El ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Martín Soria, y su par en Salud, Carla Vizzotti, firmaron hoy la resolución interministerial que pone en marcha el “Plan Estratégico de Salud Integral en el Servicio Penitenciario Federal 2021-2023”.
Se trata de un programa basado en la atención primaria de la salud y que tiene por objetivo garantizar el derecho a la salud de las personas privadas de la libertad, tanto durante su permanencia en prisión como al momento del egreso.
El plan es una continuidad del programa iniciado en 2012 y pretende consolidar un modelo de cuidados integrales y progresivos para garantizar el derecho a la salud a las personas privadas de libertad.
“Después de cuatro años, y en el contexto de pandemia, se pudo volver a construir nuevamente esta política pública”, sostuvo Vizzotti, al tiempo que destacó que “fue gracias al trabajo de los equipos y el compromiso de ambos ministerios, que siguieron adelante para sostener, fortalecer y concretar este plan”.
En ese sentido, Soria también agradeció la colaboración del Ministerio de Salud y de cada uno de los integrantes de la mesa interministerial “por este plan estratégico integral que hoy estamos revalidando porque hace cuatro años atrás hablar de brindar salud en las cárceles era casi un sacrilegio”, destacó el ministro.
Meses atrás, Soria y Vizzotti habían puesto en marcha la vacunación de agentes penitenciarios, tras un acuerdo interministerial que permitió incluirlos como población estratégica y esencial. Hasta la fecha, recibieron la vacuna 11.319 agentes penitenciarios, de los 15.000 que integran el Servicio Penitenciario Federal.
De esta manera, ambas carteras siguen trabajando en mejorar la situación sanitaria en los establecimientos penitenciarios, que en el último año debieron adaptarse al contexto de la pandemia causada por el COVID-19 y que incluyó la vacunación de agentes penitenciarios.
El ministro Soria también articuló acciones junto al Ministerio de Obras Públicas, encabezado por Gabriel Katopodis, para la implementación de trece hospitales modulares. Esos hospitales, que contarán con equipamiento para la asistencia primaria en cárceles federales, se situarán en: Ezeiza, Buenos Aires (en dos complejos); Marcos Paz, Buenos Aires (en dos complejos); Güemes, Salta; Senillosa, Neuquén; Santa Rosa, La Pampa; General Roca, Río Negro; Rawson, Chubut; Resistencia, Chaco; Viedma, Río Negro; Esquel, Chubut; Colonia Pinto, Santiago del Estero. Diez de esos hospitales ya fueron adjudicados.
El plan prevé la continuidad y el fortalecimiento de los controles de salud anuales para toda la población; la formación de personas privadas de la libertad como promotores de salud; el relanzamiento de la Diplomatura de Salud en Contextos de Encierro para equipos de Salud -que fuera suspendida desde 2016-; la promoción del uso de Guías de Práctica Clínica del Ministerio de Salud para el abordaje de las enfermedades prevalentes; la consolidación de la línea telefónica de cobro revertido del Programa de Salud en Contextos de Encierro; la informatización de las historias clínicas, y la continuidad de la asistencia sanitaria al momento del egreso, entre otras.
Sobre la formación de personas privadas de la libertad como promotores de salud -un programa iniciado en 2015 en la articulación del Servicio Penitenciario Federal-, hasta el momento se formaron 1.113 promotores y promotoras, los cuales durante la pandemia fueron capacitados de manera virtual sobre recomendaciones, pautas de prevención y tratamiento sobre COVID-19 para fortalecer los cuidados de salud en estos contextos.