Diputados: Moreau negocia con la oposición un temario de consenso para la próxima sesión

Ya sin la presencia de Sergio Massa, la Cámara de Diputados se acomoda a la gestión de Cecilia Moreau. La ahora presidenta del cuerpo busca seguir la línea de su líder político y acelera contactos con los presidentes de los bloques de la oposición para consensuar una agenda de leyes para tratar en la próxima sesión. Uno de los que el Frente de Todos quiere sumar es el de agroindustria, pedido por el ministro de Economía cuando dejó su cargo en el Congreso. Sin margen para temas que tensionan las coaliciones, el gran debate de acá a fin de año pasará por el Presupuesto 2023.

La intención del oficialismo es sesionar a fin de mes y la fecha tentativa es el miércoles 31 de agosto, aunque en un principio se barajó el 24. El último día del mes estaba prevista la presencia del jefe de Gabinete, Juan Manzur, para presentar su informe de gestión en la Cámara baja pero por los últimos cambios en el Gabinete postergó su primera presencia allí para el 14 de septiembre. Allí, responderá 3.926 preguntas y lo esperará una oposición que cargará fuerte por la situación económica.
 

En su segunda semana al frente de Diputados Moreau entabló diálogo con distintos presidentes de los más de 20 bloques que integran la Cámara y les aseguró que busca garantizar el funcionamiento del cuerpo con los debates en comisiones y para acordar una agenda que incluya temas de los distintos espacios. “Se puso a disposición y les pidió que le lleven la agenda legislativa que buscan impulsar”, contaron fuentes del oficialismo a este medio.

“La voluntad es dialogar y avanzar sobre un temario de consensos”, describieron. Moreau, quien es la primera mujer en ocupar este cargo, sabe que su desafío es doble debido a la abstención y duras críticas de Juntos por el Cambio al momento de su elección. Tanto el Frente de Todos (117 bancas) como Juntos por el Cambio (116 bancas) están atados a la dificultad de llegar al quórum de 129 para iniciar una sesión e impulsar una iniciativa propia sin acuerdo.

También en la búsqueda de consenso trabaja el titular del bloque del Frente de Todos, Germán Martínez. Según supo El Destape de fuentes legislativas, el temario podría incluir los proyectos de Enfermería, que esta semana tuvo dos dictámenes diferentes, pero que oficialismo y oposición confían en que llegarán a un dictamen unificado; como también el de Alcohol cero que empezó a debatirse en estos días y el del fomento a la Agroindustria. Este último fue uno de los cuatro proyectos que Massa pidió que sean sancionados cuando renunció a la presidencia de la cámara. Es el único que está en Diputados ya que los otros tres ya habían pasado al Senado: blanqueo para la construcción y las promociones de la industria automotriz y de la bio y nanotecnología. Esta semana, la cámara que preside Cristina Kirchner convirtió en ley la primera de esas y resta que avance en la sanción de las otras dos.

Respecto al proyecto de fomento de la Agroindustria, se espera el miércoles la presencia del secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, a participar del plenario de comisiones para exponer sobre el proyecto que busca mayor industrialización en la actividad agropecuaria para exportar con mayor valor agregado, a través de la incorporación de inversiones y de mayor tecnología. En la oposición no ven con malos ojos la iniciativa aunque un sector de Juntos por el Cambio, en sociedad con el reclamo de la Mesa de Enlace, coló el reclamo por la reducción hasta la quita de retenciones para el campo y esta situación traba la discusión. “Vamos a ir con una posición unificada”, avisaron desde el interbloque para exhibir unidad luego de las tensiones de los últimos días.

En este proyecto está interesado el Consejo Agroindustrial Argentino, conducido por las cerealeras y grandes exportadoras, de ahí que la Mesa de Enlace se muestre en contra y, en consecuencia, la alianza opositora ponga trabas. Por lo tanto, el desenlace de este proyecto estará atado a la evolución de la relación entre el Gobierno y las entidades. El viernes, el ministro Bahillo se reunió con los representantes de la Sociedad Rural Argentina, Coninagro, Federación Agraria Argentina y Confederaciones Rurales Argentinas; y pactaron un nuevo encuentro dentro de 10 días.

Lejos están, al menos por ahora, de ser tratadas iniciativas como la del fondo para pagarle la deuda al Fondo Monetario Internacional que impulsa el Frente de Todos o la modificación a la ley de Alquileres. Sobre esta última, en la oposición hay un consenso en que el PRO llevó al extremo la postura de toda la alianza al rechazar cualquier tipo de índice para la actualización de precios y plazos.

“Macri mira los proyectos y si va en contra de lo que piensa Milei, los veta”, lanza un diputado con chicana al partido amarillo sobre este “modus operandi” que vincula al ala más intransigente que busca una alianza con el libertario en contraposición a lo que quiere Elisa Carrió y la Unión Cívica Radical. En contradicción con lo que son sus principios fundacionales, como la defensa de la cultura y la educación, votó en contra o se abstuvo para otorgar beneficios a las industrias culturales por el discurso liberal de buscar recortar el gasto público. “El vigilante ideológico de los radicales es Milei”, describen.

Otro proyecto que está pendiente de tratamiento es el de Electromovilidad, que parece no contar con un apoyo unánime ni siquiera dentro del Frente de Todos por reclamos de las provincias petroleras. En los cajones de las comisiones también duermen los distintos proyectos enviados por Alberto Fernández sobre reformas judiciales, como la modificaciones a la composición del Consejo de la Magistratura y la creación del fuero Penal Federal. 

Si bien la búsqueda de consensos como prioridad se mantiene con Moreau, la relación y la forma de trabajo con la presidencia de Diputados es lo que aseguran cerca de Massa que cambió con el arribo del tigrense a Economía. Más allá de haber quedado en manos de alguien de su estrecha confianza, como ejemplo de esa situación describen que  la “coordinación absoluta” en cuanto a los proyectos que el Ejecutivo motoriza y planifica enviar para evitar sorpresas y falta de consenso dentro y fuera del Frente de Todos. “Antes llegaban proyectos y no sabíamos si teníamos los votos”, afirman.

Para septiembre quedará la visita de Manzur y el Presupuesto 2023. Ante la imposibilidad de que lleguen al recinto otros temas capaces de generar cambios sustantivos ante los problemas actuales, la “ley de leyes” promete el mayor debate en lo que queda del año parlamentario. Tras el fracaso del año pasado que hizo que el gobierno de Alberto Fernández se quede sin presupuesto para este año, el desafío del oficialismo será generar los consensos necesarios para aprobar una ley clave frente al año electoral y que tendrá a Massa como su principal defensor.