Poco después de que el presidente Alberto Fernández anunciara un nuevo decreto profundizando las medidas de cuidado, el Senado dio media sanción al proyecto de ley que fijará los parámetros sanitarios para establecer restricciones ante la segunda ola de coronavirus luego del 11 de junio. Al proyecto enviado por el Poder Ejecutivo se le introdujeron una importante cantidad de modificaciones destinadas a atender las observaciones planteadas por juristas y legisladores de partidos provinciales. Por ejemplo, mantiene como principio la continuidad de las clases presenciales y establece su suspensión sólo en casos de alerta epidemiológica. Además, se le fijó como fecha límite a la emergencia el 31 de diciembre.
MÁS INFO
A partir de estos cambios, en el Frente de Todos aseguraban contar con lo votos para aprobarlo en Diputados pese al rechazo cerrado de Juntos por el Cambio que volvió a hablar de "superpoderes". Con el apoyo del oficialismo y del senador rionegrino Alberto Weretilneck la iniciativa obtuvo 38 votos a favor y 26 en contra con los del macrismo y del interbloque federal. "Nosotros estamos en estrategia sanitaria y ellos en estrategia electoral", sintetizó el debate el jefe del bloque del Frente de Todos, José Mayans.
El debate, principalmente virtual, se dio en otro día récord con más de 35 mil contagios y con 435 muertos. En ese contexto, los senadores del oficialismo hicieron hincapié en la alarmante situación que se encuentra el sistema sanitario ya no sólo en el AMBA sino en casi todo el país. La encargada de presentar el proyecto fue la senadora santafesina María de los Angeles Sacnun, quien interpretó que, lejos de lo que se planteaba, con este proyecto el presidente Alberto Fernández limita su poder para establecer restricciones, que hasta ahora impone a través de decretos de necesidad y urgencia.
El cordobés Carlos Caserio resaltó la actitud que sostienen algunos gobernadores -obviamente enfocó en el caso de Juan Schiaretti, con quien está enfrentado-, que pese a tener el sistema colapsado hacen de cuenta que no pasara nada. "A lo mejor se toman las decisiones mirando encuestas. Están esperando que las decisiones que no gustan las tome el Presidente", enfatizó.
Los senadores opositores soslayaron la cuestión sanitaria y se centraron en las supuestas atribuciones extraordinarias que se le estarían otorgando al jefe del Ejecutivo. Otra senadora cordobesa, la radical Laura Rodríguez Machado, llegó a decir que se convertirá al Presidente en "emperador". La neuquina Lucila Crexell no dijo una palabra de la grave situación que atraviesa su provincia, con las camas de terapia intensiva desbordadas desde hace días, y centró su mensaje en los derechos que recibiría Fernández. "Estamos muy lejos de la madurez intelectual", resumió Alfredo Luenzo, del Frente de Todos.
Ya al comando de la sesión, la vicepresidenta Cristina Kirchner cedió la palabra a "Marilín" Sacnun para que detallara, antes de la votación, todos los cambios que se le aplicarían a la iniciativa. En la semana, Sacnun había remitido a la secretaria legal y Técnica, Vilma Ibarra, una síntesis de las modificaciones planteadas a partir de las sugerencias acercadas, especialmente de parte de los bloques legislativos provinciales que podrían acompañar la propuesta en la Cámara baja. Se limó todo lo que pudiera interpretarse como detrimento de las autonomías provinciales y se trabajó en varios artículos que podían ser recurridos ante la justicia. Así, gobernadores y jefe de gobierno pasaron de ser "delegados" del Ejecutivo nacional a "agentes federales", tal como los designa la Constitución. Se reformuló la redacción del artículo referido a la suspensión de clases presenciales y se limitó la delegación de atribuciones al Ejecutivo hasta el último día del año.
Pese al rechazo de Juntos por el Cambio, los diputados cordobeses de Schiaretti y del lavagnismo, en el Frente de Todos aseguraban contar con los votos suficientes para que la ley se apruebe en Diputados. En eso habría tenido que ver los contactos que la Casa Rosada mantuvo en los últimos días con varios gobernadores en situación sanitaria crítica. Más que con los votos, los interrogantes que circulaban por el Congreso tenían que ver sobre cómo sesionarán en los próximos días dadas las nuevas restricciones anunciadas por el Presidente, pero la convicción era que conseguirían aprobarlo antes de que venza el decreto que entrará en vigencia mañana.