandemia, hubo licencias suspendidas por la necesidad de personal”.
En cuanto a los reclamos salariales, la ministra reconoció que faltan respuestas: “Las instancias salariales las discute el ministro de Economía con los gremios en paritarias. Este año no hubo, es cierto. Al comienzo de la pandemia, con el decreto de Emergencia Sanitaria, se aumentó el código de riesgo, pero con la inflación ha quedado licuado. Obviamente hay una deuda pendiente con el sector, porque quedó demostrado que ni la tecnología, ni la virtualidad pudieron superar la presencialidad del recurso humano de salud. Estoy convencida y me comprometo a trabajar en un nuevo plan de salud que contemple las especialidades del sistema sanitario, pensar en la formación del sistema de salud pos pandemia y poder repensar una modificación del régimen de trabajo, que además debe tener un correlato en lo salarial”.
Sobre la Ley de Enfermería, Velázquez indicó que hace poco tiempo estuvo en contacto con la senadora Nancy Miranda, quien preside la Comisión de Salud de la Cámara de Senadores, donde la norma aguarda por la media sanción que le falta: “Me manifestó que hay voluntad política de que se trate próximamente”.
“El trabajador de salud puso su fuerza emocional y su capacidad de resiliencia. Sacrificó tiempo para exponerse, y por eso creemos que de todos los sectores es el que requiere una valoración superior. Debe haber un apoyo y somos conscientes” finalizó la titular de la cartera sanitaria.