Miedo, incertidumbre, zozobra, dolor, angustia. Algunas de las sensaciones de quienes atravesaron y superaron el coronavirus. Hombres y mujeres que le hicieron frente, que lograron recuperarse y hoy pueden contar cómo vivieron días que seguramente los van a marcar para toda la vida. Más que a aquellos que seguramente recordarán esta coyuntura inédita, impensada y casi de pesadilla, que cruza transversalmente a todos y cada uno de los habitantes del país y del mundo.
Fernando Miguez es periodista y trabaja en Canal Nueve Litoral de Paraná. Desde el comienzo de la pandemia se cuidó rigurosamente, siguió las instrucciones del personal sanitario y las autoridades y se dedicó sólo a ir a trabajar y volver a su casa, donde vive con su madre de 81 años. Particularmente, por ese motivo, extremó todas las precauciones. "Fui muy obsesivo con el cumplimiento. En el trabajo trataba de tener contactos indispensables. No fui a un bar, no tuve reuniones con nadie, no volví al gimnasio. Por eso, no lo esperaba. Si bien sabía que existía la posibilidad, no lo esperaba. Pero me tocó" señaló a El Destape.
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El domingo 14 de agosto Fernando empezó con los primeros síntomas: "Me levanté y no me sentía muy bien, con decaimiento, dolor de cabeza y dolor de garganta. Me comuniqué con una amiga y le consulté por lo que me estaba pasando. Me aconsejó ir a una Guardia y hacerme ver". El martes 16 finalmente fue observado y le realizaron el hisopado en el Hospital de la Baxada de la capital, dispuesto especialmente para la pandemia: "Ahí tomé conciencia por primera vez de todo. Repleto de gente, no paraban de llegar ambulancias y lo que más me impresionó fue que había muchos niños que también debían ser hisopados. Uno tiene como una idea, un imaginario. Pero la realidad es distinta, te impresiona y te preocupa".
El jueves a la noche el área de Epidemiología del Ministerio de Salud llamó a Fernando para decirle que era positivo: "Fue un baldazo de agua fría. Además, algunos síntomas, de hecho, se me habían ido. Aislé a mi madre en la casa de mi hermana, pero no paraba de pensar si estaba contagiada, que además podía contagiar a mi mamá. Tuve que organizarme y me quedé en mi departamento. Gracias a mis amigos y amigas pude pasar bien todo el proceso. Es una infraestructura que uno no se imagina, desde cómo hacerse de alimentos hasta cómo higienizar la bolsa de basura para que quien la agarre no corra riesgos".
Fernando finalmente se recuperó. Pocos días después intentó donar plasma, pero en el dosaje previo se constató que no tenía anticuerpos suficientes: "Sigo con algunos resabios, me costó mucho salir. Persiste la agitación, el dolor de cabeza de a ratos también. Hay cosas que llevan tiempo que se vayan y que cuestan que uno pueda recuperarse". "Creo que hay muchos trabajadores sanitarios muy cansados y nadie está mirando esa parte, que es muy importante. Fue una experiencia extraña, que más allá de los miedos y las secuelas, ha sido muy fuerte y productiva, porque estando solo y pasándola mal, uno reflexiona sobre cómo es la vida de todos nosotros" finalizó, a modo de análisis.
Cintia Ciarlo es trabajadora de Salud. Desarrolla sus tareas en el área de Contrarreferencia en Obstetricia del Hospital Materno Infantil “San Roque” de Paraná, el nosocomio pediátrico más grande de la capital y de referencia en su tipo en toda la provincia. Ella, junto a sus tres hijos, dieron positivo de Coronavirus, el 30 de agosto. El lunes 21 de septiembre, recibieron el alta.
“A mí el síntoma que más me molestó fue el dolor de cabeza, muy intenso, que fue difícil de transitar, porque estuvo difícil hacer reposo y recuperarme. Pero el dolor de cabeza persiste” indicó Cintia a El Destape.
En su caso, fue bueno combinar la medicina tradicional con otras prácticas, más relacionadas a una medicina natural: “Meditar me ayudó muchísimo. Hay mucho temor y la medicina aún no da respuestas, en ningún lugar del mundo. Fue importante la red de contención, de mis amigas, que fue increíble”.
