En medio del escándalo por las clases presenciales y la desobediencia del Gobierno porteño frente a un fallo de la Justicia federal, Horacio Rodríguez Larreta se sacó una foto con un intendente del Grupo Dorrego, Julio Garro, en un encuentro signado por la gestión frente a la segunda ola de coronavirus. Sin embargo, la reunión no estuvo exenta de interpretaciones políticas y la construcción de la imagen de mandatario de la Ciudad en el territorio bonaerense. Mientras tanto, desde la calle Uspallata celebraron una presunta apertura casi total de escuelas y minimizaron el paro de los gremios docentes, que tiene un acatamiento prácticamente total.
Desde La Plata aseguraron que junto a la Ciudad de Buenos Aires vienen mantienen planteos similares en cuanto a la necesidad de aprender a convivir con el virus sin afectar la actividad económica y sin restricciones que generen mayores problemas. En ese sentido, las clases presenciales estuvieron en el centro de la agenda del encuentro, más allá de las diferencias normativas que tienen ambos distritos. Diferencias que limitan a los municipios a presentarse ante la Justicia.
Rodríguez Larreta decidió no acatar un fallo de la Justicia federal y el miércoles volvieron a abrir las escuelas en la Ciudad. Según el Ministerio de Educación porteño, abrieron normalmente el 94% de los colegios, un promedio entre el 99% de apertura privada y el 91% de la estatal. Para el Gobierno porteño, el acatamiento al paro docente fue bajo porque hay 17 gremios "y sólo pararon los dos más grandes y un par de chiquitos".
Cerca de Rodríguez Larreta negaron que cualquier jugada en torno a las clases presenciales sea una movida electoral, haya sido diseñada por Mauricio Macri o haya sido fruto de algún tipo de presión contra el Jefe de Gobierno y confiaron en que el dirigente saldrá bien parado de la situación ya que consideraron acertada la desobediencia. Desde la Ciudad luchan por una supuesta intervención de la autonomía porteña. Para ellos el Gobierno nacional buscó legislar sobre cuestiones delegadas a los distritos, como la educación, sin comprender que en realidad se trata de un paquete de medidas sanitarias para contener la curva de contagios de Covid-19.
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Sin embargo, la situación está lejos de ser calma y unánime: "Ya son miles las y los docentes, estudiantes y familiares que se contagiaron desde el comienzo de las clases presenciales. Todos los días se cierran burbujas por casos positivos y la gestión de Larreta sigue sin garantizar hasta los cuidados mínimos", publicó Angélica Graciano, secretaria general de UTE, en sus redes sociales y pidió que "si tanto les importa la educación", inviertan más en ella. "¿Por qué defendemos la suspensión de la presencialidad escolar? Porque el sistema de salud porteño está cerca de colapsar, porque las nuevas cepas impactan más en los niños. Porque el gobierno porteño no acondicionó las escuelas para evitar la propagación del virus", argumentaron desde el gremio.
En la Ciudad, los legisladores del Frente de Todos también rechazaron la actitud del Gobierno porteño. "Mientras que la fuerza política de Macri y Larreta llaman a la desobediencia civil frente a las decisiones que tomó el presidente de la Nación para preservar la vida, el Jefe de Gobierno se suma a la cruzada negacionista desobedeciendo nada menos que un fallo judicial, poniendo en riesgo la vida de las y los habitantes del área metropolitana, dijo el diputado local Matías Barroetaveña que también presentó un pedido de informes para exigir al Ejecutivo información sobre cómo procederá en las próximas semanas en relación al posible colapso de sistema público si siguen estas cifras de contagio.
Mientras tanto, desde los ministerios de Educación y Justicia y Derechos Humanos de Nación se envió una carta a las cámaras que nuclean a los colegios privados para que garanticen la educación no presencial o en contexto virtual hasta el 30 de abril, fecha de vencimiento de la medida sanitaria. Se remarcó que el fallo del Juzgado Federal en lo Contencioso Administrativo N° 2 dispuso dejar sin efecto la medida cautelar de la Justicia porteña que rehabilitó la apertura de colegios.
El Gobierno nacional enfatizó que las autoridades de la Ciudad llevaron adelante un accionar, el de desoír el fallo, "pasible de responsabilidad penal, ya que podría encuadrarse en los delitos de desobediencia y violación de medidas adoptadas para impedir la propagación de una epidemia, además de las posibles sanciones por el incumplimiento de la medida judicial, lo que expresa la irresponsabilidad política y jurídica a la que han arrastrado a toda la ciudadanía". Una decisión que generó más incertidumbre que certezas en las familias.
Por eso, les recordaron a los colegios privados que tienen "la obligación de arbitrar los medios para que alumnas y alumnos reciban clases no presenciales y las y los trabajadores no sean forzados a exponer su salud" en un contexto de pandemia. Este jueves el ministro Nicolás Trotta se reunirá con el SADOP, gremio que nuclea a los docentes de colegios de gestión privada, para "regularizar la situación de los trabajadores afectados habiendo recibido denuncias por parte de sus afiliados".
Carrera hacia el 2023
Desde el Gobierno porteño le bajaron el tono al encuentro de Larreta con Garro y aseguraron que se reúnen varias veces al mes para debatir e intercambiar ideas de gestión en general, no sólo en torno a la pandemia. Si bien la reunión fue para charlar estrictamente del coronavirus, la foto sí generó revuelo político porque el mandatario de la Ciudad recibió al intendente de la capital provincial en el marco de un trabajo político que viene tejiendo relaciones hace tiempo con el objetivo de pensar en los comicios y fortalecer al PRO dentro de Juntos por el Cambio.
Garro transita su segundo mandato y una ley votada en 2016 limitó las reelecciones de los jefes comunales, sin embargo no dejó del todo claro si su vigencia abarcará al 2015 o no lo hará. De no hacerlo, Garro podría tener el camino preparado para volver a las urnas pero es algo que hoy no pareciera barajarse aunque aseguraron que estará donde sea necesario para ayudar a que Cambiemos vuelva a gobernar en la provincia.
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El intendente de La Plata está más cerca de Larreta y de María Eugenia Vidal que de Mauricio Macri o Patricia Bullrich. Aún nadie sabe quién será el candidato para gobernar el distrito más populoso del país, si bien suenan algunos nombres como el de la ex gobernadora, el intendente de Vicente López, Jorge Macri o el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli.
Más allá de eso, aseguraron que desde el Grupo Dorrego, también integrado por el jefe comunal de Lanús, Néstor Grindetti, y el de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, trabajan para que la oposición logre un mejor resultado electoral en la provincia este año con el objetivo de volver a ser gobierno en 2023.