El ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, siempre expresó su apoyo al regreso de las clases presenciales. Sin importar la opinión de los docentes, que se exponen al contagio en la movilidad propia de las escuelas, aseguró una y otra vez que no había peligro e impulsó la vuelta de los chicos a las instituciones. Sin embargo, en una reciente entrevista, el funcionario reveló un detalle de su convivencia familiar que contradice su discurso.
En las semanas previas al comienzo de clases, Quirós fue claro en su postura: afirmó que la falta de escolaridad presencial provocaría “un daño irreparable” y planteó que no hay motivos para pensar en una suspensión de las clases en virtud de los protocolos de testeos aplicados por la Ciudad de Buenos Aires, que son de una “altísima calidad técnica”.
"Es un protocolo muy seguro. Intentamos evitar un daño social irreparable a niños que perdieron el vínculo con la escuela", también sostuvo durante una conferencia de prensa, cuando se retomaron las clases presenciales en agosto del 2020. Aun así, como dice el refrán, haz lo que yo digo y no lo que hago.
En diálogo con Romina Manguel, el titular de la cartera de Salud de la Ciudad contó los detalles de su vida familiar desde que sus hijos retomaron las clases presenciales: "Mis hijos, que van a la escuela, que tienen salidas con compañeros en sus burbujas, en mi casa hacen una vida independiente de la mía. Nosotros comemos en mesas separadas, a dos metros de distancia, dialogamos, compartimos el momento, pero tenemos una mesa para los chicos y otra para los adultos".
Fernán Quirós, el ministro de Salud del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que asegura que las escuelas son seguras y que defendía la presencialidad a ultranza, desde que sus hijos van a la escuela, en su casa comen en mesas separadas.
¿Qué hacer en el caso de que no tengas una casa con múltiples cuartos y variadas mesas? Bueno, el ministro también brindó una posible solución: "Es muy importante que los chicos no contagien intrafamiliar. Se comparte con los chicos en la casa, hay casas más pequeñas y ahí lo que se hace es comer en diferentes horarios. Y mientras están en un lugar chico y no muy aireado, barbijo en tu casa. Eso es lo que hay que hacer".