Este lunes, Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri se verán cara a cara en un encuentro presencial del PRO. Tras un año de diferencias en las formas de ejercer la oposición al Frente de Todos, la disputa interna con vistas al año electoral no es el principal problema que tiene en agenda el jefe de Gobierno porteño. En diálogo con Nación, diseña el plan de vacunación en la ciudad de Buenos Aires, uno de los territorios más afectados por el coronavirus. Larreta planifica vacunar alrededor de un millón de personas, entre esenciales y personas de riesgo, en 90 días.
La semana fue agitada en Uspallata, no solo por la preparación de las nuevas habilitaciones que regirán desde mañana sino también por los cruces con Nación por el operativo de seguridad del velatorio de Diego Maradona que terminó en represión. Pese a esto, en Parque Patricios destacan que el trabajo conjunto de los equipos técnicos de las carteras de Salud nacional y porteña, encabezados por Fernán Quirós y Carla Vizzotti, es definido por ambas partes como “bárbaro”. En esas charlas se trabaja en la logística que se deberá poner en práctica desde la llegada de las vacunas, su traslado y hasta su aplicación.
Alberto Fernández confirmó el viernes que “el total de personas que deberíamos vacunar entre enero y febrero es 13 millones". Esto se logrará con las vacunas que la Nación negocia por estas horas con los laboratorios para su compra: principalmente Gamaleya (Sputnik V), Pfizer y Oxford-AstraZeneca. Por otro lado, Rodríguez Larreta prevé que en la Ciudad serán 980 mil las personas que tendrán que vacunar. A esa cifra se llega si se tiene en cuenta el universo de personas que el gobierno nacional definió que tendrán prioridad. Entre los esenciales está el personal sanitario, docente, de seguridad y fuerzas armadas, mientras que entre los de riesgo se encuentran las personas mayores de 60 años y aquellas personas que, teniendo entre 18 y 60 años, tengan alguna alguna enfermedad prevalente o sus condiciones físicas la pongan en riesgo frente al contagio. Resta definir qué tipo de enfermedad prevalente será contemplada.
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Oficialmente se desconoce cuándo comenzará la vacunación ya que todavía no hay vacunas. Pese a esto, el ministro de Salud nacional, Ginés González García, confía que la vacunación comenzará en la primera quincena de enero. Con ese parámetro, teniendo en cuenta el lapso de tiempo requiere cada vacuna entre una y otra dosis, cerca del jefe de Gobierno porteño advierten a El Destape que estas 980 mil personas serán vacunadas en tres meses “siempre y cuando Nación entregue todo ese stock”. Y suman: “La cantidad no se negocia, es lo que te bajan”.
A quiénes vacunar primero ya está definido, el cuándo comenzar a vacunar todavía no tiene confirmación oficial y el cómo será la distribución de la vacuna, también a cargo de Nación, también es otra duda que hay en los distritos: ¿Quién se hace cargo de vacunar al personal esencial sabiendo que muchos de ellos trabajan y viven en distritos distintos? La pregunta que circula en la sede de Uspallata, tendría respuesta en el Ministerio del Interior, donde por estas horas se analiza utilizar el padrón electoral para distribuir las vacunas. La idea es que el centro de vacunación que le toque sea el más cercano a la escuela donde votó en la última elección.
Con la vacuna y la distribución territorial garantizada por Nación, luego, como se hace con todas las vacunas del calendario obligatorio, cada uno de los 24 gobiernos locales será el que lleve a cabo la logística en su jurisdicción. En Ciudad ya trabajan en la ejecución de ese operativo, al que como Nación también definen de “único en la historia”, y barajan distintos escenarios. Cuántos de los 60 centros de vacunación que hay en el territorio porteño se habilitarán todavía está en evaluación ya que no se sabe cuál de todas las vacunas en estudio llegará primero, además de que no todos cuentan con la misma infraestructura para su conservación. Así todo, confían, la cercanía de la Ciudad con los puntos de acceso de la vacuna así como las condiciones del territorio jugará a favor para que la vacunación sea ágil.
Pese a la ansiedad por comenzar a vacunar ya, en el gobierno porteño buscan ser cautelosos. Admiten que si bien la vacuna permitirá cuidar a buena parte de la población, especialmente a quienes tienen más riesgo de morir, aclaran que “no te evita el rebrote” y que en marzo, con la llegada del otoño, se espera una segunda ola de contagios. “No se va a volver a la normalidad, va a haber que mantener las políticas de cuidado y no se liberarán todas las actividades”. advierten.