Pasadas las 14.45, los diputados del PRO Cristian Ritondo, Silvana Giudici y Diego Santilli abandonaron el despacho del titular de la Cámara, Martín Menem. La salida rauda de los tres legisladores del partido amarillo, sector que casi brindaba votos asegurados para la ley ómnibus, paquete fiscal y reforma laboral, marca las complicaciones que tiene La Libertad Avanza (LLA) para el acompañamiento de la oposición al paquete legislativo.
A esto se le suma que los representantes del presidente Javier Milei no tienen firmes los votos del radicalismo y que Hacemos Coalición Federal tienen posturas diferentes sobre cómo se expresarán en temas en particular. A su vez, hay desconfianzas entre las maniobras de los bloques que LLA rotula de "dialoguistas".
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Fuentes del partido amarillo señalaron a El Destape que el trío de macristas se retiró de la reunión, enojados con el oficialismo porque no tiene solucionado los temas internos y con los otros bloques. El fastidio amarillo radicó en que Menem y el oficialismo "siguen negociando por separado" con los bloques.
La interpretación del PRO es que LLA no logra un consenso entre la Unión Cívica Radical (UCR) y Hacemos Coalición Federal sobre la reforma laboral y que este último sector acompaña la iniciativa del partido amarillo. "Pende todo de un hilo", deslizaron. También expresaron su fastidio con los boinas blancas porque el voto del bloque de estos en la ley Bases no está claro
Desde Hacemos niegan que estén a favor del proyecto del PRO, sino que están más cerca del de ellos que el de los radicales. A su vez, aclararon que tienen una propuesta propia sobre el tema. Esta mañana, el titular del bloque, Miguel Ángel Pichetto, anunció que no iba a acompañar al reforma laboral, a a la vez que tildó de "amateur"
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Voces al tanto de la negociación aseguraron que los tres macristas se levantaron en rechazo al impuesto al Tabaco. Los radicales piden que esto figure en el paquete fiscal y no en la ómnibus.
En el caso de Hacemos - y, aseguran, también el bloque de Innovación Federal - están en contra y piden que si lo meten en la ómnibus, será en disidencia y exigirán una votación nominal para que quede claro quienes acompañan. Como sea, el éxodo del despacho de Menem fue desmentido desde el partido amarillo. "El Gobierno decidió sacarlo de la ley bases. El PRO no le pidió nada".
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Por su parte, el radicalismo no tiene seguro el voto de la ley ómnibus e incluso se planteó que la bancada no acompañe el proyecto si no se acompaña la reforma laboral. Fuentes del partido centenario aseguraron que la única forma que se debata es con el paquete legislativo. Expresan, además, su fastidio porque el Gobierno "cerró con la CGT" que no eliminará la obligatoriedad de las contribuciones sindicales
A los radicales les fastidió que Pichetto haya declarado hoy que estaría de acuerdo que tres items de la reforma laboral sean tratados con la ómnibus como la eliminación de multas a empleadores, periodo de prueba y cese laboral. Como sea, desde el PRO creen que lograrán el respaldo de Hacemos.
Al bloque que tiene como titular a Pichetto les molesta la insistencia de los radicales con la reforma laboral, ya que demora aún más el tratamiento de la ómnibus. Según comentaron, los boinas blancas abandonaron el despacho de Menem en el mismo momento en el que Milei tuiteó su opinión sobre la multitudinaria marcha federal universitaria y en la que los acusó de ser quienes "se oponen a cualquier cambio porque han sido los principales beneficiarios del antiguo régimen".
En Hacemos, por su parte, según pudo saber este medio, hay disidencias internas en puntos como las privatizaciones. Los socialistas se sabe que votarán en contra, ya que pretenden que pase por el Congreso caso por caso, pero también, en el caso puntual del Banco Nación, tres cordobeses: Natalia De la Sota, Juan Fernando Brugge e Ignacio García Aresca. La propuesta es conservar la "acción de oro" y piden un cambio en la redacción. El chubutense Jorge Antonio Ávila no acompañaría la reforma de Impuesto a las Ganancias.
En representación del oficialismo se hicieron presentes en el despacho de Menem a Cordero, el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y la secretaria de Planeamiento, María Irazabal Murphy. El propio titular de la Cámara iba y volvía. En horas del mediodía, además de los diputados de la oposición, también se vio entrar al despacho de la Presidencia una tabla de picadas y empanadas.
Hay escepticismo en la oposición, tanto sobre cómo se hará para dictaminar mañana, como de la forma de llevar adelante una sesión con el mega paquete legislativo de los tres proyectos. Voces parlamentarias que conocen el funcionamiento del Congreso estiman que se debe ordenar el tratamiento del proyecto a partir del dictámen y que no se desbande en el tratamiento en particular de los artículos, misión que, consideraron, debe estar al mando del titular de la Cámara.
"Están todos hinchados las pelotas", comentaban en los pasillos desde el peronismo (omitido por el oficialismo en las negociaciones, al igual que la izquierda) en referencia a uno de los bloques dialoguistas. El tratamiento de un proyecto, que entró a la Cámara en enero, y todavía sigue siendo tema de debate parlamentario es motivo de fastidio en los legisladores de la oposición. "Hay mucho espíritu para terminar el tema", comentaron.
De todos modos, desde el oficialismo mantenían la intención de convocar mañana a comisiones para llamar a sesión la semana que viene. La expectativa, como se barajaba, era sesionar el 29 y el 30. De todos modos, las negociaciones continuaban con los dialoguistas y estaban en etapa de poroteo.