Cuando todo parecía que la sesión de Diputados en la que se le dio media sanción al proyecto de legalización del aborto iba a terminar sin cruces, Sergio Massa y Cristian Ritondo protagonizaron un intercambio que alteró por breves minutos el clima en el recinto.
El jefe de los diputados del PRO se quejó de que en los palcos había presencia de militantes verdes (a favor del aborto legal) que no estaban autorizados y acusó al presidente de la Cámara de Diputados de incumplir el acuerdo de Labor Parlamentaria. "Hoy rompió la palabra, esto no se hace", acusó Ritondo.
"Hemos hecho todos un esfuerzo grande, planteamos una burbuja. Habíamos aceptado es que vengan funcionarios que habían trabajado, no invitaciones en general", siguió el exministro de Vidal. Y sumó: "Rompió la burbuja y me parece que no tiene sentido todo lo que venimos haciendo en estas semanas".
Por su parte, Massa intentó bajar los ánimos con la explicación de cómo se trabajó en torno a los controles sanitarios en medio de la pandemia de coronavirus. Mientras Ritondo le reclamaba con tono elevado "igualdad de reglas para todos", Massa le apuntó: "Diputado, la misma cantidad para ambos grupos. Todos tienen PCR hecho y están a disposición por secretaría".
Ese enojo tuvo una advertencia previa. Minutos antes de reaccionar así, Ritondo se había acercado al estrado y, según relataron fuentes presentes en el lugar, le pidió a Massa: "Bancame que te tengo que hacer quilombo porque me están puteando mucho adentro". La frase fue en relación a los celestes y el ala dura macrista que veía como el oficialismo se encaminaba a un triunfo legislativo con un proyecto que formó parte de su campaña electoral.
Asimismo, Ritondo le pidió al secretario administrativo Rodrigo “Rodra” Rodríguez y al prosecretario general Juan Manuel Cheppi que mantengan el orden de la sesión cuando se conozca el resultado, que de por sí ya se sabía que iba a ser un triunfo verde. Sabiendo del fuerte malestar celeste en el interbloque macrista, Ritondo había advertido que si los legisladores verdes se iban a festejar, no iba a sostener la sesión para que continuase con el tratamiento de la iniciativa por el "Plan de los mil días", que se aprobó luego con 196 votos.
Desde ambos interbloques (Frente de Todos y Juntos por el Cambio) le detallaron a El Destape el detrás de escena de ese cruce que no alterará la buena relación que ambos tienen. Como si fuese un partido de fútbol, todo quedará ahí.
En el Frente de Todos aseguran que la alianza opositora de Juntos por el Cambio tuvo una fuerte interna entre verdes y celestes durante toda la jornada, como fue en 2018 cuando esa elección quebró el interbloque en cuanto a las relaciones aunque en los hechos se mantuvo unido. "Tienen mucho conflicto desde hace varias semanas por cómo iban a encarar esta votación", acusan desde la vereda de en frente. De los 111 votos de Juntos por el Cambio, 69 fueron en contra y 42 a favor.
Desde el principal espacio opositor aseguraron que "se desproporcionó" al final del debate y señalaron que fue "una picardía" del oficialismo que a último momento "jugó para la tribuna". "Solo podían ir funcionarios que hayan trabajado en el tema. No queríamos un Boca-River, una tribuna donde unos lleven verdes y otros celestes", señalaron.
Si bien hubo votos verdes y celestes en ambos espacios y no hubo discursos de cierre ya que la intención fue que haya libertad de acción para los legisladores y que no quede expresada la posición de un espacio en boca de los jefes de bancada, pareciera que en Juntos por el Cambio las heridas tras una votación muy discutida como esta son más profundas.
Cn el deseo de que este día pase rápido para calmar las aguas puertas adentro del interbloque, aseguran que enojo de Ritondo solo obedeció a un incumplimiento de lo pactado para el debate. "Pactás reglas y las rompés, es obvio que te calentás", lanzaron.