Aunque desde el 1º de febrero el presidente Alberto Fernández convocó a sesiones extraordinarias con un listado de 18 proyectos, la Cámara de Diputados todavía está lejos de llegar a llamar a una sesión antes de que inicie el período ordinario. En el medio, la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque del Frente de Todos alteró el trabajo y ahora su sucesor Darío Martínez lleva adelante una serie de reuniones en las que busca armonizar la interna para luego avanzar en el diálogo con Juntos por el Cambio. Apoyo de Massa para mantener la unidad y construir consenso con la oposición. Cecilia Moreau y Paula Penacca seguirán en sus cargos en el bloque.
Martínez no lleva ni dos semanas en su cargo, pero mantiene un frenético ritmo de trabajo con encuentros mano a mano con cada legislador de su bloque. Apenas le restan unos 15 legisladores de los 118 que componen la bancada oficialista. “Es momento de contener, escuchar y conversar”, repite en cada entrevista. Y la espuma va bajando tras la nueva crisis interna que generó la renuncia de Kirchner. Una muestra de ello fueron las tres reuniones que esta semana tuvo Martínez con Moreau y Penacca, a quienes Martínez nunca quiso reemplazar y tienen el respaldo del bloque para seguir como vicepresidenta y secretaria parlamentaria, respectivamente. Los tres representan la síntesis de la coalición en el bloque. Martínez, referenciado en Agustín Rossi, es en ese tridente el que representa la postura más cercana a Alberto Fernández mientras que Moreau representa al Frente Renovador y Penacca a La Cámpora.
En paralelo, aunque no muy avanzado, el oficialismo arrancó el diálogo con Juntos por el Cambio por el armado de las comisiones. La negociación pasa por cuántas comisiones de importancia se queda JxC y la representación en cada una de ellas. De las 46 comisiones permanentes que hay solo la de Presupuesto está conformada. La oposición muestra músculo y quiere hacer valer el triunfo en la última elección por lo que quiere que su representación parlamentaria (tiene 116 diputados) se vea reflejada en mayor presencia en las comisiones clave como, por ejemplo, legislación general y asuntos constitucionales. Y repetir el esquema conseguido en presupuesto, en la que de los 49 integrantes (sacando al presidente que es el oficialista Carlos Heller) son 23 para cada coalición. Los otros dos pertenecen a bloques pequeños.
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Como en esta última, en ninguna de las otras dos reclamará la presidencia Juntos por el Cambio, ya que son órganos importantes para el funcionamiento del Gobierno. “No vamos a hacer ninguna movida para quedarnos con una comisión de gestión”, aseguran desde la oposición a El Destape. “Sin desestabilizar nada, queremos el grado de representación que nos dio el voto”, agregan.
Las bancadas están trabajando en un acuerdo de funcionamiento para el armado de las comisiones. Algunas de las comisiones que quiere Juntos por el Cambio son las de justicia, agroindustria y seguridad, además de presidir alguna bicameral que le toque a la Cámara. Todas áreas donde el discurso opositor se hace fuerte y desde donde puedan impulsar proyectos prometidos en la última campaña.
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En el oficialismo saben que la derrota electoral los dejó desde una posición de debilidad para negociar, por eso Martínez negocia con la premisa de mantener la mayor cantidad de resortes en las comisiones, varias de ellas mencionadas antes, que hacen al funcionamiento de la Cámara. No solo Martínez lleva adelante esas conversaciones, también lo hacen Penacca con la diputada del PRO Silvia Lospennato y Sergio Massa con Cristian Ritondo, Mario Negri y Juan Manuel López.
El presidente de la Cámara de Diputados mantuvo un encuentro con los tres representantes de los principales bloques de JxC el miércoles pasado, antes de que la bancada del PRO deliberara sobre el acuerdo con el FMI y la reforma del Consejo de la Magistratura, dos proyectos que serán de mucha discusión estos meses. Trabaja no solo en encauzar la interna del frente sino también en el diálogo por las comisiones tanto puertas adentro como con los bloques de la oposición.
