Aunque parezca insólito, una vez más, la diputada bonaerense de Juntos por el Cambio y actual secretaria de Asistencia a la Víctima del municipio platense, Carolina Píparo, volvió a victimizarse tras haber sido ella, en condición de acompañante, y su marido, Juan Ignacio Buzali, quienes chocaron y arrastraron a dos jóvenes durante cuadras, los abandonaron e intentaron darse a la fuga.
A pesar de estar preso su marido por tales delitos, la funcionaria pública escribió en su cuenta de Twitter y afirmó: “Si algunos pensaron que politizando una causa me iban a callar, se equivocaron. Estoy más fuerte que nunca y tantas muestras de apoyo y cariño que me siguen llegando, me fortalecen aún más. Voy a seguir trabajando para que la seguridad sea un derecho de todos”.
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Además, agregó que “estos días son muy difíciles de transitar porque la inseguridad y la ausencia absoluta del Estado volvieron a golpearme a mí y a mi familia, también transitar este momento sin mi marido al lado lo hace más difícil aún. Pero esto no me doblega”. De esta forma, Píparo se revictimizó y omitió, una vez más, hablar del choque que protagonizó y por el cual su marido está detenido.
Sobre la detención manifestó que “destinaron un número desproporcionado de efectivos para detener a Juan (que con un simple llamado bastaba para que se presente ante la DDI), cuando la Provincia está desamparada, con escasez de agentes, con miles de delincuentes liberados y otros que entran y salen en un día”. En ese sentido, también omitió una de las líneas de investigación relacionadas a una posible “obstrucción a la justicia” y “entorpecimiento” de la misma, debido al cargo de diputada bonaerense y secretaria de Asistencia a la Víctima que posee y del cual hizo uso desde el 1 de enero.
Sobre las críticas recibidas y el repudio social, sentenció: “Con respecto al proceso judicial que involucra a Juan Ignacio, mi marido, más allá de lo que yo piense, siempre estuvimos y estamos a disposición de la Justicia. Aunque dolorido por el tratamiento de la situación, él también es una persona fuerte, hemos pasado momentos peores. No me rindo. Todo lo contrario. Esta persecución política hacia mi persona, mientras mi único rol fue el de sufrir un asalto, lejos de asustarme me vuelve más fuerte para seguir luchando por la provincia y el país que merecemos”.
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