"En lo que tengo que pensar es en los cambios de pañales", respondió el presidente Alberto Fernández para esquivar una definición sobre posibles modificaciones en su gabinete, algo con lo que se vino especulando los últimos días. Uno de los involucrados en los rumores es el ministro de Economía, Martín Guzmán, a quien el Presidente recibió el domingo en Olivos a su vuelta del viaje a Brasil. El ministro dijo anoche que obtuvo de Fernández todo el respaldo -"es una obviedad", afirmó-, pero dio a entender que se podrían producir cambios en el área al deslizar que "gestionaremos con gente esté alineada con el programa económico". Funcionarios de la Casa Rosada confirmaban que las modificaciones estaban en estudio y que se anunciarían en algún momento entre Semana Santa y el 25 de mayo, una vez que el Presidente tome una decisión.
En su tono diplomático, Guzmán dio a entender que una de las causas de la inflación es la poca credibilidad en un programa y que la falta de un apoyo político claro "da lugar a incertidumbres". Una crítica a quienes lo critican. En la entrevista a C5N respondió que su continuidad como una lógica porque "hay un trabajo con el Presidente que está dando resultados". En la conversación surgió el nombre del secretario de Comercio, Roberto Feletti, quien la semana pasada responsabilizó a la política económica como la principal causa de las subas de precios y que él era poco lo que podía hacer ante eso. Guzmán coincidió en parte con el análisis, pero subrayó que "acá hay un programa económico y ese es el rumbo". Para luego añadir que seguirán trabajando con los que estén de acuerdo. "Todos juntos tirando para el mismo lado", afirmó.
De esta forma, el ministro de Economía buscó pasar de apuntado a apuntador. Habrá que ver si la estrategia le resulta efectiva. Funcionarios de diálogo frecuente con el Presidente confirmaban que están en discusión algunos cambios de funcionarios. Justamente, hablan de "reordenar la gestión" y "fortalecer la autoridad presidencial". Entre otras cosas, que no se repitan cuestionamientos públicos como ocurrió en el caso de Feletti y en otros casos de funcionarios alineados con Cristina Kirchner, como los que revistan en el área de energía. Esto no significa, aclaraban, echar a referentes kirchneristas sino invitar a irse a quienes no compartan el rumbo de la gestión. "No se puede estar dos años con funcionarios que salen a criticar lo que hacen los ministros y resisten sus órdenes", comentaban cerca del Presidente.
Con todo, en la breve entrevista que concedió con motivo de su paternidad, Fernández dio a entender que pronto prodría producirse un contacto con la vicepresidenta Cristina Kirchner que serviría para calmar el clima interno. "En lo único que podría trabajar es en la unidad", respondió el Presidente, quien insistió en la necesidad de mantener fuerte al Frente de Todos para evitar el retorno de la derecha a la Casa Rosada en 2023. Fernández pareció poner paños fríos a la ansiedad por decisiones inminentes.
“Si las diferencias son en términos de miradas distintos sobre las políticas que se tengan que aplicar para mejorar la distribución del ingreso en la Argentina, a mí me parece que son subsanables. Nadie en el Gobierno, ni el Presidente ni ninguno, quiere una distribución del ingreso más regresiva. Después hay que encontrar, y la que más sabe de todo esto es Cristina, cuáles son las decisiones de política económica que permitan avanzar", señaló el ex ministro Agustín Rossi en diálogo con El Destape Radio. Rossi aparece en todas las especulaciones sobre posibles arribos al Gobierno, dado el buen diálogo que rearmó con Fernández, quien ya le ofreció volver a tener un despacho en la Casa Rosada como su asesor. Rossi le dijo que no, pero sí viene actuando como un vocero oficioso. “Soy de los que creen que el Gobierno no tiene que entrar en un debate público con compañeros del mismo espacio. El Gobierno tiene que hablar con la gestión”, resaltó.
Los gobernadores peronistas, que vienen acelerando sus encuentros en busca de que su voz sea tenida en cuenta, coinciden en la necesidad de que Alberto y Cristina retomen su vínculo, que se hagan cambios en el elenco de funcionarios y que se trace un rumbo definido para el año y medio que queda de gestión. El Presidente conversó en estos días con varios de ellos y prometió tener en cuenta su punto de vista. Quedan por delante días que pueden ser decisivos para el Frente de Todos.