La Argentina es uno de los pocos países a nivel mundial que comenzó con la campaña de vacunación contra el COVID-19 en diciembre y no la interrumpió en ningún momento hasta la actualidad. Según los datos oficiales, ya se aplicaron 770 mil dosis en todo el territorio nacional y se apuesta a comenzar con una inoculación masiva, más veloz, para evitar o aminorar el impacto de una segunda ola que, se espera, llegará a fines de abril o principios de mayo y no para marzo, como se especuló en un comienzo. Para eso será necesario avanzar de forma acelerada con la aplicación de dosis en adultos mayores antes del inicio de los meses fríos. Se trata de una población de más de siete millones de ciudadanos y ciudadanas.
Hasta el momento, el país cuenta con el suministro de la Sputnik V, por parte de la Federación Rusa. Un calendario que se retrasó por la alta demanda de vacunas a nivel mundial y que demandó un nuevo viaje de la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, a ese país para continuar con las negociaciones y traer novedades para continuar con el diseño del programa de inoculación. En paralelo, este mes se recibieron 580 mil vacunas fabricadas en la India, las de Oxford-AstraZeneca, y se espera un número similar en las primeras semanas de marzo mientras se aguarda el arribo masivo de las producidas en México, con el principio activo desarrollado en la Argentina.
Además, según informaron las fuentes oficiales, esta semana llegarán un millón de dosis de la vacuna Sinopharm, de China. El infectólogo y miembro del equipo de asesores de Alberto Fernández, Edurado López, aseguró a El Destape que se trata de “una vacuna de virus inactivado con un 79% de eficacia para el COVID, según el comunicado de prensa del laboratorio productor. Con esta eficacia, para cualquier tipo de enfermedad de COVID - leve, moderada o grave -, creo que vamos a aportar más”.
Sobre la Sputnik V, López explicó que se trata de un insumo muy bueno que “tiene la ventaja de que, al tener dos componentes distintos, aumenta mucho los anticuerpos. Pero tiene el inconveniente de que tenés que tener el segundo componente porque no es igual al primero” y se tiene que aplicar tres semanas después de la dosis inicial. Del otro lado, la de AstraZeneca “tiene una ventana entre la primera y segunda dosis de hasta 12 semanas. Yo podría vacunar una cantidad más grande de ciudadanos esperando tres meses para dar la segunda dosis. Con lo cual, todo lo que llegue lo puedo aplicar en forma masiva sabiendo que puedo esperar para la segunda dosis”.
Adultos mayores, la clave
El infectólogo analizó que la segunda ola de coronavirus llegará entre fines de abril y principios de mayo, no en marzo. “Pero va a depender mucho de cuánta cantidad de adultos mayores puedo vacunar, aunque sea con una dosis, porque es el grupo que más se hospitaliza, más pasa a terapia intensiva y más, lamentablemente, fallece”, advirtió. “Con una dosis, la vacuna de AstraZeneca tiene bastante nivel de protección, alrededor del 60 o 70%, y es parecida a la de Sputnik. Pero hay que hacer un gran esfuerzo político para poder vacunar a 100 mil o 120 mil personas por día”.
Para eso también es necesario aumentar la cantidad de dosis disponibles. “Hay que pelearlo a nivel mundial porque tenemos que vacunar 7.300.000 adultos mayores y es una responsabilidad que tenemos todos, especialmente el Estado”. Claro, el insumo es un bien preciado y escaso en todo el planeta, por lo que cuesta satisfacer la alta demanda. Más allá de eso, dijo López, “lo ideal sería tener vacunada a la población, sobre todo de adultos mayores, antes de que comiencen los fríos de mayo y junio”. El objetivo demandará unos 15 millones de dosis – dos componentes -.
Hasta el momento, según informaron desde el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, ya hay 1.257.000 adultos mayores inscriptos para recibir la vacuna en territorio bonaerense. Además, 40 mil personas de más de 60 años ya fueron inmunizadas con la primera dosis. Del total, 38 mil fueron vacunados en las escuelas que se establecieron como postas para la aplicación de la vacuna en los 135 municipios. El resto son hombres y mujeres que viven en residencias de larga estadía para personas mayores y cuya inmunización se llevó a cabo en operativos coordinados con 12 Unidades de Gestión Local de PAMI.
