"Una mala solución para un problema que no tenemos", definió con ironía un diputado del Frente de Todos el proyecto de Boleta Única de Papel que la oposición consiguió dar media sanción anoche en la Cámara baja por 132 votos contra 104 rechazos y cuatro abstenciones. Ante los muchos problemas urgentes que atraviesa el país y que el Congreso podría encarar, los bloques opositores se unieron para debatir este otro, que pareció más que nada pensado para provocarle una derrota al oficialismo que puedan ir a festejar en los medios afines. Al mismo tiempo, desde el avión que trasladó la comitiva presidencial a Los Ángeles, trascendió la certeza de que el Frente de Todos no contaba con los apoyos suficientes para aprobar la propuesta que grava la ganancia inesperada de las empresas, presentada esta semana por el presidente Alberto Fernández y el ministro Martín Guzmán. Las dificultades del Ejecutivo para generar un liderazgo político fuerte se trasladan también al Congreso.
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Para más, desde la oposición buscaron darle un tono épico a la media sanción de anoche en Diputados, como si fuera una vuelta de página en la historia institucional del país. El dato repetido es que el Interbloque Federal de Roberto Lavagna y del gobernador cordobés Juan Schiaretti se suma al macrismo a la hora de impulsar iniciativas y prácticamente nunca apoyan una propuesta del Gobierno, pese a que Marco Lavagna está a cargo del Indec y que el propio ex ministro de Economía comparte tertulias con el Presidente en Olivos. Es más, desde sectores de Juntos por el Cambio se entusiasmaron propagando la idea del nacimiento de una "nueva mayoría", una especie de nuevo Grupo A dedicado a obstruir al máximo la acción del Ejecutivo y -por qué no- tal vez forzar una salida anticipada del poder.
Por ahora, la Cámara de Senadores continúa actuando como dique de contención a la avanzada opositora. En la bancada del Frente de Todos aseguraban contar con poder de fuego para bloquear la iniciativa, incluso en las comisiones. Es decir, antes de que llegara siquiera al recinto. Sin embargo, un dato que arrojó el debate en Diputados fue que los dos representantes de Juntos Somos Río Negro y el del Movimiento Popular Neuquino terminaron votando de manera positiva, actitud que seguramente copiarán sus senadores. Además, tres integrantes del bloque de senadores Frente de Todos -los peronistas Camau Espínola (Corrientes), Edgardo Kueider (Entre Ríos) y Carlos Snopek (Jujuy)- presentaron en algún momento proyectos de boleta única, lo que generaba inquietud. Al menos, debía asegurarse un bloque compacto de rechazo en el oficialismo.
"Si necesitás dos o tres votos, ya sea para que voten a favor o para que no te voten en contra, se supone que hacés algo para conseguirlo. Eso es una cosa del Gobierno que desalienta", comentaban en el Senado. En esta ocasión, no sólo el Interbloque Federal votó unánimemente por la boleta única sino también partidos provinciales que suelen votar aliados al oficialismo. El Ejecutivo parece débil para acercar voluntades. Lo mismo quedó expresado al dejar trascender, ya antes siquiera de iniciar el tratamiento en comisiones, que la iniciativa que grava la renta inesperada -con la que Economía anunció que espera recaudar 120 mil millones de pesos- no cuenta hoy con los apoyos suficientes.
En la cuenta del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa -sumado a último momento a la comitiva para la Cumbre de las Américas-, ya hay 131 legisladores en rechazo a la propuesta. El número era muy parecido al que terminaron votando este miércoles a favor de la Boleta Única, lo que daría pie a la idea del nuevo Grupo A que promueve la oposición. Había quienes en el oficialismo se preguntaban si no sería que, en verdad, era Massa quien no estaba muy convencido de respaldar el proyecto elaborado por Guzmán.
"Hay que salir a dar las peleas que hagan falta, no podemos darnos por perdido de antemano porque así no vamos a convencer a nadie", reflexionaban en un despacho de la Cámara Alta. Son muchos los proyectos del oficialismo que están paralizados y otros que parecen predestinados a recorrer el mismo camino. Por ejemplo, el de reforma de la Corte Suprema, que no apoya Schiaretti pero tampoco el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti. La iniciativa que vienen trabajando en conjunto el Poder Ejecutivo y 16 gobernadores del oficialismo se iba a presentar este jueves en el Congreso, pero anoche, a última hora, no había noticias al respecto.