Kelly Olmos, quien en las próximas horas asumirá como ministra de Trabajo, fue recibida con más reservas que elogios dentro del movimiento sindical. En las últimas horas fue objeto de cuestionamientos no solo del ala izquierdista de la CTA sino también de los sectores más cercanos al kirchnerismo. Por parte de la CGT, no hubo un comunicado al respecto. En términos individuales, Pablo Moyano dijo no conocerla y destacó como rasgo negativo haber formado parte del menemismo. En cambio, Andrés Rodríguez (UPCN) salió a hablar en su defensa, pero el resto de "los gordos" se mantuvieron en un silencio expectante.
Junto con Victoria Tolosa Paz en Desarrollo Social y Ayelén Mazzini en el Ministerio de Mujeres, Olmos fue confirmada oficialmente el último lunes por Alberto Fernández en el nuevo recambio de Gabinete tras las salidas de Elizabeth Gómez Alcorta (Mujeres), Claudio Moroni (Trabajo) y Juan Zabaleta (Desarrollo Social).
Hasta ahora vicepresidenta del Banco de Inversión y Comercio Exterior tuvo una amplia trayectoria en el PJ de la Ciudad de Buenos Aires y fue también consejera nacional del partido e integrante de sus equipos técnicos. Se trata, por lo tanto, de un cuadro que proviene del ámbito porteño, área fuerte del Presidente y llegará al Gabinete básicamente con su respaldo.
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El contexto en el que Olmos asumirá su tarea es de suma complejidad. Deberá afrontar la delicada tarea de negociar con urgencia las paritarias para evitar que siga cayendo el salario real mientras la inflación no baja del 7% mensual y más de un sindicato pide aumentos por encima del 100%.
También tendrá que decidir si otorga algún mecanismo extra para la recuperación de los ingresos como un bono o una suma fija. Para eso, necesitará coordinar su agenda con el ministro de Economía, Sergio Massa, quien hasta ahora demoró tanto este punto como la posibilidad de generar un gran acuerdo de precios y salarios que involucre a empresarios y gremios. Y, además, deberá revertir la imagen que dejó Moroni en la cartera, quien se fue debilitado ante los cuestionamientos abiertos del kirchnerismo, la negativa a reabrir paritarias en el contexto inflacionario y la dificultad en la resolución de conflictos como el del sector neumático, todos los cuales afectaron su relación con los gremios.
Las respuestas del sindicalismo a la designación de Kelly Olmos
En este contexto, la designación de Olmos fue cuestionada desde distintos sectores del movimiento sindical. Uno de los dirigentes que apuntó en su contra es Pablo Micheli, titular de la CTA. "La conocía de épocas atrás, cuando estuvo con el gobierno de Menem y no sabía que tuviera conocimiento del mundo laboral", sostuvo en diálogo con El Destape, y agregó: "Ya habíamos quedado afuera con Moroni que respondía más a las empresas que a los trabajadores. Ahora nos pasa de nuevo".
Pero el nombramiento de la ministra no solo tuvo detractores en el sector izquierdista, sino también de parte de dirigentes gremiales cercanos a Cristina Kirchner. Hugo Yasky, titular de la CTA de los Trabajadores, se quejó al afirmar que "nosotros no fuimos consultados sobre este cambio y solemos serlo, por lo menos era lo que esperábamos". Además, dio a entender que prefería el nombramiento del exministro Carlos Tomada, otro de los que sonaban para el cargo: "Pongo como ejemplo a Tomada porque tuvo una gran gestión", dijo a Radio 10.
Daniel Yofra, titular del gremio de aceiteros y cercano a Sergio Palazzo (La Bancaria) y a la Corriente Federal de Trabajadores, también salió a poner sus reparos por Olmos. "No me lo esperaba. Pensaba que iba a ser el viceministro (Marcelo Bellotti) ya que estuvo con mucha participación en los últimos conflictos. Me parecía que era lo más lógico", afirmó a El Destape. "Inicia su gestión en un momento muy complicado, donde hay una alta conflictividad, donde no hay mucha perspectiva. Si tenía aspiraciones a hacer un gran mandato, lo va a tener muy complicado", agregó con crudeza.
Dentro del sector no kirchnerista de la CGT, quien sí elogió el nombramiento de la ministra es el titular de UPCN, Andrés Rodríguez. "No hay oposición a la designación de la nueva Ministra. La compañera Olmos tiene una larga militancia peronista y está muy bien conceptuada en el movimiento obrero. Personalmente, no tengo ninguna objeción", afirmó Rodríguez en declaraciones a la radio AM750, y aclaró: "Con los compañeros que he hablado, pares míos de la CGT, de ninguno encontré una actitud negativa". De todos modos, los secretarios Generales de la CGT Héctor Daer y Carlos Acuña no salieron a hablar hasta el momento y no atendieron las llamadas de El Destape.
Otro de los sindicalistas que la defendió fue Jorge Sola, Secretario General del Sindicato del Seguro, quien afirmó que conoce a "Kelly" por su militancia y respaldó la decisión del Presidente de haber elegido a la nueva funcionaria consultando solo con su círculo íntimo. "A Kelly la conocemos de su militancia, de su carácter técnico, como economista y además su relación con el gremio es fluida", consideró Sola en diálogo con Radio Mitre. Y agregó: "Entendemos que en los momentos en que se decide un funcionario el Presidente tiene las facultades de decidir por sí mismo y junto a sus sectores más cercanos".
En un principio desde el moyanismo duro guardaron por ahora un sugestivo silencio. Luego de varias horas, Pablo Moyano, el tercer triunviro cegetista y segundo de Camioneros, se pronunció públicamente. Por ahora, cerca suyo ratificaron que pedirá un 131% de aumento en la reunión paritaria de este miércoles y marcará así pauta de las cifras que deberá negociar la nueva ministra.