Si bien las clases presenciales en la provincia de Buenos Aires volvieron el 17 de febrero con un poco más de un millón de alumnos y alumnas a las aulas, este lunes 1 de marzo el inicio de las mismas quedará formalmente abierto y, producto de la pandemia, los protocolos presentados en octubre de 2020 fueron actualizados y modificados.
De esta forma, cada uno de los establecimientos educativos, públicos o privados, organizará la presencialidad a partir de las nuevas pautas y protocolos, y en base a sus características tales como la infraestructura, los servicios y el personal docente y auxiliar. Uno de los cambios más importantes es que habrá distintos tipos de presencialidad: completa; semipresencial o combinada; o de continuidad pedagógica no presencial.
Presencial o combinada, los distintos tipos de clases en la provincia de Buenos Aires
Según detalla el nuevo protocolo presentado por la Dirección General de Cultura y Escuelas bonaerense, “para los y las estudiantes en condiciones de asistir se debe procurar la máxima presencialidad posible garantizando las pautas de distanciamiento social, de ventilación y las demás pautas obligatorias para la mitigación del riesgo”. El modelo de presencialidad completa supone clases de lunes a viernes, con una duración de jornada simple, es decir, 4 horas.
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El de presencialidad combinada o semipresencial alterna clases presenciales con actividades educativas no presenciales; una semana en las escuelas y otra semana de manera virtual. Las mismas se llevarán a cabo cuando las aulas “no cuenten con el espacio suficiente para asegurar el distanciamiento social y la institución educativa no tenga espacios complementarios que permitan garantizar el cumplimiento de las pautas obligatorias de cuidado”.
De esta forma “las secciones se dividirán en subgrupos que alternarán la asistencia presencial en bloques semanales de días de clases. Si la sección se subdivide en dos grupos, se alternarán las clases presenciales de forma tal que cada subgrupo tenga clases presenciales durante una semana y realice actividades educativas no presenciales, la semana siguiente”.
Asistencia programada
En la modalidad de enseñanza de presencialidad combinada o semipresencial se podrá aplicar la de asistencia programada, ¿de qué se trata?
La nueva estrategia propone formar grupos de estudiantes de mayor tamaño que lo que indica la capacidad máxima del aula con la condición que, dentro del grupo haya un pequeño conjunto de estudiantes, que por día y de forma rotativa, no asista a la escuela durante los días en que el grupo tiene programadas sus clases presenciales.
De esta manera queda asegurado que en ningún momento la cantidad de estudiantes que asisten en forma simultánea supere el umbral definido por la capacidad del aula.
A modo de ejemplo, si en un aula entran 18 estudiantes pero el grupo está conformado por 20, se puede organizar la presencialidad para que rotativamente haya dos estudiantes que no concurran a clase cada día.
La tercera metodología de la vuelta a las clases será con una continuidad pedagógica no presencial como funcionó durante el 2020. “En el caso excepcional que las y los estudiantes que, por razones de salud pertenezcan a grupos de riesgo; convivan con personas que pertenecen a grupos de riesgo; residan en ciudades con aislamiento social, preventivo y obligatorio pero estudien en distritos con distanciamiento social; y/o pertenezcan a escuelas en las que, por decisión de las autoridades, por un tiempo determinado no puedan habilitarse actividades presenciales”. En ese caso, las clases seguirán siendo de manera virtual.
Medidas de seguridad contra el coronavirus
Dentro de un aula, la disposición de los pupitres deberá permitir una distancia mínima de 1,5 metros entre estudiantes y de 2 metros con el o la docente. Los grupos de alumnos y alumnas se adecuarán a la capacidad del aula, respetando el distanciamiento, siempre y cuando se cumplan las medidas adicionales de higiene, protección, limpieza y ventilación de los espacios.
El uso de tapabocas será obligatorio durante el tiempo que dure la permanencia en la escuela para la totalidad de las y los estudiantes desde el nivel primario en adelante. Es así como las niñas y niños de salas de 3 a 5 años de edad que cuenten con la autonomía suficiente para colocarse y quitarse el tapabocas por sus propios medios, deberían usarlo durante todo el tiempo que sea posible. En cambio las niñas y niños menores de 2 años de edad estarán exceptuados.
En el caso de aquellos y aquellas estudiantes que, por su perfil sensorial u otra característica específica relacionada a una condición de discapacidad, no estén en condiciones de utilizar el tapabocas durante toda la jornada escolar, deberán extremarse las demás medidas de prevención.
Las y los docentes y las y los auxiliares utilizarán antiparras o máscaras de acetato y tapabocas. El personal de la escuela deberá tener vigente el permiso de la aplicación CUIDAR, mientras que las y los estudiantes deberán llevar, en su cuaderno o carpeta, una Declaración Jurada firmada por la persona adulta responsable.
Se efectuará el control de temperatura corporal a todas las personas que ingresen en el establecimiento educativo, y serán admitidas las personas con una temperatura de hasta 37.4º C.
El ingreso y retiro de estudiantes de la escuela se realizará con turno previo o por solicitud del equipo directivo, cumpliendo con las medidas de distanciamiento social y uso obligatorio de tapaboca. Las medidas de higiene, protección, limpieza y ventilación de los espacios serán obligatorios.