Jorge Macri y Javier Milei mostraron buena sintonía desde que ambos asumieron sus respectivas gestiones. Con guiños y decisiones en espejo, el jefe de Gobierno eligió no confrontar con el Presidente, a diferencia de otros gobernadores socios en Juntos por el Cambio, y a pesar de que en poco más de 100 días de administración libertaria todavía no se cumplió con la medida cautelar de la Corte Suprema sobre la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires. Ahora, Macri espera un gesto de Casa Rosada en una reunión que tendrá el jueves con el ministro de Economía, Luis Caputo.
Desde la reunión que Macri y Caputo mantuvieron en enero como demostración de sintonía política, poco y nada se avanzó hasta acá. Nación le reconoció a la Ciudad la legitimidad del reclamo y el fallo del máximo tribunal que fijó que se envíe el 2,95% de coparticipación mientras dure el proceso judicial, como también la deuda acumulada desde diciembre del 2022 cuando gobernaba Alberto Fernández y que continúa en estos primeros meses de Milei por 500 mil millones de pesos. En ese marco, ya pasó marzo, el mes fijado en el calendario por ambas administraciones para volverse a encontrar y conseguir una salida al reclamo que Macri la levantó como una de sus promesas de campaña y objetivo de gestión.
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Pese a que los equipos técnicos de los ministerios de Economía nacional y porteño mantuvieron diálogo, la traba está en el Excel del titular del Palacio de Hacienda y su caballito de batalla del superávit fiscal para demostrar el “éxito” del plan motosierra. El leitmotiv “no hay plata” también le aplica a Macri pese a no emprender una confrontación pública y más allá de hacer los deberes contra “la casta” ya que en la Ciudad recortó un 30 por ciento de los contratos que venían de la gestión larretista y así generó un ahorro de 35 mil millones de pesos.
Según supo El Destape, fue parte de una serie de temas que puso sobre la mesa en la reunión que tuvo la semana pasada con el ministro del Interior, Guillermo Francos, pero no se llevó ningún compromiso de cumplimiento. Quedó solo en un planteo ya que el tema como tema principal que abordaron fue la nueva versión de la Ley Bases que ahora el gobierno nacional pretende llevar al Congreso con los acuerdo previo y así evitar otro fracaso. De hecho, el jueves mientras Macri esté con Caputo se llevará a cabo la reunión de Francos con gobernadores de Juntos por el Cambio por lo que a la misma irá la vicejefa de Gobierno, Clara Muzzio.
El gobierno porteño espera “una definición” este jueves sobre el conflicto por la coparticipación. El espíritu que reina en la sede de Uspallata es de espera y tolerancia porque entienden que “es un gobierno recién asumido y que hasta acá demostró voluntad por cumplir con la deuda y el fallo”. Rememoraron al respecto: “Nos pidieron tiempo para acomodarse y ver con qué se encontraban. Accedimos porque entendemos la buena predisposición”.
De los dos reclamos, señalaron a El Destape, hay uno que es más urgente para Macri y del que está al tanto Caputo y es que al menos se cumpla con el fallo y que el flujo de la transferencia de fondos coparticipables sea por el 2,95 por ciento. “Es lo más urgente para la Ciudad porque al no tener ese coeficiente te traba la planificación presupuestaria del año”, explicaron. “Es la planificación presupuestaria del día a día que se va complicando si no sabés qué recursos tenés”, graficaron.
Esa falta de previsibilidad la expuso Macri en una entrevista con Radio Rivadavia: "Estamos en el límite de empezar a tener menos recursos de los que tendríamos que tener. Diría que estamos un poco abajo, pero el límite es razonable. Esta semana me reúno con Luis Caputo para hablar sobre este tema".
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Una declaración que va en línea con su intención de no levantar el tono del reclamo como hizo Ignacio Torres por la deuda con Chubut y que, por ahora, se circunscribe a expresiones públicas al respecto. Tanto cuando asegura que “falta alguna gestión de segundas líneas” como cuando le reclama a Milei y a Patricia Bullrich que "se lleve detenidos al Sistema Penitenciario Federal”. O como cuando insistió por la coparticipación luego de que Milei dispuso la eliminación del Fondo de Fortalecimiento Fiscal de la provincia de Buenos Aires: “Esperamos que se cumpla rápido porque necesitamos esos recursos”.
Si el resultado del encuentro con Caputo no es positivo, en Uspallata anticiparon que determinarán cómo se procederá en consecuencia. Tienen sobre la mesa una serie de alternativas a aplicar si la charla con Nación continúa en una zona de promesas. Una carta que puede jugar Macri para presionar al gobierno nacional si se va con las manos vacías y sin ser él quien encabece la escalada puede venir de una aliada.
Entre otras denuncias penales presentadas contra el Estado nacional, entre ellas una de la propia Ciudad, está la de Graciela Ocaña cuando era diputada nacional. La ahora legisladora había ampliado la acusación para objetar el pago de la cautelar con bonos del Tesoro. Si Macri quiere puede dar luz verde a la referente de Confianza Pública para otra ampliación en la que esta vez los denunciados sean Milei y Caputo.
Macri se mostró como un aliado hasta acá de Milei, con quien tiene contacto directo y seguido. Esa cercanía es por necesidad, pero también por conveniencia y atada a la que tiene con cierta distancia su primo Mauricio Macri. Esa buena sintonía se da pese a que en un comunicado de la Oficina del Presidente por el reclamo de Chubut lo puso en el mismo grupo que a Axel Kicillof y lo llamó a “entender que la Argentina eligió un cambio” y que “se acabó la era en que la casta malgastaba los recursos de los argentinos y luego iban a pedir limosnas al Banco Central a cambio de favores políticos". “Milei lo puso en el mismo nivel que gobernadores como Insfrán”, resaltaron desde un espacio aliado al PRO que no confía en que Ciudad consiga los fondos que pretende.
Si bien no se avizora un cambio de sentido en ese entendimiento, sí necesita una ayuda de Nación no solo para evitar críticas de sus aliados políticos en la Ciudad sino también para empezar a demostrar cumplimiento de promesas.