Massa tomó mayor protagonismo ahora con Kirchner en un segundo plano, aunque muestra perfil bajo. Mantienen un muy buen vínculo y hasta intentó revertir la decisión del líder de La Cámpora y hasta llegó a conocer de antemano el borrador de su carta de renuncia. También estuvo presente en Casa Rosada, en las horas decisivas para llegar a un entendimiento y se encargó de articular contactos con congresistas y empresarios estadounidenses como también con los locales.
¿Por qué todavía no se pusieron de acuerdo? A la medición de fuerzas de ambos se le suman observaciones a las internas de ambos. Desde el Frente de Todos dicen que no avanza la negociación porque “para bailar hacen falta dos” y los de Juntos por el Cambio “vivieron de reuniones esta semana”, en referencia a los encuentros que cada bloque hizo para llevar sus posturas a la cumbre de la mesa nacional el jueves. Además, aseguran que el ida y vuelta es complicado porque cada propuesta tiene que ser puesta a consideración entre los siete bloques de JxC. En contraposición, en la alianza opositora afirman que “ellos tienen un quilombo bárbaro y no sesionamos porque no quieren”. Tras el cortocircuito por el paso al costado de Kirchner, observan que el FdT “todavía no está ordenado”.
¿Y la sesión?
Una vez que se resuelvan las conformaciones de las comisiones será el momento de sentarse a dialogar para avanzar en el tratamiento de proyectos. No solo deberá tener que conseguir el Gobierno un temario consensuado con la oposición sino que también tendrá que lograr armonizar posiciones internas frente a determinadas iniciativas.
Una vez que Martínez tenga un preacuerdo, llamará a los diputados para constituir comisiones y según cómo evolucione este trabajo espera tener una sesión antes de fin de mes. Pero no hay apuro ni en el oficialismo ni en la oposición ya los proyectos que están en el temario de extraordinarias no son temas que si esperan una o dos semanas más, dentro del período ordinario, generen un problema en la gestión.
Acuerdo con el FMI
Esta semana, Juntos por el Cambio lanzó un guiño al oficialismo de cara al debate de un acuerdo que aún no está pero que el Presidente le encomendó al ministro de Economía, Martín Guzmán, que acelere la gestión para cerrarlo en los próximos días. Los presidentes de los partidos que integran JxC expresaron su posición "positiva sobre el principio de entendimiento" y que si bien definirán su estrategia parlamentaria cuando esté la letra chica, pusieron como condición que no haya un aumento de impuestos o creación de nuevos. Algo descartado en el oficialismo y que Massa, quien este año promoverá nuevos proyectos de alivio fiscal, se lo transmitió a Negri, Ritondo y López.
Mientras tanto, en el Frente de Todos todavía es incierto el comportamiento que tendrá el bloque, por eso hablan de que el respaldo será “mayoritario” pero no “unánime”. El diputado Itai Hagman habló de que hay “30 que se van a abstener”, pero ni en el Patria ni en Rosada dan por confirmado ese número. Martínez cree que no es momento de contar los votos, sino “conversar para luego convencer” a sus compañeros de coalición para que acompañen el acuerdo. El kirchnerismo espera un proyecto paralelo como un nuevo impuesto a las grandes fortunas para que los aliente a acompañar el pacto.
La rosca por las comisiones sigue. El oficialismo calma la interna e intenta sostenerse bajo el lema “unidad en la diversidad”. Mientras, negocia con Juntos por el Cambio. La posibilidad de una sesión extraordinaria es cada vez más lejana. El equipo de asesores de Alberto Fernández empezará a trabajar en estos días en el discurso que llevará a la apertura de sesiones para mostrar el estado de la gestión, pedir por proyectos trabados que son necesarios para profundizar la reactivación económica y anunciar nuevos. ¿Será uno de esos el acuerdo con el FMI? Marzo y abril prometen ser un meses de mucha actividad en el Congreso.