Diez días atrás se desató un escándalo en torno a la diputada macrista, Carolina Píparo, quien reconoció públicamente haberse reunido con uno de los dos jóvenes atropellados, I.C., en una casa quinta y allí le ofreció ofrecieron $2 mil, un par de zapatillas y un celular.
El joven, que en la madrugada del 1 de enero pasado, fue atropellado por Juan Ignacio Buzali, marido de Carolina Piparo, confesó ante la Fiscal que sus abogados, Juan Beluardo y Juan Manuel Fontana “lo llevaron a un encuentro clandestino con la funcionaria en una casa quinta”. Producto de ello afirmó que había “perdido la confianza” en sus letrados y les recovó el poder de representación.
Este miércoles a las 11 de la mañana, en la sede de fiscalía, en 54 entre 6 y 7, el joven ratificará todo sus dichos ante la fiscal de la UFI 17, María Eugenia Dilorenzo. Estará presente su nuevo defensor, Pablo Cuomo.
La reunión con Carolina Píparo
En la primera declaración de I.C., en la que el joven revocó a Beluardo y a Fontana, señaló que los veía “más preocupados en defender la imagen de la Diputada Píparo que mis derechos, con lo cual solcito, ambos se abstengan de representarme en cualquier sede tribuna licia”. En ese sentido, detalló que lo llevaron a “un encuentro clandestino y a escondidas y desconociendo el motivo de tal reunión con la señora Píparo, que el encuentro, se realizó en una casa quinta de la localidad desconociendo la ubicación exacta de la misma”.
“De dicho encuentro participó un masculino que dijo ser el hermano de Carolina Píparo. Luego de mucho pensar y, pese a mis escasos 17 años, entiendo que dicho encuentro debería haberse llevado a cabo en la Oficina de Asistencia a la Víctima de la ciudad de La Plata”, relató la víctima haciendo referencia al segundo cargo de Piparo, quien también es directora municipal de la oficina mencionada.
Durante la reunión, y tal cual figura en la declaración ante la Justicia, “me siento muy mal por haber aceptado los dos mil pesos que me entregó en mano la Señora Píparo, los cuales oportunamente se los reintegraré”. I.C. confesó que, “si bien seré joven, inexperto, sin dinero, pobre, no soy un delincuente para tener que andar encontrándome a escondidas con la esposa de quien fuera el victimario de los hechos”.
Además relató que “me pidieron que difundiera o comentara dicha reunión, induciéndome a mentir, que la Señora Piparo, mujer de mi victimario, y quien a las 6 horas del hecho que se investiga (doble tentativa de homicidio) salió por los medios de comunicación nacional a acusarme de ladrón”.