Escudados en la libertad de expresión, en el Diario Clarín recrudecen sus operaciones ante la cercanía de las generales del 14 de noviembre. En ese contexto, y con las ambiciones de todos los días, el periodista Fernando González le advierte al Gobierno que podría terminar como el de María Estela Martínez de Perón, cuando fue derrocada por la dictadura cívico-militar a cargo de Jorge Rafael Videla el24 de marzo de 1976.
Más allá de que Clarín haya apoyado y alentado las dictaduras cívico-militares y, también y más groseramente, hayan negado el plan sistemático de exterminio que incluyó la tortura y la desaparición forzada de personas y la apropiación de bebés, al mal llamado "gran diario argentino" todavía le queda tinta para seguir ensuciando la Historia.
Para Fernando González, "el peronismo está atravesando un fenómeno único en su historia. Y ni siquiera la decadencia del Partido Comunista Soviético registró un deterioro semejante". Así arranca el periodista una hipótesis imposible de argumentar que termina por proponer lo que la mayoría de los argentinos no querríamos volver a experimentar que incluye el terrorismo de Estado para garantizar el funcionamiento del plan económico de la derecha que sólo garantiza derechos para quienes están adentro de una copa que nunca llega a derramarse.
Recordemos que el Grupo Clarín fue uno de los grandes beneficiados de la dictadura más destructiva que atravesó la Argentina y que, por intereses en común, contó con el apoyo y la militancia de sus diversos medios en circulación.
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"La gran incógnita para estos dirigentes es cómo harán para recrear la gobernabilidad cuando se conozca el resultado electoral del 14 de noviembre. Una nueva derrota, mucho más si es por guarismos superiores a los de las PASO, agigantará la debilidad del Presidente y la del Gobierno", sugiere pasando por alto que los comicios todavía no llegaron y que las encuestas que están manejando son las propias del Grupo Clarín.
Como era de esperarse, citó al propio jefe de Gobierno porteño y rockstar de los medios hegemónicos, Horacio Rodríguez Larreta, para dar sustento a la debilidad del gobierno de Alberto Fernández con señales a las claras antidemocráticas en torno al consenso necesario para los desafíos venideros: la negociación de la deuda que el expresidente Mauricio Macri contrajo para fugarla a cuentas offshore.
Pero como para Clarín la naturaleza de los eventos no es tal, insistieron: "Sabiendo cuántas miradas están posadas sobre sus pasos futuros, Rodríguez Larreta fue el primero en hacer pública su negativa a cualquier acuerdo post electoral". "'No se puede acordar nada con dirigentes que hoy están a tiro de cacerolazo', dramatiza otro opositor que vio de cerca la tragedia del 2001", agregan.
Tras plantear una incomprobable tensión entre el nuevo jefe de Gabinete de ministros, Juan Manzur, y la dupla presidencial, hacia el final de la columna, la amenaza sobre un posible regreso de lo más sangriento que atravesó nuestra historia se hizo ver sin sutilezas.
"El problema para este peronismo es que podría tener que experimentar en dos semanas el calvario de gobernar debilitado. El único antecedente similar, aquella agonía institucional de Isabel Martínez después de la muerte de Perón en 1974, terminó de la peor manera", lanzó González.
"El kirchnerismo celebra en su liturgia miope el relato fantasioso de los 49 días de Héctor J Cámpora. Pero jamás se atreve a hacer revisionismo para evitar los horrores de lo que vino después. Esos últimos veinte meses de una Argentina en caída libre hacia el abismo de muerte y de atraso del que todavía no podemos escapar", concluyó.