Tras la muerte de Lucas, el joven futbolista de Barracas Central baleado por la Policía de la Ciudad, se suspendió la reunión que el presidente Alberto Fernández iba a tener con la madre del chico. Iba a ser hoy a las 19 en la Casa Rosada, pero desde Presidencia informaron a El Destape que el encuentro hoy no se hace. "Haremos lo que la familia disponga", agregaron.
El ataque policial ocurrió el miércoles cuando los cuatro jóvenes salían de un entrenamiento y fueron interceptados por un vehículo, en el cual iban policías de la Ciudad de Buenos Aires de civil, tras lo cual se produjo el ataque: tres disparos dieron en el auto y Lucas recibió un tiro en la cabeza.
El joven fue trasladado desde el Hospital Penna, de Parque Patricios, al Hospital El Cruce, ubicado en la avenida Calchaquí 5401, de la localidad bonaerense de Florencio Varela. Desde El Cruce informaron que el joven ingresó con "deterioro neurológico agudo secundario a herida penetrante, aparentemente causado por un proyectil de arma de fuego. Ingresa en grave estado crítico recibiendo soporte artificial de funciones vitales".
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El chico estuvo internado en el área de Admisión del paciente crítico del Hospital. "Permanece mecánicamente ventilado con apoyo hemodinámico y medidas de soporte vital". Según informó la agencia estatal Télam, los tres policías de la Policía de la Ciudad que participaron del episodio fueron apartados de las tareas operativas en la fuerza y les iniciaron un sumario administrativo.
Según denunció el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), LG "tiene 17 años y está peleando por su vida. Ayer, integrantes de la Policía de la Ciudad le dispararon en la cabeza. Lucas y sus amigos iban en auto y fueron interceptados. Como los policías no estaban identificados, pensaron que se trataba de un robo. Quisieron escapar y los policías les dispararon. La familia denuncia que les plantaron un arma de juguete para encubrir el hecho.
"La intervención de brigadas sin identificación era una práctica de la vieja Policía Federal. En la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires las fuerzas policiales parecen estar acostumbradas a disparar primero y averiguar después", afirmó en un comunicado.