La otrora oposición dialoguista prepara en silencio una ofensiva contra la andanada de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) con los que Javier Milei pretende gobernar de espaldas al Congreso. En la estrategia se unen desde diputados del bloque de Miguel Ángel Pichetto hasta el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) e implica una construcción opositora amplia y transversal. Incluye no sólo el rechazo a los últimos DNUs del Gobierno sino también la sanción de una nueva ley que regule y limite las atribuciones del presidente en la materia.
Las conversaciones están avanzadas y los ¿ex? dialoguistas introducirán el tema en las próximas semanas mediante dos vías. Por un lado, impulsarán el tratamiento para su rechazo del decreto del ministro de economía Luis Caputo para canjear deuda sin límites. También habrá profunda discusión sobre el que dispone a Aerolíneas Argentinas como empresa “sujeta a privatización” publicado hoy.
Se sumará a la embestida contra el veto al aumento del presupuesto universitario. Una fracción del PRO y el bloque Innovación Federal de Pamela Calletti impedirán que el Presidente vuelva a celebrar con los “héroes del congreso”.
“Milei nos junta, las conversaciones entre todos están germinando”, señala ante El Destape un diputado Pichettista, ex PRO. “Saca un decreto por semana”, analiza al tiempo que proyecta que la tendencia a gobernar por decreto se va a profundizar con el correr de los meses. “Tiene 3 años de gobierno por delante y con este nivel de desgaste no vemos otra alternativa”, indica.
En el detalle del armado están Nicolás Massot y Emilio Monzó del bloque Encuentro Federal, los radicales Pablo Juliano y Fernando Carbajal a los que se suman Germán Martínez de UP y el FIT. Además de impulsar el rechazo de las últimas publicaciones en el Boletín Oficial, la avanzada incluye modificar la ley 26.122 que legisla la aprobación y rechazo de decretos por parte del Congreso. Se busca construir un escudo permanente de acá en adelante. En la cámara de Diputados hay varios proyectos y los involucrados especulan hasta con impulsar el debate del más duro de todos los textos. El que presentó Patricia Bullrich cuando era legisladora.
Las opciones para limitar los decretazos de Milei son: que cada dnu pierda vigencia si transcurre un plazo determinado sin ratificación parlamentaria o sin ser aprobado por ambas cámaras o si es rechazado sólo por una cámara. En la actualidad cada DNU entra en vigencia desde su publicación en el Boletín Oficial y para que quede fuera de juego es necesario que sea rechazado tanto por Diputados como por Senadores. “Buscamos un modelo racional. A Milei le queda muy cómodo legislar a través de decretos”, declara otro de los involucrados. La búsqueda es que tengan los mismos requisitos de aprobación que una ley, con doble conforme.
Si bien el consenso es amplio y aúna a fuerzas políticas diferentes, aún no están los respaldos para rechazar el gran decreto 70 con el que el Gobierno inauguró su gestión. Es que los radicales y pichettistas sostienen que, si bien fue dramática su aplicación en por ejemplo desregulación de prepagas, resultó virtuoso para inquilinos. “Necesitamos una nueva ley de alquileres antes de derogar el DNU”, indican en el espacio federal.