La diputada del Frente de Todos Mónica Macha homenajeó al intelectual peronista Horacio González, quien falleció hace pocas semanas de coronavirus. Las palabras de la legisladora emocionaron al recinto y destacaron el pensamiento del militante peronista
Durante la sesión en la Cámara Baja, la dirigente de Nuevo Encuentro expresó: “La muerte de Horacio González nos deja a la intemperie. Pero como diría Horacio, debemos alimentarnos de esa intemperie y de ese dolor, porque su historia lo reclama y es justo para con su recuerdo y el lugar que ocupa no solo en nuestras vidas, sino en la vida intelectual y social de nuestro país”.
“Homenajear a Horacio sería seguir su legado. Pero eso, todas y todos sabemos, es imposible. Porque Horacio González es irrepetible, es imposible de continuar, es él mismo una tradición. Podemos heredar sus ideas y cuidarlas y transmitirlas y mantenerlas vivas. Podemos ser sus discípulas y discípulos. Pero eso inconcluso e imposible que queda con la partida de Horacio debe ser también nuestra potencia y nuestro horizonte. Habitar esa incertidumbre que tenemos a partir de ahora sin Horacio. Esa incertidumbre de ideas y procesos históricos que nadie ha habitado como él”, manifestó Macha.
Acto seguido, valoró la posición crítica que siempre tuvo el intelectual y que “nunca se calló”. En esa línea, marcó: “Para mí su voz crítica, aun con nuestros gobiernos, era una voz de militancia, de compromiso, de fidelidad intelectual. Si Horacio criticaba algo era porque le importaba el destino y la contingencia de nuestra patria, era porque se sentía parte de ese proceso”.
Macha describió que “escuchar a Horacio fuera de los ámbitos públicos, en una cena o en una reunión de amigos, era igual que afuera" y que "no había un González público y un Horacio privado en términos políticos". A lo que sumó: "La conversación era su política, su ámbito, su territorio. Nunca una voz sola o dislocada. Siempre tensada, en contrapunto, pensando las otras vidas posibles”.
En esa línea, la diputada calificó que “el pensamiento de Horacio es un pensamiento repleto de hallazgos, paradojas, sublevaciones, irrupciones, es un pensamiento de la conversión". A lo que agregó: "Convierte una cosa en otra. Tiene esa capacidad intelectual y mágica” y prosiguió: “Así era Horacio. No entregaba nada, todo lo usaba a favor. En todo encontraba una potencia. No había en él desperdicio o quizás todo fuera desperdicios, hilachas, fragmentos, esquirlas”.
Macha destacó el pensamiento crítico del intelectual y el rol que cumplía para cuestionar el proyecto nacional y popular par que se fortalezca: “Tenía una virtud aun más excéntrica y preciosa: fue un intelectual en el barro de la gestión estatal. Diez años en la conducción de la Biblioteca Nacional. Diez años en los que la Biblioteca Nacional se convirtió en un laboratorio abierto de experiencias y prácticas culturales tan populares como sofisticadas. Porque eso era también Horacio, el encuentro del sentir popular, de las reivindicaciones del subsuelo de la patria, en plena explosión con la más sofisticada y artesanal arena intelectual”.
Por último, expresó: “Amamos a Horacio González y de ese amor nos vamos a alimentar para seguir haciendo de nuestra vida política y social un espacio de libertad”.