En horas decisivas, el Gobierno porteño terminará de delinear las nuevas restricciones junto a la provincia de Buenos Aires para frenar la segunda ola de coronavirus. Pese al mensaje de unidad, habrá diferencias: la Ciudad no tocará las clases presenciales pero sí avanzará con restricciones fuertes los fines de semana sin afectar - o buscando no afectar - la libre circulación de los ciudadanos. Durante los días hábiles también habrá medidas y no se descarta achicar el horario de funcionamiento de los comercios para evitar que la hora pico de los trabajadores se sume a la hora pico de los estudiantes.
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Las nuevas disposiciones se escribirán este jueves. Restaba saber si durante la mañana o la tarde, antes o después de conocer los números oficiales de contagios y muertes diarios. Más allá de cuál sea la cifra, desde el Gobierno porteño consideran que la situación es insostenible con estos altos niveles de positividad y concuerdan con la provincia en que es necesario tomar decisiones más fuertes.
Los fines de semana volverán a un símil fase 1 pero con libre circulación. A diferencia de lo que fue la cuarentena inicial del 2020, cuando no se podía salir a la calle más que para hacer compras esenciales o ir a trabajar en caso de ser personas exceptuadas, la idea del Gobierno porteño es permitir que las personas puedan salir a caminar o reunirse en parques en grupos pequeños.
Más allá de eso, saben que la prohibición total de la circulación sería la medida más efectiva para que haya una real baja de casos pero consideran que sería ir a contramano del humor social, del cansancio de la población que terminará indefectiblemente en un incumplimiento de las restricciones. Además, se suman la complejidad de llenar el territorio porteño de controles y vigilar hasta la más mínima acción individual, algo casi imposible. Para contrastar, el Gobierno porteño pidió que todos los equipos de gestión se vuelvan a dedicar fuertemente a la pandemia, al menos por las próximas tres semanas, con trabajo en la calle para concientizar a la ciudadanía.
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Qué pasará con las clases presenciales en la Ciudad
De todos modos, entienden que al dar un mensaje de unidad se generará un compromiso social mayor y habrá más cumplimiento. Sin embargo, la unidad no será total ya que en la Ciudad continuarán las clases presenciales. En las últimas horas analizaban la posibilidad de ir a una virtualidad total sólo para el secundario pero no en otros niveles. Así, se abandonaría la bimodalidad de un nivel que genera mayor encuentro social y tasa de contagio más elevada.
En paralelo, se estudian nuevas restricciones al rubro comercial con una reducción del horario de atención. En vez de abrir entre las 7 y las 8 de la mañana, la idea será que comiencen la atención a partir de las 9 o las 10 para escalonar el horario pico laboral y educativo. Además, no se descarta hacer que los locales más chicos puedan atender sólo desde la puerta, sin ingreso de clientes.
Respecto a la construcción, aún no se definió qué ocurrirá con este sector pero en las últimas horas del miércoles ya descartaban nuevas restricciones. A partir del último decreto, sólo están habilitadas las obras de más de 2.500 metros cuadrados porque, entienden, la gran mayoría de los trabajadores se moviliza desde el conurbano.
A futuro, son optimistas y consideran que si llegan las millones de vacunas prometidas, a mediados de junio podrían tener a los mayores de 40 años inoculados, lo que permitiría pensar en otro tipo de futuro y tener más controlada la pandemia.