La Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) anunció que 24 de las 26 seccionales habían culminado sus asambleas departamentales y que 19 de esas delegaciones habían aceptado la cuarta oferta salarial del gobierno de Juan Schiaretti, que consiste en un aumento salarial del 60% “de bolsillo para todo el escalafón sobre haberes de enero”. La lectura entrelíneas entre las maestras y profesores de a pie es otra: “Los docentes cordobeses, con este aumento, seguimos debajo de la línea de pobreza”.
Aún debe votarse en la asamblea provincial del próximo lunes 24, el mandato de cada una de las 26 seccionales de la UEPC; para así elevar la propuesta a la mesa de negociaciones con el ministro de Educación, Walter Grahovac. Más allá del anuncio del oficialismo sindical, los docentes reclaman un aumento que alcance a cubrir el valor adquisitivo perdido por la inflación.
Otro dato a destacar es que tres de las seccionales del gremio docente que se oponen al acuerdo con el Gobierno cordobés son las más numerosas y con mayor cantidad de afiliados: Capital, que concentra a cerca de la mitad de maestras y profesores de toda la provincia; Río Cuarto, segunda delegación en importancia; San Martín, la tercera en afiliados y peso político y San Alberto, en el oeste provincial.
El jueves y viernes, miles de chicos cordobeses del nivel inicial, primario y secundario, de escuelas públicas y privadas, no tuvieron clases en algunos horarios, debido a las asambleas que realizaron maestras y profesores donde se debatió si se acepta la cuarta oferta salarial del gobierno Juan Schiaretti, que consiste en un aumento salarial escalonado del 60% “de bolsillo para todo el escalafón sobre haberes de enero”.
“Estamos votando en asambleas por escuelas; de todas maneras, la propuesta del Gobierno, con una inflación del 8% mensual no alcanza a cubrir el poder adquisitivo perdido. El dólar a $ 430 y la remarcación de precios impactan en el salario de la gente, de los trabajadores. Y los docentes somos trabajadores precarizados. Una maestra con 10 años de antigüedad gana de bolsillo $ 194.000 pesos, según el simulador de UEPC que registra los cargos testigos. Mientras que una docente que recién se inicia, sin antigüedad, cobra de bolsillo, $ 175.000, con el aumento del 20% que Schiaretti nos dio por decreto para marzo y abril. En Córdoba, los docentes estamos debajo de los índices de la Canasta Básica Alimentaria que registra el Centro de Almaceneros de Córdoba”, detalló Lucrecia Cocha, docente del nivel medio y delegada escolar y departamental de la Capital en la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC).
Cocha, quién es Coordinadora de Cursos en una escuela secundaria de la zona sur de esa Capital, señaló a El Destape que “las tres propuestas anteriores del Gobierno fueron muy similares; con algunas mejoras por sector, pero que no impactaban en el salario básico. Y esta última oferta, si bien es aceptada a regañadientes en las asambleas, demuestra varias cosas: vamos por detrás de la inflación, las y los docentes seguimos estando debajo de la línea de pobreza; la población ahora nos apoya, porque ve que si los docentes estamos en esta situación, hay otros sectores en peores condiciones; muchas maestras de primaria se sumaron a la lucha, antes no pasaba; y hay un cansancio con la dirigencia oficialista de UEPC. Por ejemplo, cada asamblea es presidida por el voto de las y los compañeros, y en la Capital, por ejemplo, el oficialismo de la UEPC no puede presidirlas, no le dan los votos”.
Solidaridad entre trabajadores
Por su parte, Julia Gilletta, profesora de teatro de tres escuelas secundarias de la ciudad de Córdoba y delegada escolar en UEPC, destacó que “la lucha de los docentes es muy similar a los de los trabajadores de la salud, donde, frente al hartazgo de las conducciones gremiales, hubo una movida interesante de maestras y profes, sobre todo maestras de primaria que se sumaron a la lucha, se dieron cuenta que si nos organizamos, somos más fuertes”.
Gilletta agregó que “en Coca Cola hubo una toma de la planta de Córdoba por fuera de la acción del sindicato, fueron los propios trabajadores los que resolvieron esa toma; en Arcor también tomaron la planta de Bagley, por el despido de un compañero, ahí hubo acompañamiento del gremio; son varias las luchas donde las bases deciden avanzar. Y lo que notamos es un apoyo inédito de la gente, y se lo adjudicamos a que esa gente, trabajadores como nosotros, también sufre los efectos de la inflación y el ajuste”.
Esta profesora de teatro coincidió con su colega en el diagnóstico de que “pese al aumento del 60% que ofrece escalonado el gobierno de Schiaretti, las y los docentes seguimos siendo pobres. El Presupuesto nacional preveía una inflación anual del 60% y las consultoras ya hablan de una proyección del 120%; por eso decimos que con el 60% que ofreció escalonado Schiaretti hasta julio, seguimos siendo pobres. Nosotros palpamos todos los días la inflación en nuestros bolsillos, cuando vamos a hacer las compras”.
La propuesta de Schiaretti
Hacia fines del ciclo lectivo 2022, las bases docentes ya habían advertido que no iniciarían el ciclo lectivo de 2023. Y lo habían votado en las asambleas que el oficialismo de la UEPC, dirigido por Juan Monserrat, ya no podía manejar.
El 27 de febrero, primer día de clases de 2023, hubo un contundente paro con más del 60% de adhesión. El 8 de Marzo, se realizó el paro feminista con alto acatamiento y dos días después, el 10 de marzo, otra huelga docente con más del 60% de acatamiento.
El 22 y 23 de marzo hubo otro paro por 48 horas, con una masiva movilización, pese a que llovía: “No nos para ni el Gobierno, ni la lluvia”, decían las maestras movilizadas hacia el Centro Cívico.
Como respuesta, el ministro de Educación, Walter Grahovac descontó los paros del 27 de febrero, 8 y 10 de marzo. Las bases docentes resolvieron ir a un paro de 72 horas entre el miércoles 12 y el viernes 14 de abril, pero el ministro de Trabajo, Omar Sereno, decretó la conciliación obligatoria por 15 días.
El pasado martes 18, el ministro Grahovac elevó la cuarta oferta a la UEPC: un aumento del 20% en abril; del 10% en mayo y 10% de aumento en julio, alcanzando un 60%, con el 20% dado por decreto entre febrero y marzo.
Además, el gobierno ofrece la devolución de los descuentos de días de paro del 27 de febrero, 8 de marzo y 10 de marzo que serán reintegrados en un solo pago. Mientras que no realizarán descuentos de los paros del 22 y 23 de marzo.
La propuesta incluye una cláusula de revisión automática: si la inflación acumulada desde enero hasta abril fuese superior al 40 %, el mayor porcentaje que determine el IPC Córdoba será aplicado a los haberes del mes de mayo.
En el mes de julio, si la inflación acumulada desde enero hasta junio supera el 50 %, el mayor porcentaje que determine el IPC Córdoba será aplicado a los haberes de dicho mes.
Y a partir del mes de agosto retoman la discusión salarial para la fijación de la pauta de incremento para el segundo semestre del año 2023.