El caso de la Ciudad fue más complejo. El viernes se abrieron las inscripciones para mayores de 80 años y la página web colapsó. Según informaron oficialmente, se inscribieron 40 mil personas y se empadronaron otras 50 mil. El primer pico de visitas al portal registró más de 76 mil solicitudes por minuto y recién a la una de la mañana del sábado pudieron terminar de asignar los turnos. Para las inoculaciones se habilitaron 29 centros de vacunación públicos acondicionados en clubes, edificios de gobierno y centros culturales. "La campaña que empezamos hoy tiene 225 puestos de vacunación. Estamos aplicando cinco mil vacunas por día en estos centros y tiene la posibilidad de ampliar significativamente ese número", dijo el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós.
“Estoy absolutamente convencido que por lo menos que el adulto mayor se quiere vacunar. No tengo ninguna duda, sino no colapsarían las páginas”, dijo López sobre la confianza en la vacuna. “El plan que generó el ministerio de Salud de la Nación en la gestión de Ginés González García es excelente. Lo hemos revisado hasta con ojos críticos y es muy bueno”, agregó y advirtió que “al no tener vacunas, el cuello de botella es más estrecho. Creo que se va a demorar lo que esperábamos. El objetivo de terminar en dos o tres meses se va a demorar. Pero tengo confianza, si recibimos las vacunas yo creo que hay capacidad de vacunar 100 mil individuos por día. Ahora, si no llegamos, está el riesgo de una segunda ola”.
Clases y vacunación masiva
Con la vuelta a las clases presenciales, el personal docente y no docente que asiste a las escuelas fue catalogado como esencial. “En ningún lugar del mundo se comenzaron las clases planteando como pre requisito vacunar al personal docente y no docente”, dijo López y agregó: “No me parece mal haber comenzado las clases como se están comenzando, paulatinamente, escalonada, trabajando en burbujas, manejando un protocolo que es muy bueno, tanto el de Ciudad como el de provincia y nación. Habrá que ir viendo cómo se va desarrollando. Creo que cuando llegue una mayor cantidad de dosis hay que vacunar al personal docente, pero por ahora la prioridad es el adulto mayor porque la mortalidad está por encima de los 60 años”.
Según los últimos datos oficiales del Gobierno porteño, al viernes de la semana pasada, 108 docentes y no docentes dieron positivo de coronavirus luego de someterse al test garantizado por la Ciudad. Los exámenes comenzaron el 8 de febrero y se realizaron sobre 13.888 personas en tres centros exclusivos. Además de los detectados, 2.367 mostraron tener anticuerpos, o sea que en algún momento se contagiaron.
Una cuestión de confianza
En ese marco, la confianza en la campaña nacional es fundamental. Una confianza que se construyó con el correr de los meses y que se vio golpeada por el escándalo del “vacunatorio VIP”. La nueva ministra de Salud, Carla Vizzotti, negó la existencia de un organismo paralelo de este estilo “porque eso significa que es una práctica habitual. Lo que sucedió fue una cuestión muy puntual de diez personas que fueron a vacunarse”, dijo en El Destape Radio, y remarcó que esa práctica “es incorrecta”. Además, explicó que es falsa la versión que indica la existencia de un lote de 3.000 vacunas exclusivo para el Ministerio. Las mismas fueron giradas al Hospital Posadas y otros hospitales nacionales para inocular al personal de salud y personas inscriptas e incluye vacunas de calendario, antigripal y conta el COVID. “De ninguna manera estaban destinadas a ningún vacunatorio VIP”, sostuvo la funcionaria.
Respecto a las personas vacunadas por fuera del circuito, Vizzotti explicó que no hay una lista oficial por una cuestión de datos personales pero que trabajan en un nuevo mecanismo: “Quien sea una persona definida estratégica y tomadora de decisión que solicite la vacunación o quiera acceder, va a saber que se va a publicar su nombre con consentimiento informado”. Para esa tarea pidieron colaboración a la Comisión Nacional de Inmunizaciones para definir qué personas deberían estar en ese grupo mientras se avanza “con la recolección de información de ver qué es lo que pasó hasta ahora” a nivel nacional. Otros casos puntuales, como los de la familia Moyano, dijo, son responsabilidad de la Ciudad de Buenos Aires que distribuyó las dosis en su territorio y es la encargada de su control.
El infectólogo Eduardo López también habló con El Destape sobre las operaciones políticas y de prensa contra las vacunas. “Plantear que es un veneno es no tener conocimiento científico. Popularizar esto como una verdad revelada es una barbaridad. Le digo a la gente que tanto la vacuna de AstraZeneca como la Sputnik V son muy buenas, con alto nivel de eficacia y muy bajos efectos adversos. A la ciencia y, sobre todo, las vacunas que son para la gente, tenemos que despolitizarlas. La pandemia en el mundo no se para si no cumplimos con las pautas del uso del barbijo, distancia social, evitar aglomeraciones y la vacunación”, dijo.