El presidente Alberto Fernández anunció la nueva etapa de un aislamiento que, reconoció, "se fue liberando poco a poco pero con mucho cuidado". La preocupación estuvo puesta en el interior del país que superó al área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) e invirtió la ecuación convirtiéndose en la zona más afectada por el virus que, en la Ciudad y conurbano bonaerense, comenzó un leve descenso. "Tengo la convicción de que lo que hicimos con el AMBA ahora tenemos que hacerlo con cada provincia", reflexionó. Por eso, anunció que habrá una restricción de la circulación en departamentos de 18 provincias durante las próximas dos semanas, hasta el 25 de octubre con el objetivo de "ganar tiempo" para aliviar el sistema sanitario y a los profesionales de la salud "hasta el tiempo en que llegue la vacuna".
Así lo definieron ayer durante una reunión virtual con todos los gobernadores de la Argentina que acordaron en trabajar en conjunto para frenar el virus. Por eso, pidió que los que no tengan que salir, se queden en sus casas; que los que puedan preservarse, lo hagan; y que se tome conciencia del peligro provocado por las reuniones sociales. "Con uno que esté contagiado, la velocidad de contagio de este virus es increíble y a esta altura no debe ser puesto en duda". Por eso, le pidió "a todos y todas que entiendan la dimensión del problema" porque no se circunscribió al AMBA, como se creyó en un primer momento. "El virus está y nosotros vamos a buscarlo, por lo tanto en todo lo que podamos disminuir la circulación, minimizar el contacto con el otro, por favor ayúdennos".
También anunció que el gobierno nacional continuará ayudando a las provincias y recordó que ya se transfirieron 650 mil millones de pesos para colaborar con cada uno de los distritos en este momento tan complicado. Además, recordó que comenzaron a implementar el Plan Detectar Federal además de distribuir más test para localizar rápidamente cualquier caso positivo. Las provincias que tengan una situación epidemiológica controlada seguirán como hasta ahora y, de requerirlo, también contarán con asistencia económica.
Acompañado por Omar Perotti, gobernador de Santa Fe, Gerardo Morales de Jujuy y Omar Gutiérrez de Chubut, el mandatario recordó que el virus se enfocó, inicialmente, en la zona del AMBA, lugar donde se concentraron los esfuerzos para prevenir casos y evitar muertes. "Hoy no están ni Axel ni Horacio en esta mesa, estuve reunido con ellos antes", remarcó. Esto se debe a que "el problema hoy trascendió el área y se metió en toda la Argentina. Esto tiene que ver con varias cosas: con que el AMBA irradió el problema porque tenemos un país muy centralizado y también con que el virus empezó a circular localmente prácticamente en todas las provincias"
La experiencia del AMBA, explicó, señaló el camino a transitar para que "no se nos vaya de las manos" la pandemia aunque remarcó que "no está resuelto el problema", por lo que pidió seguir con los cuidados personales, la higiene, el distanciamiento social y evitar reuniones sociales.
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Con sus clásicas filminas, Alberto mostró cómo se profundizó la tendencia de contagios en relación al resto de los países de la región, principalmente por los casos positivos en el interior, al igual que las muertes. Ésto se explica por la federalización del virus: con sólo dos focos en rojo en mayo, en octubre casi todo el país está en situación delicada. "Ese mapa es el alerta que debemos tomar", explicó y apuntó contra las reuniones sociales.
La realidad cambió, dijo el mandatario. "Hoy en día, casi el 65% de los contagios provienen de las provincias y sólo el 35% del AMBA. Si uno se retrotrae al 23 de mayo, sólo el 7,5% de los contagios provenían del interior del país", detalló en base a gráficos. Más allá del descenso en el área metropolitana de Buenos Aires, aclaró: "No estamos bien. Lo que está claro es que hace cinco semanas estamos en un proceso lento pero sostenido" de los casos positivos en esa zona.
Además de los contagios, el uso de las camas de terapia intensiva es un factor clave. "Hay provincias que están alcanzando un nivel de estrés muy preocupante", dijo y puso los ejemplos de Río Negro (88% de ocupación), Mendoza (81%), Tucumán (80%), Santa Fe (78%), Salta (77%), situación que empeora si el ojo se posa sólo en ciudades. En General Roca, Río Negro, hay un 98% de uso de camas UTI y un 96% en Rosario, por poner algunos casos.