Envalentonados por el resultado de las elecciones 2021, Juntos por el Cambio abandonó la pretensión de arrebatarle la presidencia de Diputados al oficialismo pero buscará avanzar con ocupar las cabeceras de las comisiones más importantes y sumar integrantes a las mismas para tener mayor poder de fuego y bloquear las pretensiones del Gobierno. En medio de definiciones que arrojarán los nombres de las nuevas autoridades de bloques e interbloques en el Congreso, Cambiemos apuntará a reeditar el fantasma del Grupo A que en 2009, tras una derrota en las urnas del kirchnerismo, conformaron los distintos espacios de la oposición para realizar una jugada similar.
Desde el radicalismo y el PRO adelantaron a El Destape que Juntos por el Cambio propondrá ocupar las presidencias de comisiones aún no definidas. Dentro del mapa de adivinanzas, en la lista de posibilidades están, en Diputados, la de Justicia o Asuntos Constitucionales, tal vez Relaciones Exteriores, Seguridad y Educación, por mencionar algunas que se barajaron. Una suerte de punteo de los temas que encabezaron la campaña opositora y que intentarán capitalizar en el Congreso. En el Senado la pretensión será similar
Sin embargo, aclararon que no tocarán las de Presupuesto y Legislación General o la de Acuerdos en la Cámara Alta, por ejemplo. Ir por las importantes pero no todas para dejar que las principales queden en manos del Gobierno. Eso lo subsanarán con el pedido de incrementar la cantidad de legisladores en las distintas comisiones. Con esa jugada, podrían lograr tener mayoría en algunas para avanzar con ciertos dictámenes.
Sobre esta avanzada, Agustín Rossi, que encabezó el bloque del Frente de la Victoria en tiempos del Grupo A, explicó en El Destape Radio que una construcción semejante tiene el objetivo de generar trabas o intento de trabas al Gobierno nacional pero aclaró que la tradición parlamentaria estipula que el oficialismo es el que debe encabezar las comisiones más importantes y que los números no acompañarán en la cruzada a Juntos por el Cambio.
La ejecución del poder ganado con las elecciones, ya sea con la presidencia de Diputados o con la posesión de comisiones, fue uno de los temas debatidos el lunes en la reunión de la mesa nacional de la alianza. Respecto al primer punto, los números no les dan. El Frente de Todos continuará siendo mayoría, al menos con los números de hoy. En relación al segundo, la propuesta para presidir comisiones todavía está en análisis y no saben si podrán conseguirlas.
Autoridades
Otra definición que no tuvo una resolución y gozará de algunas semanas más para afinar detalles, la de las autoridades de los bloques e interbloques. En Diputados, Mario Negri no perdió su oportunidad de seguir presidiendo Juntos por el Cambio. Desde el radicalismo no lo negaron y desde el PRO lanzaron la posibilidad de un consenso para ratificarlo por su experiencia legislativa. Pero el camino no será fácil.
El radicalismo, fanático de las internas, tendrá la propia en ese juego de ajedrez. El sector de Martín Lousteau, contento y enaltecido por la victoria, prefirió apelar a la bandera de la negociación y aseguró que Negri, en caso de reelegir, tendrá muchos condicionamientos porque varios quedaron enojados con él por su acercamiento a Mauricio Macri en la campaña cordobesa. Acusaron que el diputado de la UCR no fue al búnker de Luis Juez y Rodrigo De Loredo pero que sí estuvo en el del macrismo en Costa Salguero. Cerca de Negri retrucaron que no lo dejaron participar, como compañía, de la carrera a las urnas.
Por el lado del PRO, Cristian Ritondo podría mantener su puesto como presidente del bloque pero también es uno de los nombres que sonó para encabezar el interbloque. Alguno ya adelantó, sin embargo, que Elisa Carrió lo vetó para ese puesto. La palabra de la titular de la Coalición Cívica, como la del resto de las figuras, será respetada y pesará en la mesa de decisiones. El espacio de la fundadora del ARI todavía no decidió si Juan Manuel López continuará como jefe de los lilitos.
Más allá de eso, el PRO tendrá que enfrentar un problema en las próximas semanas. Con la vuelta de Emilio Monzó a Diputados, aparecerá un nuevo bloque que, estimó un dirigente opositor, se llevará legisladores macristas. Sin embargo, todos seguirán dentro del gran universo de Cambiemos pero el espacio que fundó Macri podría perder volumen a los ojos de sus aliados.
Decidan lo que decidan, algo se dejó en claro. Actualmente no hay motivaciones para la ruptura y buscarán llegar a un consenso interno a cada bloque y al interbloque a la hora de nombrar autoridades, en Diputados y en el Senado. Sin embargo, no descartaron alguna suerte de ruptura en caso de tensar ciertas votaciones. Rupturas dentro del PRO, de la UCR o de la Coalición Cívica pero no de Juntos por el Cambio. Una posibilidad tal vez más certera, según analizó un dirigente, en Diputados que en el Senado, probablemente con el radicalismo como el protagonista principal.
En stand by quedó la inclusión de Javier Milei y José Luis Espert. El rol de los libertarios en Diputados no se mostró del todo claro e incluso un referente opositor interpretó que podrían sentir cierta incomodidad al pasar a pertenecer al sistema. De momento, no hay quórum para una integración formal, ni en el Congreso ni en la alianza.