El Gobierno porteño avanzará este jueves con un proyecto que buscará privatizar los terrenos actualmente comprendidos en la zona frente a Aeroparque, desde Costa Salguero a Punta Carrasco. Según informaron desde la bancada oficialista a El Destape, esperan conseguir cerca de 31 votos favorables para aprobar la normativa. Desde la oposición se mostraron en contra de este proyecto, sobre todo entendiendo que la administración de Horacio Rodríguez Larreta "profundiza una política de privatización del suelo y carece de una política de vivienda" que se refleja en un importante déficit habitacional en el distrito.
Victoria Roldán, titular de la comisión de planeamiento urbano y legisladora de Cambiemos en la Ciudad, dijo a El Destape que el "proyecto es una modificación de la norma urbanística como resultado de un concurso nacional en el que se presentaron mas de 100 propuestas y donde el jurado incluso hizo algunas observaciones para mejorarlo". Aseguró que "es un cambio de paradigma en la gestión de estas tierras, donde estamos recuperando el acceso al río, respetando la ribera de una manera integrada a la Ciudad y buscando su propia mixtura de usos". Además, agregó que "el proyecto de densificación se piensa sobre una avenida, que tiene accesibilidad e infraestructura, liberando la ribera y promoviendo el acceso al disfrute de la costa a todos los vecinos y vecinas de la Ciudad".
El proyecto otorga capacidad constructiva permitiendo levantar en 7,5 hectáreas del Sector 5 un conglomerado de edificios con alturas que irán hasta los 29 metros, con calles internas, y un espacio público que culminará sobre la ribera, publicó Página 12. En el Sector 4, donde se proyectan espacios para actividades diurnas y nocturnas de esparcimiento, deportivas, culturales, comerciales, recreativas, gastronómicas y un helipuerto, se permitirán edificaciones de hasta 12 metros de altura.
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Desde la oposición, sin embargo, la visión no es optimista. El diputado del Frente de Todos, Matías Barroetaveña, aseguró que "privatizar el acceso al río es la peor decisión que puede tomar la Ciudad" y añadió que "por un lado se afecta un área sensible al cambio climático, y por otro, se sigue con la venta de tierras que desde la llegada el macrismo al gobierno ya alcanza la superficie de un barrio como San Telmo". Se trata de las ventas hechas entre 2009 y 2019 y que alcanzan las 150 hectáreas.
El legislador analizó que "en una ciudad que tiene un déficit habitacional enorme, con más de 300 mil personas viviendo en villas, hacinamiento y 35% de inquilinos, el gobierno de Larreta profundiza una política de privatización del suelo y carece de una política de vivienda".
Por su parte, Santiago Roberto, compañero de bancada, le dijo a El Destape que desde el Gobierno porteño "buscan realizar uno de los tantos negocios inmobiliarios a lo que ya nos tiene acostumbrado la administración de Horacio Rodríguez Larreta. Quieren construir un barrio náutico con edificios de hasta 29 metros de altura, donde estaban los predios de Punta Carrasco y Costa Salguero, cuando esa zona está prevista como un espacio para que los vecinos y vecinas de todos los barrios se acerquen al río".
Por eso, el legislador advirtió que "si este proyecto es aprobado se va a convertir en una barrera de cemento que terminará afectando a todos los porteños y porteñas. Además, usan de pretexto la pandemia para hacer los convenios urbanísticos porque dicen que lo recaudado será destinado para atender la emergencia sanitaria. Pero eso es una simple excusa ya que el total de lo recaudado no representa el 0,1 por ciento del presupuesto de la Ciudad".
La década vendida
Un informe realizado por el Equipo de Política Urbana del Diputado Matías Barroetaveña detalla que el Gobierno porteño autorizó la enajenación de más de 149 hectáreas entre 2009 y 2019 "para promover grandes proyectos urbanos de carácter privado a partir del fraccionamiento de grandes extensiones de tierras públicas vacantes, la comercialización de las parcelas resultantes bajo nuevas normas urbanísticas, la construcción de edificios de alta categoría y la posterior venta de los inmuebles a usuarios de elevado poder adquisitivo".
Esos grandes proyectos urbanos estuvieron orientados a "la transformación de ciertas áreas estratégicas, que se emplazan en un entorno favorable y de alta rentabilidad pero que habían quedado relegadas por los usos funcionales de otras dinámicas económicas, para adaptarlas a los requerimientos de acumulación y consumo". Operaciones que promovieron "la mercantilización de los terrenos, mediante la venta de tierras públicas a grandes desarrolladores, generando ganancias exponenciales a través del mercado inmobiliario" y fomentaron "las dinámicas de especulación inmobiliaria, consolidando a la vivienda suntuosa como reserva de valor y profundizando el déficit habitacional de la Ciudad".
El proceso de enajenación se profundizó durante la presidencia de Mauricio Macri y la gestión de Larreta en territorio porteño con "un a aceleramiento de la cuestión, posibilitada por transferencias de suelo, acuerdos urbanísticos y operaciones entre ambas jurisdicciones".
Para facilitar el análisis y la distinción entre ambos períodos, procedieron a quitar, los terrenos autorizados a enajenar en el período 2009-2015, unas 50 hectáreas de carácter periurbano que el GCBA autoriza a enajenar en el partido de Ituzaingó mediante la Ley 4740. La diferencia entre ambas gestiones es notoria. De hecho, "casi un 20% mayor a la superficie del Barrio de San Telmo (1,24km2)".
La política oficialista, explicaron en el informe, va por el camino contrario al de saldar la problemática del déficit habitacional porteño. Según los datos del Censo 2010, el déficit habitacional cuantitativo de la Ciudad era del 6,3% de los hogares (IVC, 2019), alrededor de 71.919 unidades habitacionales.
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