Karina Milei gana poder y protagonismo en esta etapa de Gobierno. Con Javier MIlei solo abocado a cuestiones económicas (y espirituales), la agenda política quedó en manos de su hermana, de su mano derecha, Santiago Caputo, y del ministro de Interior, Guillermo Francos. Por eso, en medio del debate por la ley Bases, la Secretaria General de Presidencia recibió en su despacho en Casa Rosada a diputados del PRO.
El jefe de la batuta amarilla fue Cristian Ritondo, quien se reunió a solas un rato antes con Karina Milei. Luego llegaron el resto de los legisladores amarillos. Cayeron Silvia Lospennato (junto a Ritondo, ambos felicitados por el Presidente por avanzar con la ley en la cámara baja), Damián Arabia, Silvana Giudici, Martín Maqueyra y Hernán Lombardi.
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A ellos se sumaron el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, el subsecretario de Gestión Institucional, Eduardo "Lule" Menem, el jefe de bloque de La Libertad Avanza en Diputados, Gabriel Bornoroni, y el titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda, José Luis Espert. Javier Milei no pasó por la reunión. Tampoco estuvo Santiago Caputo. Apenas Francos pasó a saludar.
La agenda de la reunión
Desde ambos lados descartaron que fueran a armar un interbloque o que la reunión haya sido para pactar ese hecho. El encuentro sirvió para que el PRO le marque la cancha al Gobierno sobre la agenda parlamentaria que le interesa avanzar luego de la ley Bases.
Boleta única, los votos de los argentinos en el exterior, ficha limpia y los llamados "proyectos Bullrich" como la baja de imputabilidad, la ley anti mafias y modificaciones en condenas, son los que puso el PRO arriba de la mesa de Karina. "Queremos seguir insistiendo con lo que se quedó afuera de la ley ómnibus original, muchos de esos proyectos ya tienen estado parlamentario", afirmó Hernán Lombardi a El Destape a la salida del encuentro. En off, un diputado amarillo contó a este portal que "Karina aceptó todo".
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También fue tema clave de la reunión la ley Bases. En ambas partes están confiadas en que saldrá aunque con modificaciones y ya se preparan para la estrategia en Diputados cuando lleguen esos cambios desde el Senado.
"Van a tener que conseguir dos tercios en los cambios porque sino la ley va a salir así como está", explicó una fuente del Gobierno a este portal. Es que la oposición necesita imponer las modificaciones con una mayoría especial, que son dos tercios de la cámara: 48 senadores. Porque de ser así, para que el oficialismo rechace los cambios en Diputados debe conseguir esa misma mayoría. Si la oposición impone cambios en el Senado sólo con mayoría simple (la mitad más uno), en Diputados el milei-macrismo tiene los votos para rechazar esas modificaciones. Ritondo desde Casa Rosada, en diálogo con El Destape, adelantó: "Si los cambios son consensuados con el Gobierno, nosotros apoyaremos. Si no, no".
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