Por el momento, no se percibe que el Frente de Todos tenga asegurada la sanción en la Cámara de Diputados del recién anunciado proyecto para gravar la renta inesperada -que prepara el ministro Martín Guzmán e ingresará en unas semanas-, ni el que apunta a que la deuda con el FMI la paguen quienes fugaron los dólares -que aún se discute en el Senado-. Tampoco la reforma del Consejo de la Magistratura aunque éste, de todos modos, ya parece envuelto en un embrollo judicial. Lo cierto es que el oficialismo puede contar por lo general con los legisladores de partidos provinciales y poco más. Juntos por el Cambio acostumbra adelantar su rechazo incluso antes de conocer cualquier propuesta del Ejecutivo mientras que desde el Interbloque Federal que orientan Roberto Lavagna y Juan Schiaretti y del FIT siempre encuentran algún motivo para no acompañar. Los últimos casos, pese a su direccionamiento, no son la excepción.
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"Se está buscando el piso de consenso más alto", comentó el jefe del bloque del Frente de Todos, Germán Martínez, respecto a la iniciativa que permitirá solventar el bono para trabajadores informales, monotributistas, trabajadoras de casas particulares y jubilados. Martínez habló de una "gama de grises" dentro de la oposición que le permitiría conseguir votos con algún retoque, por lo que no representaría un problema sino una ventaja que el proyecto se demorara todavía un par de semanas. "Como máximo tienen 127 votos", aseguraban desde una bancada opositora. Es decir, faltarían dos para la media sanción.
En el oficialismo creían que si a esta altura faltaban sólo dos votos había que dar la aprobación por hecha dado que será difícil para algunos legisladores aparecer en defensa de un grupo de empresas poderosas y en contra de que millones de personas reciban un bono que compense lo perdido por la inflación de las últimas semanas. "Estamos tomando una mínima situación de renta inesperada por parte de un grupo muy minúsculo que, en una situación global muy compleja donde los precios de alimentos y energía han cambiado radicalmente sus valores y han generado procesos de ganancias inesperadas, estamos viendo si una mínima parte lo volcamos para los sectores mas vulnerables", detalló Martínez en declaraciones a El Destape Radio.
"Es absolutamente razonable", insistió Martínez. Y parece difícil no coincidir. Sin embargo, desde los diferentes bloques opositores adelantaron rechazos a la propuesta. Desde Juntos por el Cambio porque sostuvieron que no votarán ningún nuevo impuesto. "Manden propuestas para bajar el gasto", sostuvo Luciano Laspina, referente económico del macrismo. "La Argentina no soporta un impuesto más a la producción", dijo el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, varias horas antes de que se hiciera el anuncio en la Casa Rosada. Desde el Interbloque Federal también plantearon sus diferencias. "Este proyecto de Guzmán es una vergüenza, sabe que no se va a aprobar. ¿Por qué no le pone un impuesto a los bancos que ganan con las tasas de Lelics o a los fondos especulativos que ganaron con la bicicleta financiera durante el gobierno de Macri", sostuvo el jefe del interbloque, Alejandro "Topo" Rodríguez. "Hay que apoyar a los más vulnerables sin penalizar a los mismos de siempre”, sostuvo Carlos Gutiérrez, referente de los tres cordobeses de Schiaretti.
Sin el acompañamiento de estas dos bancadas, el Frente de Todos debe esperar conocer la actitud que tomarán desde el interbloque Provincias Unidas -son cuatro diputados de Rio Negro y Misiones cercanos al oficialismo- y los cuatro diputados del Frente de Izquierda, que aún no se pronunciaron pero hay que presumir que acompañarán. "Dejame ver el proyecto, yo no lo conozco", respondió anoche Myriam Bregman en una entrevista. Tan finito todo que los que quedan "sueltos" -dos diputados santacruceños, dos socialistas santafesinos y un neuquino- pueden terminar por definir el financiamiento para una ayuda social tan importante para millones de personas.
Pero las perspectivas son parecidas para los otros proyectos en discusión. También el que apunta a que la deuda externa se pague con fondos evadidos se topa con los rechazos opositores en la Cámara baja. "Si son evasores hay que caerles con la AFIP. A los que fugaron, que son cinco bancos como ya reconoció el propio Mauricio Macri, hay que ir a buscarlos", anticipó Topo Rodríguez. El FIT, en este caso, avisó que se opondrá porque la deuda es ilegal y no debe pagarse, contradiciendo lo que decía hasta hace unas semanas cuando proponía "que paguen los que la fugaron". En fin, Germán Martínez no la tiene fácil y cada proyecto del Frente de Todos necesitará de un fino trabajo de suma de apoyos, aún los que parece que no necesitarían ni una explicación.