El 2020 podría cerrar como un año de ampliación de derechos. El Congreso de la Nación se encamina a sancionar la ley de interrupción voluntaria del embarazo y el plan de acompañamiento durante el embarazo y los primeros tres años de vida de los niños y niñas. Esta tarde las comisiones que debatieron el aborto legal en Diputados firmarán el dictamen y se confirmarán dos modificaciones que abrirían la puerta para un acuerdo en el Senado, la Cámara más complicada y conservadora del palacio legislativo. Con los cambios, estiman desde el sector verde, estarían asegurados los votos para aprobar el proyecto la última semana de diciembre.
Un día antes del histórico debate en Diputados, la presidenta de la comisión de Legislación General - cabecera del plenario -, Cecilia Moreau, confirmó dos cambios al proyecto. Los y las integrantes de las cuatro comisiones que debatieron el texto la semana pasada firmarán hoy, a partir de las 16:30, la iniciativa que llegará el jueves al recinto.
Las modificaciones estipulan la inclusión de la objeción de conciencia para instituciones privadas religiosas, algo que generó rechazo en la militancia feminista, y la obligatoriedad del acompañamiento adulto a personas gestantes de entre 13 y 16 años. El proyecto entendía que a esa edad ya estaban preparadas para hacerlo solas.
Una particularidad del tratamiento del proyecto fue su debate y negociación paralela entre diputados y senadores. El objetivo de primera fue lograr que se aprobara sin ningún cambio, como lo envió el Ejecutivo. El de segunda, al que se encamina el Congreso, es lograr que el texto aprobado en la Cámara Baja sea el mismo que salga en la Alta, sin retoques para evitar la revisión.
La celeridad en el debate es una de las claves. Aprovechar el impulso verde que daría la media sanción de Diputados - esperada para el viernes - para su puesta en consideración en el Senado. Según informaron fuentes cercanas a Cristina Kirchner, la presidenta de la Cámara Baja, esperan que el texto llegue al recinto la última semana de diciembre. Las fechas tentativas son el 29 o 30.
En el Senado la sesión será más corta que en Diputados, donde se espera una jornada maratónica de alrededor de 30 horas. Es por una cuestión lógica, son 72 legisladores contra 257. Sin embargo será más ríspida. A diferencia de la Cámara Baja, conocida como la representación del pueblo, la Alta es la representante de las provincias y el rol de los gobernadores será clave.
En Diputados el debate será presencial con algunas decenas de excepciones vinculadas a personas mayores de 60 años, con alguna enfermedad inmunodepresora o mujeres embarazadas. En el Senado, en tanto, aún tiene vigencia el protocolo de debate remoto y, a menos que haya algún acuerdo en éstos días, el proyecto se trataría de forma virtual.