Desde que las autoridades bonaerenses pusieron al día las estadísticas de fallecidos por COVID-19, el gobierno porteño incrementó la carga de datos correspondientes a personas que murieron en la ciudad de Buenos Aires por la pandemia hace más de un mes. Aunque en el equipo de Horacio Rodríguez Larreta no admiten que exista una demora, y desde ese espacio político se castigó al gobernador Axel Kicillof por haber actualizado la cifra, los expertos calculan que todavía quedan por lo menos quinientos decesos sin registrar en CABA. La tasa de letalidad en la ciudad ya trepó por encima del 3 por ciento. El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, reconoció la demora en la carga.
El viernes 25 de septiembre, la provincia de Buenos Aires informó que, gracias a la triangulación de datos de tres bases diferentes, se pudo eliminar la demora en la carga de los datos de fallecidos en el SISA (el sistema unificado por el ministerio de Salud de la Nación) para poder monitorear ese dato en tiempo real. Al pasar de un sistema a otro encontraron 3523 muertes que aún no habían sido registradas. Los expertos coinciden que puede haber desacoples similares en otras jurisdicciones, sin embargo ninguna otra ha implementado hasta ahora el sistema para conocer los verdaderos números.
En ese momento, Quirós aseguró que la Ciudad tenía la cuenta de casos actualizada. Sin embargo, en los días que siguieron se incrementó el ritmo de carga de decesos de hace varias semanas, e incluso meses, que todavía no se habían ingresado en el sistema. La cantidad de fallecimientos reportados prácticamente se duplicó. Buena parte de la diferencia se explica por casos que sucedieron en el mes de julio y significan casi uno de cada cinco casos que hubo en ese mes. No hay ninguna señal en la curva de que un subregistro de esa magnitud no continúe hasta ahora.
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Hoy, Quirós reconoció la demora en la carga de los muertos por coronavirus. "Todos los países han tenido dificultades para los reportes, y Argentina no es ajeno a eso. En la Ciudad hemos incluido 100 personas que se dedican a cargar datos, que también incluye registro de PCR, confirmaciones", aseguró en diálogo con A24. "Por supuesto que en el pleno pico de la pandemia puede haber alguna demora", admitió.
Desde agosto, por caso, hasta finales del mes pasado, la cantidad de muertes reportadas en la ciudad por semana se mantenía estable, oscilando entre 315 y 399 cada siete días:
Entre el 1º y el 8 de agosto: 314 fallecidos.
Entre el 9 y el 15 de agosto: 313 fallecidos.
Entre el 16 y el 22 de agosto: 341 fallecidos.
Entre el 23 y el 29 de agosto: 333 fallecidos.
Entre el 30 de agosto y el 5 de septiembre: 369 fallecidos.
Entre el 6 y el 12 de septiembre: 399 fallecidos.
Entre el 13 y el 19 de septiembre: 315 fallecidos.
Entre el 20 y el 26 de septiembre: 351 fallecidos.
Inmediatamente después de la actualización de datos de la Provincia, pegó un salto la cifra de muertes en Ciudad: entre el 27 de septiembre y el 3 de octubre: 644 fallecidos.
Prácticamente la mitad de las muertes que se cargaron en la ciudad de Buenos Aires después del 25 de septiembre tienen más de un mes de demora. Casi 200 corresponden al mes de julio (hay un caso de abril y tres de mayo). Según explicó en su cuenta de Twitter el analista de datos Santiago Olszevicki, “al momento, y sólo con los agregados en estos últimos quince días, las muertes de julio aumentaron un 22%”. A partir de los datos cargados por provincia, distintas estimaciones calculan que una demora similar, o ligeramente inferior, para los meses de agosto y septiembre podrían significar unas 500 muertes sin reportar en CABA.
No es el número más pesimista. La Red Argentina de Investigadorxs de Salud publicó recientemente un documento en el que destaca el método aplicado por las autoridades bonaerenses y le piden al resto de las provincias y a la ciudad de Buenos Aires que adopten esa herramienta. En ese mismo informe calculan la proyección del subregistro en otros distritos, y en la ciudad de Buenos Aires podría alcanzar el 50% de los fallecidos reportados, cifra similar a la de Córdoba (60%), Mendoza (55%), Salta (56%), en tanto que en Río Negro sería del 27% y en Santa Fe llegaría al escalofriante número de 69%.
A partir de la carga de estos datos demorados, la ciudad de Buenos Aires ya tiene un índice de letalidad superior al 3%, similar al de la provincia, cuando a comienzos de agosto era de apenas el 2%. Pero este número no tiene en cuenta el subregistro de los fallecidos en territorio porteño. Una vez que se computen los casos que todavía están fuera del sistema, se calcula que la estadística pegará un nuevo salto y podría ubicarse cerca del 4%, una de las más altas del país. Por otra parte, la mortalidad porteña está en casi 1200 por millón de habitantes, al nivel de las ciudades más castigadas por el coronavirus en el planeta. En la provincia, esa cifra es de menos de 800 por millón.