Luego del apoyo público de cinco gobernadores y de la declaración de la Corte Suprema acerca de su competencia sobre el conflicto por las clases presenciales, en la Casa Rosada consideraban que habían salido bien parados del desafío que planteó el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y el insólito fallo de una sala de la Cámara de Apelaciones capitalina desconociendo un DNU. Para esa evaluación también aportaba mucho la llegada de importantes lotes de vacunas de AstraZeneca y Sputnik V, más el anuncio que podrían sumarse dos millones de dosis de Sinopharm desde China. "Vamos a salir bien si efectivamente se reabren las actividades el 3 de mayo y durante estos días vacunamos a fondo. Ahí va a quedar muy claro que todo lo que se hizo tenía un sentido mientras que lo de Rodríguez Larreta quedará ridículo, algo hecho para su interna y para atender a su electorado más ultra", analizaban en un despacho de la Rosada.
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El respaldo de Axel Kicillof se podía dar por descontado porque fue el más insistente acerca de la necesidad de adoptar restricciones con urgencia y de criticar la postura del gobierno porteño de resistencia a cualquier cierre. Ayer no anduvo con vueltas. Consideró "repugnante" la utilización de la Justicia y apuntó a quienes buscan hacer política con la pandemia, un concepto que luego retomó el presidente Alberto Fernández. Pero también se conectaron al acto realizado desde el Museo del Bicentenario en el que se anunciaron obras para la Red de Emergencia Sanitaria Federal Omar Perotti (Santa Fe), Sergio Uñac (San Juan), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Alicia Kirchner (Santa Cruz).
Son gobernadores que suelen mostrar un tono moderado pero esta vez se encargaron de que quedara claro el respaldo a las medidas de cuidado adoptadas por el Presidente, tanto como sus críticas a la actitud de Rodríguez Larreta. "No se judicialicen las medidas que adopta el Gobierno nacional para proteger la salud colectiva. Hay que salirse del epicentrismo de un lugar particular y pensar en todos y todas”, lanzó Gutiérrez, que no pertenece al oficialismo. “Estamos deseando que las políticas en el AMBA vuelvan a tener la coordinación que tuvieron en los inicios, porque todos sabemos que desde allí se traslada al interior, y todo lo que allí se pueda trabajar coordinadamente en la mejora de la salud es un beneficio para todos”, pidió Perotti, quien la semana pasada parecía haber tomado distancia del DNU presidencial. Ayer dejó en claro que no.
Tanto el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, como los ministros de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y de Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, trabajaron en acercar a los gobernadores a las posiciones nacionales. Esperan que no sean los únicos. Hoy habrá más invitados en un acto de lanzamiento de créditos para viviendas y luego también aparecerán empresarios para el anuncio de promulgación de la rebaja de Ganancias.
Ya no quedan palomas
"¿Viste cómo apareció Macri a marcarle la cancha?", comentaban en la Casa Rosada a propósito de los tuits del ex presidente felicitando al gobierno porteño y al fallo judicial. Lo mostraban como una nueva prueba de cómo el jefe de gobierno había dejado atrás sus días de opositor moderado para alinearse con el sector ultra, que a esta altura sería el único en Juntos por el Cambio, ya sin margen para las diferenciaciones. La lectura que hacían en el Gobierno era que Rodríguez Larreta se había visto empujado a la pelea con el Presidente por razones internas y que con esta exposición sólo tributaba a su electorado, perdiendo imagen entre los más moderados que entienden que hoy el principal problema es cuidar la salud de los argentinos. En definitiva, se tratan de restricciones por 15 días.
La declaración de competencia de la Corte Suprema sirvió para traer un poco de racionalidad al conflicto. Los equipos jurídicos del Gobierno, encabezados por el procurador del Tesoro, Carlos Zannini, terminaban de pulir anoche la argumentación que planeaban presentar hoy ante el máximo tribunal. "Tenemos que evitar que el sistema de salud se desborde y eso es una responsabilidad del Gobierno nacional", explicó la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, quien, si bien escribió el decreto de la controversia, aclaró que no participa de la defensa jurídica, que corresponde a otras áreas. No obstante, adelantaba la línea argumental, que irá por el lado de la responsabilidad estatal de garantizar la atención sanitaria.
Era otro de los puntos por los que masticaban bronca contra Rodríguez Larreta. Ayer, un informe de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SITA) confirmó que la ocupación de camas en las UTI del AMBA es del 95%. Por otro lado, el ministro de Ambiente, Juan Cabandié, reveló que el viernes, tres horas antes de dar su conferencia de prensa, el jefe de gobierno le pidió a la ministra de Salud, Carla Vizzotti, 60 respiradores porque ya tenía todos los propios ocupados. Una situación crítica por donde se la mire.
Como contrapartida a esta actitud poco responsable de la oposición, el Gobierno celebraba la llegada de vacunas. Más de un millón y medio entre las de AstraZeneca y Sputnik, a las que se agregaría un cargamento similar de la Sinopharm. Con eso se llegarían a superar los 11 millones de dosis. Bastante bien calculando que los adultos mayores, menores de 60 con enfermedades prevalentes y personal esencial suman 13 millones. Quedaría muy cerca y todavía no arribaron las dosis que se están envasando en México, cuyo principio activo se elabora aquí. "Si retomamos la actividad en dos semanas y nos acercamos a vacunar al personal esencial y mayores de 60, vamos a salir muy bien parados", argumentaban.