El gobierno vuelve a encontrar en sus aliados el apoyo que no logra sostener en su propia tropa. La primera sesión de esta segunda mitad del año en la cámara de diputados será el escenario para una secuencia repetida: con respaldo del PRO, de un sector del radicalismo y de integrantes del interbloque que encabeza, en los papeles, Miguel Angel Pichetto, intentará cerrar con apenas un repudio el episodio de los legisladores oficialistas que visitaron en la cárcel a militares condenados por delitos de lesa humanidad.
En tanto, una docena de miembros de la bancada de La Libertad Avanza están dispuestos a votar en contra de sus propios compañeros y analizan dar un portazo y dejar el espacio, descontentos no sólo con este episodio sino con la conducción de la secretaria general, Karina Milei, el presidente de la cámara baja, Martín Menem, y el titular del bloque oficialista, Gabriel Bornoroni. La convivencia, que venía deteriorada desde hace varios meses, a causa de los tejes y manejes de la hermana presidencial, que dejaron heridos.
Marcela Pagano, desprolijamente corrida de la presidencia de la comisión de Juicio Político por pedido de Karina, participó ayer de un homenaje a las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon, desaparecidas por Alfredo Astiz, uno de los militares que recibieron la visita. Pagano guarda una relación cercana con Oscar Zago, exjefe del bloque, también corrido de esa posición en una maniobra desprolija ordenada por la hermana menor. Zago, que ahora encabeza su propio bloque de tres, volvió a condenar, horas antes del debate, a los diputados que fueron hasta Ezeiza.
La versión que circulaba por el palacio en estas horas es que si el gobierno insiste en sostener a los diputados Beltrán Benedit, Lourdes Arrieta, Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro y María Fernanda Araujo, Pagano podría abandonar el bloque oficialista y sumarse al espacio de Zago. No se iría sola. Rocío Bonacci, que fue parte de la comitiva pero asegura haber sido engañada, puede acompañarla. Las dos aportarían sus votos para iniciar una investigación sobre el episodio, algo que va contra los deseos del oficialismo, que quiere dar el tema por cerrado.
Para eso cuentan con los votos del PRO, de parte del radicalismo y también de algunos miembros del bloque que encabeza Pichetto. Comprometieron su apoyo en una reunión que ayer por la tarde en el despacho de Menem. La oposición impulsará la expulsión de los diputados y la creación de una comisión para conocer a fondo qué sucedió en esa visita. En estas horas dos novedades removieron el avispero: la publicación de la foto de legisladores con genocidas, y la confirmación de que trabajaron juntos un proyecto para otorgarles prisión domiciliaria. Final abierto.
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Ese no será el único asunto que desviará la atención de la agenda que propuso el oficialismo para la sesión de hoy, centrada en temas de seguridad como una modificación de la ley de tenencia de armas y la creación de un Registro Nacional de Datos Genéticos. Se esperan al menos cinco horas de cuestiones de privilegio en las que también se discutirá la situación en Venezuela, el DNU que multiplicó por nueve los fondos reservados de los servicios de inteligencia, y la selección de los representantes de la cámara en la Auditoría General de la Nación.
Aún si logra resistir el embate contra sus diputados, el oficialismo no tendrá un panorama sencillo por delante en la cámara. Se espera que en los próximos días se convoque a una sesión para retomar la discusión del presupuesto universitario y la restitución del Fondo de Incentivo Docente. Si los radicales, que primero impulsaron y luego metieron en el freezer estos proyectos, deciden ir a fondo, están los números para aprobar los dos, causándole un dolor de cabeza a un gobierno que necesita ajustar en esas áreas para garantizar el superávit.
Además continúan las discusiones intensas entre varios bloques para impulsar el rechazo en el recinto del DNU que multiplica el financiamiento para la SIDE. Participan de esas charlas, incluso, diputados del PRO. El jueves debe sesionar la comisión bicameral de Trámite Legislativo, encargada de evaluar el decreto. El gobierno intentará dejarlo afuera del temario, pero la oposición dice contar con el número para imponerse. En caso de que finalmente no haya dictámen, a partir del 15 de agosto las dos cámaras quedarán habilitadas para discutirlo en el recinto.