El presidente, Alberto Fernández, encabezó este martes la apertura de la VII Cumbre de la CELAC en Buenos Aires con un discurso en el que repudió a la "derecha recalcitrante y fascista" que "pone en riesgo la democracia".
"La democracia está definitivamente en riesgo. Después de la pandemia vimos cómo los sectores de la derecha se ponen de pie y amenazan a cada uno de nuestros pueblos. No debemos dejar que la derecha recalcitrante y fascista ponga en riesgo la institucionalidad de nuestros pueblos", expresó el mandatario al hablar frente a las delegaciones representantes de 34 países, entre ellos más de una decena de jefes de Estado, que se reunieron en el hotel Sheraton de Retiro.
"Lo vimos primero con el golpe en Bolivia (en 2019), que solo duró un año. Lo vimos cuando la locura invadió las calles de Brasilia (el pasado 8 de enero). Lo padecimos sistemáticamente en Argentina cuando alguien intentó matar a nuestra vicepresidenta (Cristina Kirchner). Esto no lo podemos permitir", agregó Fernández.
Aunque en ningún momento mencionó a Jair Bolsonaro directamente, el presidente argentino pidió un aplauso por el regreso de Brasil a la CELAC luego de haber sido retirado por decisión del antecesor de Lula da Silva. "Una CELAC sin Brasil es una CELAC mucho más vacía", afirmó.
En un racconto de su tarea al frente del organismo multilateral durante el último año como presidente pro témpore, Alberto Fernández revindicó haber pedido en otros foros internacionales "el fin de los bloqueos que algunos países latinoamericanos aún padecen". "Cuba lleva un bloqueo de más de seis décadas y es imperdonable. Venezuela padece otro tanto", precisó ante la mirada del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y del canciller venezolano, Yván Gil Pinto, quien vino en representación de Nicolás Maduro.
"Tengo la tranquilidad de haber puesto a América Latina en el lugar que merece, y de decirle al norte que mientras vuelan misiles (en referencia a la guerra en Ucrania) en el sur padecemos hambre".
También destacó haber planteado mundialmente los compromisos y problemas del Caribe y no solo los de América Latina, "que son distintos", afirmó. "El Caribe, además de problemas como la deuda, tiene el problema adicional del cambio climático", dijo, y aclaró que llevó esta cuestión a foros como el G20 y el G7.
Por último, Fernández resaltó que "la oportunidad de unir a la región es un imperativo que se impone sobre nosotros". "El mundo ha tenido cambios. Post pandemia la globalización no funciona como funcionaba. La globalización dejó en evidencia las carencias del sistema económico", señaló, y criticó que "el 1% más rico tenga la misma riqueza que el 40% más pobre".
"Ayer con Lula da Silva pudimos avanzar en la relación bilateral entre Argentina y Brasil y así debemos avanzar con todo el continente. Es un esfuerzo que vale la pena porque tiene que ver con el progreso de nuestros pueblos", cerró el Presidente.