La investigación por la desaparición forzada de Facundo Astudillo Castro incorporó cinco testimonios que los abogados de Cristina Castro consideran relevantes para reforzar su única hipótesis y certeza: la Policía Bonaerense está involucrada en la desaparición del joven.
“Los cinco testimonios fueron clarísimos”, dice Leandro Aparicio, abogado de Cristina Castro, en diálogo con El Destape. Son dos amigos que estuvieron con Facundo la noche anterior a que saliera de Pedro Luro rumbo a Bahía Blanca, y tres personas que reiteraron en su declaración haberlo visto en la ruta nacional 3 cuando lo subían a un patrullero.
Uno de los amigos que declaró es a quien Facundo le envió un último mensaje de texto, el 30 de abril minutos después de las 20. “Amigo, estoy sin señal y batería en un rato te llamo”, decía el texto. Nunca lo hizo. “Dale, avisá cualquier cosa”, le respondió. Al día siguiente, el amigo le escribe a Facundo y ya no tuvo respuesta.
“Es el único mensaje de SMS que mandó Facundo en su vida. No era él porque no escribía así. Y después el teléfono aparece en Bahía Blanca, es de manual”, explica Aparicio.
En su declaración testimonial, el joven advirtió que Facundo no enviaba mensajes de texto. Siempre se comunicaba a través de WhatsApp o llamaba por teléfono. Otro dato que le resultó extraño: Facundo nunca le decía “amigo”, sino “Chachi”. La pregunta es: si no fue Facundo, ¿quién envió ese mensaje de texto?
El otro amigo que declaró ante la fiscalía fue el primero en realizar la denuncia en la comisaría. Ahí le dijeron “ya va a aparecer”. La segunda vez que lo llaman a declarar, según contó, anotaron su testimonio en un “papel de rotisería”. Los dos amigos que estuvieron con Facundo en las últimas horas del 29 de abril declararon que no creen que haya desaparecido por su cuenta.
Otros tres testimonios, una mujer y dos hombres, aseguran que el 30 de abril a las 15.30 vieron el momento en que dos policías suben a Facundo a una camioneta policial blanca y negra, por la puerta trasera, a pocos kilómetros del acceso principal a Mayor Buratovich. Reconocieron al joven porque lo conocían del pueblo, donde vivía con su madre, en Pedro Luro.
Estos testigos son centrales para la querella desde fines de junio, cuando se comunicaron con la mamá de Facundo para contarle los detalles de lo que vieron, y le advirtieron que en la comisaría de Pedro Luro no quisieron tomarles la declaración.
Luego de varias semanas y ante la insistencia de los abogados, el fiscal abrió los libros de guardia de la comisaría de Mayor Buratovich. Es la documentación que esperan para identificar a los dos policías que, según los testigos, subieron a Facundo a la camioneta policial.
“Pedimos los libros hace cuatro semanas. Recién ahora van a escanear todo y en los próximos días estarían los datos que necesitamos”, explica el abogado Aparicio.
El abogado Leandro Aparicio considera que el mismo 30 de abril comenzó la “maniobra de encubrimiento”, y tiene diagramada la secuencia de hechos y contradicciones de la fuerza policial, además de las irregularidades en la investigación, según contó a El Destape.
Los testimonios fueron recibidos de manera virtual el jueves y viernes de la última semana por la Procuraduría de Violencia Institucional (PROCUVIN), por pedido de la fiscalía federal de Bahía Blanca, con la participación de los querellantes. El lunes continúan las indagatorias.
Cristina Castro y sus abogados cuestionan el trabajo del fiscal federal Santiago Ulpiano Martínez. “Hay situación increíbles. Les da identidad reservada a testigos que no corren ningún riesgo y manda autos de la Policía Federal en un pueblo para notificar a los testigos que respaldan nuestra hipótesis, los manda al frente”, dijo Aparicio.
La querella trabaja para incorporar en la investigación al instructor Marcos Herrero y su perro Duke para buscar rastros de Facundo en lugares que tienen marcados. “Estamos viendo cómo pueden mandar a Herrero con los perros y que nos dejen allanar la comisaría”, anticipó Aparicio.
Por otra parte, el viernes, un informe de una de las empresas de telefonía móvil pedido por la fiscalía determinó que dos antenas de la ciudad de Bahía Blanca detectaron algún tipo de señal del celular de Facundo Castro el 30 de abril. Las antenas están ubicadas sobre la ruta 3 y en proximidades del polo petroquímico bahiense.
"Yo sigo insistiendo lo mismo: es el teléfono y no mi hijo. Mi hijo sigue sin aparecer", dijo Cristina Castro en declaraciones radiales. Sus abogados aseguran que esa información no garantiza que Facundo haya estado en Bahía Blanca.
Esta semana, peritos de la Policía Federal Argentina (PFA) comenzaron el análisis de los teléfonos celulares secuestrados a efectivos de la Policía Bonaerense. También se realizaron rastrillajes con agentes de fuerzas federales en operativos ordenados por la Justicia Federa. Los resultados fueron negativos.
El viernes, la madre de Facundo Castro difundió un video en sus redes sociales en el que le solicita a la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, que traslade a Bahía Blanca a “gente de su confianza” para investigar, y que “desplace a la Policía Federal y al fiscal”.
“Por favor ponga cartas en el asunto. Esto no puede seguir así, estoy cansada de luchar contra un sistema corrupto. Gracias”, dijo Cristina Castro.
Frederic se refirió a la desaparición de Facundo Castro: “Nosotros no podemos descartar ninguna hipótesis”, dijo. El jueves, en su presentación ante la Comisión de Seguridad y Narcotráfico del Senado, la ministra consideró que “la hipótesis de que la responsabilidad fue de la Policía de la Provincia de Buenos Aires no puede ser descartada”, pero dijo que “todas las líneas de investigación tienen que sostenerse hasta que alguna de ellas se caiga”
La ministra de Seguridad nacional destacó que ya se realizaron peritajes sobre vehículos pertenecientes a la policía bonaerense “pero todavía no pasaron a la instancia de laboratorio, por lo cual hay que esperar”.
Hace más de 80 días que nadie sabe nada de Facundo. El jueves 30 de abril por la mañana, salió de su casa en la localidad de Pedro Luro, en el sur bonaerense, rumbo a Bahía Blanca con la intención de recomponer la relación con su ex novia. Salió a dedo por la ruta nacional 3. Nunca llegó y fue visto por última vez con vida por agentes de la Policía Bonaerense. Su familia y los organismos de Derechos Humanos exigen la aparición con vida.
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