“Hay personas que la pueden transitar como yo, pero hay otras que no. Pero es importante pensarlo no sólo en uno, sino que en otros que pueden estar en condición de vulnerabilidad o tener patologías de base” resaltó, como cierre, la trabajadora de salud.
Entre los rasgos más sobresalientes de la pandemia se hallan ubicados de manera preponderante los actos solidarios. Héroes anónimos, que desinteresadamente colaboran para mejorar la situación de aquellos que peor padecen la enfermedad. Es el caso de Juan Caram, un médico veterinario oriundo de Diamante que tuvo coronavirus, se recuperó y donó en cuatro ocasiones plasma convaleciente, útil para el tratamiento en pacientes graves.
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El caso de Juan, sin embargo, fu atípico. “A mediados de julio, cuando aparecían los primeros casos, decidimos cerrar la veterinaria. El 14 empecé a sentirme sin olfato. Días después me hisoparon y me dio negativo. Pero yo estaba seguro, por los síntomas, que estaba enfermo. Así que nos mantuvimos aislados con mi familia. A los 10 días aproximadamente me hice un dosaje de anticuerpos y descubrieron que efectivamente había estado infectado” relató a El Destape.
Pocos días después fue a donar plasma, y se encontró con que era el primero en toda la provincia que se sometía a una plasmaféresis, proceso a través del cual extraen sangre, la centrifugan y la devuelven al cuerpo, luego de quitar el plasma. Dicho método permite que el donante pueda, tres o cuatro días después, donar nuevamente, si el nivel de anticuerpos sigue siendo alto. “Es súper satisfactorio saber que está ayudando de verdad. Y no cuesta nada”.
Juan, al tener su propio negocio, maneja sus tiempos. Asimismo, al ver que otros pacientes recuperados también estaban interesados en donar plasma, pero no contaban con los medios necesarios, se comunicó con el municipio y contó lo que sucedía. Así, logró que el último viernes una camioneta con cinco donantes de plasma pudiera ir a Paraná a realizarse el estudio.
“Fue todo muy rápido. Al principio lo veía por TV, después me enteré de un conocido, después de un pariente y cunado quise acordar yo había tenido coronavirus. Por suerte fue bastante tranquilo. Pero por eso mismo decidí que había que ayudar, que hay que dar una mano en este momento”.
En el Hospital San Martín de Paraná ya se hicieron más de 60 extracciones de plasma convaleciente. Recuperados de Paraná, Diamante, Viale y General Ramírez, entre otras localidades, ya se acercaron a hacer su aporte solidario.
Mapa epidemiológico
Al 27 de septiembre, un total de 7.190 casos de coronavirus ya fueron confirmados en Entre Ríos. De ellos, 2875 -el 39,90%- ya se recuperó de la enfermedad, mientras que 114 pacientes -el 1,64%- falleció. En total permanecen activos unos 4.197 casos.
En la distribución por departamento, Paraná es el que más positivos presenta. Son 4.462 de los 1.703 ya se recuperaron. Paraná capital arrojó hasta el momento 3.830 casos, de los cuales 1.585 se recuperaron. En la ciudad, en la última semana, se regresó a la Fase de Distanciamiento Social Obligatorio, aunque persiste como zona de transmisión comunitaria de Covid-19. También lo hace Gualeguaychú, donde se detectaron 1.161 positivos de los 1.264 del departamento homónimo. De ellos, 755 ya fueron dados de alta.
Por cantidad de casos, siguen los departamentos Diamante -407-; Federación -200-; Concordia -132-; Uruguay -125-; Villaguay -101-; La Paz -93-; Islas del Ibicuy -89-; Gualeguay -81-; Victoria -72-; Colón -62-; Nogoyá -59-; Tala -22-; Federal -15; San Salvador 3-3 y Feliciano -3-.
Hace pocos días, el gobierno de Gustavo Bordet anunció el regreso de actividades deportivas en clubes, prevista para el jueves 1º de octubre. Será bajo la modalidad de entrenamiento técnico y físico. Seguirán prohibidas las competencias y la presencia de público. En algunas localidades, como Paraná y Chajarí, se ha extendido el horario de bares y comedores hasta la 1 de la mañana. En otras, como Concordia, se han habilitado, bajo estrictos protocolos sanitarios, algunas instancias de shows en vivo.