La CGT realizó este martes el acto por el Día del Trabajador. Fue en el club Defensores de Belgrano. La central obrera pidió reducir la jornada laboral a 6 horas. Además, llamó "irresponsables" al ex presidente Mauricio Macri y al diputado y pre candidato presidencial, Javier Milei, por proponer una dolarización. Pablo Moyano fue el gran ausente.
“Basta de irresponsables que hablan de dinamitar todo o un poco”, dijo Héctor Daer en alusión al ex presidente y al candidato libertario. Por otro lado, pidió “militar el triunfo del peronismo” y advirtió: “Ni un tranco de ventaja a la derecha que viene por nuestros derechos”.
Además, la CGT convocó a "tener memoria y cuidar la democracia"; condenó que "el eje de campaña de algunos sea la reforma laboral" y llamó a "sentar las bases para que exista una alianza permanente entre la producción y los trabajadores". A la vez, en un documento, se opuso a que "el descontento sea terreno fértil para los antisistema".
Por su lado, el sindicalista Carlos Acuña (gremio estaciones de servicio) hizo un balance del acto y destacó: "Fue muy positivo, estuvo casi la totalidad de la CGT apoyando el acto, tenemos que empezar a tener respuesta de los partidos políticos. Hablan de reforma laboral y no dicen cuál es la propuesta concreta. Ninguno la supo hacer, ninguno sabe qué artículo quieren reformar, un presidente que no está más dijo que iba a terminar con la industria del juicio, tendría que terminar con los abogados y la justicia, no lo entiendo".
Entre los Moyano, Pablo no estuvo pero sí se subió Hugo, su padre, al escenario. Sobre la ausencia del líder de Camioneros, Acuña expresó: "Si no estuvo por algo fue, lo sabe él, él participó de la organización del acto".
Quien envió un mensaje tras el acto fue Sergio Massa. Desde Brasil, el ministro de Economía escribió: "Me hubiese gustado mucho acompañar a los trabajadores en este día para transmitirles mi compromiso de trabajar juntos en la estabilización de la economía y la recuperación de los salarios", afirmó el tigrense y se disculpó por no haber podido ir.
"La tarea me llevó a Brasil para trabajar en la consolidación de la relación económica y comercial con nuestro hermano país", siguió Massa. Y cerró: "No va a faltar oportunidad para otro encuentro para compartir juntos el debate sobre el futuro del trabajo en un mundo que nos sorprende todos los días. Un fuerte abrazo con la convicción de creer en una sola clase de hombres, los que trabajan", concluyó en modo peronista.
La CGT se metió en el tema Fondo Monetario Internacional. "Es urgente una rediscusión de plazos y pautas de las condiciones sobre los servicios de la deuda comprometidos con el FMI", reclamó en el documento al que titularon "Estamos a tiempo".
Además, la centro obrera exigió detener "la escalada de pérdida del poder adquisitivo salarial y de distorsión de precios por efecto de la inflación y de la apropiación de rentas extraordinarias por parte de los grupos concentrados"; requirió "consensos superadores" y demandó un modelo económico-social basado en "la producción e impulsor de una economía real que, asumiendo la globalización, estimule la generación de trabajo con derechos y la inversión no especulativa y favorezca la exportación de productos con valor agregado".
Asimismo, exhortó a recuperar la cultura del trabajo como horizonte "transformador y democratizante" y sostuvo que los precarizados y quienes conviven con un mercado cada vez más excluyente merecen oportunidades más allá de la subsistencia con un plan social.
"Argentina debe integrarse al debate del futuro del trabajo de manera moderna e inteligente. Hay que discutir los medios de producción y las formas de un capitalismo predatorio, con énfasis en los recursos estratégicos al servicio del ser humano, su desarrollo y realización. El mundo discute un nuevo contrato social como contracara de modelos de negocio rentísticos que procuran involucionar hacia el precapitalismo", afirmó.
Para la CGT, el progreso es sinónimo de evolución, y dijo que hay que discutir la fundamentación social del trabajo, porque "no es posible repartir la escasez que ordena un modelo basado solo en métodos concentradores de riqueza, por lo que es preciso distribuir más equitativamente los frutos de la productividad y concebir los derechos de los trabajadores no como privilegios sino como los cimientos de una sociedad más justa".