Minutos antes de que se viralizara la imagen de un recién levantado Mauricio Macri en un zoom de Juntos por el Cambio, tuvo lugar una discusión interna sobre la compra de vacunas. Patricia Bullrich, quien hoy encarna el costado más duro de la alianza opositora, volvió a insistir con la necesidad de exigir que las provincias y los privados puedan comprar dosis para acelerar la campaña de inoculación. Esa operación fue instalada y seguida por otros dirigentes del espacio pero es completamente falsa. La ley publicada el seis de noviembre del año pasado no sólo no prohíbe la adquisición provincial o privada sino que le da beneficios a los primeros. El problema es que, por la alta demanda, no hay mucha disponibilidad. Pese a ello, un ejemplo cercano a Cambiemos derribó cualquier mito: Córdoba mantiene conversaciones hace meses para adquirir este insumo.
"Yo se lo dije 20 veces al presidente: dejen que las provincias compren la vacuna. Dejen que los laboratorios compren. Dejen que las farmacias compren. El sistema más efectivo de distribución de la vacuna en los Estados Unidos son las cadenas de farmacias", dijo la presidenta del PRO en Twitter. El titular de la UCR nacional, Alfredo Cornejo, se sumó al pedido también por redes sociales.
"La contradicción es el síntoma más claro de la improvisación y la mentira. @Santicafiero tres meses atrás negaba que las provincias pudieran comprar vacunas. Pero hoy parece que sí pueden. El relato demuestra la falta de estrategia sanitaria", dijo Cornejo en sus redes sociales junto a una declaración del jefe de Gabinete en la que afirmó que la provisión de vacunas es nacional para garantizar la equidad.
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Sin embargo, la ley 27573 es clara. Consta de catorce artículos entre los que se destacan la declaración "de interés público la investigación, desarrollo, fabricación y adquisición de las vacunas destinadas a generar inmunidad" contra el coronavirus. En su apartado sexto se especifica claramente que se eximirá "del pago de derechos de importación y de todo otro impuesto, gravamen, contribución, tasa o arancel aduanero o portuario, de cualquier naturaleza u origen, incluido el impuesto al valor agregado, así como también de la constitución de depósito previo, a las vacunas y descartables importados por el Ministerio de Salud, por cuenta y orden del Ministerio de Salud, por el Fondo Rotatorio de OPS o con destino exclusivo al Ministerio de Salud, que tengan como objeto asegurar las coberturas de vacunas para generar inmunidad adquirida contra la COVID-19".
Ese beneficio impositivo es "idéntico" para "las vacunas que eventualmente puedan adquirir las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires". O sea, no sólo las provincias pueden comprar dosis sino que también tienen exenciones económicas para recibirlas lo más barato posible. Además, nada dice sobre los privados, lo que también aplica para cualquier prohibición, que es ficticia.
Desde el Gobierno nacional explicaron que "los laboratorios están negociando con Estados nacionales por todas las complejidades contractuales de cualquier adquisición, pero no está prohibido nada". Sí hicieron una aclaración: las provincias tienen los beneficios impositivos, no así los municipios o los privados. Pero no hay nada prohibido.
Alta demanda mundial
El presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Pablo Yedlin, es el autor de esa normativa sancionada por el Congreso y promulgada en noviembre del 2020. Explicó que las provincias "pueden comprar vacunas" contra el coronavirus y ratificó que "en ningún lugar dice que es ilegal". El legislador detalló que las dosis "que estén registradas en ANMAT cumplen las mismas condiciones que cualquier otra vacuna" y especificó que "la ley establece que, si las provincias compran, tienen los mismos beneficios que la Nación".
Sin embargo, el problema es claro y está vinculado a la alta demanda global. "El mercado actual de vacunas es un mercado donde el mundo produce 3 mil millones y necesitamos 11 mil millones: una cosa es la legalidad y otra cosa es la realidad. Las podés comprar pero hay que ver cuándo te pueden llegar". En este punto coincidió el ministro de Salud, Fernán Quirós, que dijo que "esto no encuentra una solución en el mercado, por eso es un debate abstracto. Las empresas han comprometido toda su producción. Las contrataciones serían a fin de año o el año que viene". En sintonía con el Gobierno nacional.
Yedlin fue más claro: "Hoy nadie le impide a ningún privado en la Argentina comprar vacunas que estén registradas en la ANMAT. Lo que pasa es que no están en venta porque están sobrevendidas. Hay 60 países en el mundo que también quieren comprar y no tienen una. Muchos países como nosotros tenemos precompradas vacunas que no nos llegan porque se han vendido más de las que se pueden producir".
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El caso de Córdoba
Hay un caso concreto. En la provincia de Córdoba, donde Cambiemos es fuerte, ya avanzaron con conversaciones para la compra de vacunas, algo que hicieron público en las últimas horas. "A través de las autoridades sanitarias hemos mantenido conversaciones, desde noviembre de 2020, con laboratorios productores de vacunas tales como AstraZéneca, Pfizer y Elea, en procura de conseguir comprar dosis de sus vacunas para ser aplicadas a los ciudadanos de la provincia", explicaron en redes sociales.
Además, detallaron el problema con el que se encontraron y que fue explicado por el Gobierno nacional: "En todos los casos los representantes comerciales de los laboratorios manifestaron su buena predisposición, pero aclarando que, para poder cumplir con los compromisos asumidos con los Estados nacionales no estarían en condiciones de proveer de vacunas antes de finales de 2021".
Vacunación en Argentina
Desde que comenzó la campaña de vacunación, se distribuyeron 6.489.846 dosis en todos el país y el ritmo de inoculación aumentó con el correr de las semanas. El miércoles se alcanzó el récord de 199.395 personas vacunadas en sólo 24 horas.
La velocidad aumentó durante las primeras jornadas de la semana ya que, según datos oficiales, el lunes 5 de abril se aplicaron 143.367 vacunas; el martes 6 de abril, 167.644 personas recibieron su dosis, y el miércoles 7 de abril se colocaron 199.395, cifra con la que se alcanzó el récord de aplicaciones en un día.
Según el Monitor Público de Vacunación ya se aplicaron 4.771.214 vacunas, de las cuales 4.064.154 corresponden a la primera dosis, y 707.060 al segundo componente. Sin embargo, como aún falta para alcanzar la inmunidad de rebaño, y ante la llegada de la segunda ola, el Gobierno dispuso restricciones por tres semanas para poder avanzar con la campaña y reducir los contagios que el miércoles llegaron al pico de 22 mil en un sólo día.