Previo a la actuación consagratoria de Leandro Brey en la tanda de penales y la clasificación de Boca a las semifinales de la Copa Argentina tras vencer a Gimnasia, el estadio Coloso Marcelo Bielsa fue testigo del enfrentamiento entre los hinchas del Xeneize y el Lobo. La Policía dispuesta por el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro tuvo vía libre para ejercer violencia: hubo balazos de goma, golpes, gritos y butacas volando. El protagonista fue el presidente de Boca, Juan Román Riquelme, quien se metió entre los hinchas para contener los ataques policiales.
Las imágenes hicieron acordar aquellos momentos de violencia constante en las canchas del fútbol argentino y reafirmaron la decisión de no tener visitantes en los estadios hace muchísimos años. Las agresiones de los fanáticos de Boca ubicados en la parte superior del sector fueron la génesis del conflicto, cuando comenzaron con la lluvia de butacas hacia la popular de abajo. Los hinchas del Lobo quisieron romper un acceso para responder esas agresiones, pero un cordón policial accionó sus armas, provocando la reacción de los jugadores de ambos planteles que, para ese entonces, ya estaban al borde de la platea.
En ese contexto de agresividad, Riquelme y los integrantes del Consejo de Fútbol, ´Chicho´Serna, Raúl Cascini y Marcelo Delgado, aparecieron para calmar las aguas. El ídolo xeneize se plantó entre medio de los efectivos policiales y los hinchas para que la situación no pasara a mayores.
Al identificarlo en el "pulmón" desde donde los agentes de seguridad lanzaban gas pimienta y balas de goma hacia ambas parcialidades, los barras empezaron a retroceder en su posición y frenar su actitud. Sin embargo, un fanático intentó agredir a las fuerzas y el ídolo de Boca lo frenó. En ese instante, uno de los policías sacó el gas pimienta y roció tanto al simpatizante como a Riquelme, que inmediatamente se alejó de la zona. Un hincha que estaba en la platea superior grabó la secuencia y lo compartió en las redes sociales.
Después de casi 25 minutos de violencia, el ídolo se abrió paso entre la gente para volver a su posición en un palco de esa platea. El partido continuó, el equipo de Fernando Gago logró pasar de ronda y se encuentra un paso más cerca de clasificar a la Copa Libertadores. Ahora, el rival será Vélez Sarsfield, uno de los mejores equipos del fútbol argentino.
Mientras Pullaro y Bullrich aseguran que la inseguridad en Rosario disminuyó, un joven fue asesinado a balazos
Pese a que el gobernador Pullaro y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguran que la baja de hechos delictivos en Santa Fe resulta "inédita", Rosario volvió a ser escenario de un asesinato. Un hombre, identificado como Omar Inocencio Pereyra (27 años), falleció luego de recibir al menos un disparo en el tórax mientras caminaba por el barrio Mitre de San Lorenzo, en la zona oeste de la ciudad.
Bullrich y Pullaro impulsan una política de "mano dura" y reivindican los resultados del Plan Bandera, que se implementó en diciembre. Sin embargo, la Policía parece no poder contener los ataques a los ciudadanos. Este martes por la noche, la víctima se encontraba por la intersección de las calles Cantoia y Vergar, cuando fue sorprendida por los atacantes desde un vehículo oscuro, quienes le dispararon sin mediar palabras, hiriéndolo gravemente.
El servicio de emergencias y la Policía llegaron tras el aviso de los testigos y encontraron al joven tendido en el piso, rodeado por personas que intentaban asistirlo. De esta manera, la víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Granaderos a Caballo, pero los médicos confirmaron su fallecimiento debido a una herida en el abdomen.
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En el lugar se incautaron una vaina servida y un cartucho, que serán analizados por peritos. El fiscal Leandro Lucente solicitó la declaración de los testigos y el relevamiento de las cámaras de seguridad. A su vez, en el domicilio de la víctima se secuestraron tres teléfonos celulares.
Según reveló el medio Rosario 3, este caso ocurrió en una zona marcada como conflictiva y de venta de drogas en el mapa del delito y la violencia. En ese sentido, la naturaleza con la que se dio el ataque generó la incertidumbre de que se trate de un crimen provocado por un "ajuste de cuentas" o una acción premeditada.