Por la pandemia del coronavirus y el consiguiente aislamiento social, se instaló la falsa dicotomía entre salud y economía. Están quienes prefieren y presionan por abrir todas las actividades y poner en riesgo a la población mientras que, desde el Gobierno, apuntan a una flexibilización paulatina y controlada para cuidar la salud de los argentinos. Una encuesta reveló que los ciudadanos apoyan la postura del Poder Ejecutivo y prefieren mantener una cuarentena estricta aunque eso impacte negativamente en los ingresos.
Poliarquía analizó esa oposición entre salud y economía, pero el resultado fue contundente. En la última semana, el 72% manifestó su deseo de continuar con la cuarentena pese a que eso pueda impactar de forma negativa en los ingresos y sólo el 18% optó por abrir las actividades aunque eso conlleve más infecciones.
Si bien el porcentaje de ciudadanos que priorizó la salud se redujo un poco desde que comenzó el aislamiento (84%), en los últimos días volvió a subir (del 68% del 1 al 7 de mayo al 72% de la última semana). Ésto se explica por el crecimiento de los casos, sobre todo en el AMBA, y la proximidad del pico de contagios.
De hecho, el 74% se mostró "muy de acuerdo" o "bastante de acuerdo" con la extensión de la cuarentena, un amplio apoyo a la decisión del Gobierno nacional.
Ésto no quiere decir que no hayan notado un impacto negativo en sus ingresos. El 73% manifestó que el coronavirus los afectó "mucho" o "bastante" en la economía personal, un promedio que se mantiene desde el inicio de la cuarentena. Pese a ello, decidieron priorizar la salud.