En una reunión que comenzo a la tarde y se prolongó en una cena, el bloque de diputados de Unión por la Patria mantuvo la unidad y renovó el mandato como jefe al santafesino Germán Martínez. Luego de unas pocas deserciones, la bancada finalmente quedó conformada, en principio, por 105 legisladores y será la más numerosa de la Cámara baja, por lo que tendrá la llave para el tratamiento de todos los proyectos, arrancando por la ley ómnibus que el lunes enviará Javier Milei en su primer día como presidente. Para evitar rupturas, consensuaron crear dentro de la bancada una "mesa federal" que tendrá la representación de todos los espacios y serán atendidos los requerimientos de los legisladores del interior.
Pese a la implosión que generó dentro de las coaliciones el triunfo de Milei, en las bancadas principales se optó por mantener el espíritu de unidad hasta que la situación se aclare. Ocurrió en el PRO y en la UCR, también en UP. Se sabía que había tres diputados salteños que responden al gobernador Gustavo Sáenz que habían decidido formar un bloque aparte con los partidos provinciales gobernantes de Misiones, Neuquén y Río Negro.
Por otro lado, estaba la amenaza de los llamados "sin tierra": legisladores del interior que no responden a ningún gobernadores, que evaluaban armar un sub bloque aparte para hacer su voz más potente. Uno de ellos es el jujeño Carlos Snopek, quien viene de hacer algo por el estilo en la Cámara de Senadores. Pero la ruptura se contuvo con la promesa de la mesa federal donde las demandas serán escuchadas y funcionará de manera equilibrada respecto a la habitual preponderancia de los representantes bonaerenses.
Justamente, una característica de Martínez -un dirigente cercano al jefe de Gabinete Agustín Rossi- es su buen diálogo con todos los sectores. Integrantes del bloque contaban el acompañamiento del santafesino del trabajo de todos los legisladores, muchas veces participando de reuniones de comisiones de las que él no forma parte. Ese desempeño lo colocaba como favorito para la renovación, situación que quedó facilitada con el apoyo que le dio Máximo Kirchner para que continuara en la función. Se rumoreaba que Sergio Massa también intervino para evitar rupturas y que el bloque se mantuviera unido.
Una primera prueba de la solidez de la coalición se verá muy pronto, con el tratamiento de la ley ómnibus que Milei enviará al Congreso para iniciar el debate en comisiones. Una discusión muy compleja dada la cantidad de temas que incluirá. Los diputados que representan a los gobernadores se presume estarán más dispuestos a negociar cuestiones con el gobierno nacional, atentos a la necesidad de que se tenga en cuenta la situación de las provincias, urgidas de alguna fórmula de compensación a los recursos perdidos por los cambios impositivos. En cambio, los diputados del kirchnerismo y los de extracción sindical ya anticiparon una resistencia activa al ajuste como se discutió el lunes en la sede de la CGT.
Germán Martínez fue elegido candidato a diputado este año, así que le quedan cuatro de mandato. Al frente del bloque mayoritario, tendrá mayor margen de maniobra para discutir lugares de poder -pedirán la vicepresidencia primera de la Cámara- y más presidencias de comisiones. Con una lógica similar, luego de muchos tironeos internos, la bancada del PRO quedó unificada con la presidencia de Cristian Ritondo y la UCR en la de Rodrigo de Loredo. Cada uno reclamará los lugares que entiendan que le corresponden por proporcionalidad. Luego, para separarse habrá tiempo de sobra.