Juntos por el Cambio anticipó la actitud que mantendrá en el Congreso durante este año de paridad extrema. Tras el llamado a sesiones extraordinarias, la oposición no cuestionó la convocatoria pero sí las temáticas, sobre todo la urgencia o poca urgencia de algunos proyectos y la ausencia de otros, propios de su agenda, que ya salieron a enumerar en redes sociales, la nueva gacetilla política. Este jueves habrá una reunión de jefes parlamentarios para delinear la postura y las solicitudes que, en general, girarán en torno a cuestiones que publicitaron en la campaña electoral 2021. Respecto a las iniciativas enviadas por el Ejecutivo, las definiciones se construirán ley a ley, con los correspondientes debates en comisiones, aunque algunas partirán con saldo negativo.
La oposición convocó a la mesa del interbloque para delimitar la postura que tomarán a partir del 1 de febrero, cuando comenzarán las extraordinarias. En principio, según informaron fuentes parlamentarias a El Destape, marcarán la necesidad de trabajar otros proyectos en el cronograma legislativo, muchos de los cuales formaron parte de la campaña y ya fueron llevados al recinto como moneda de cambio cuando el Frente de Todos quiso debatir Etiquetado Frontal en 2021, una sesión que se cayó por falta de quórum. El llamamiento a sesiones fuera del período ordinario, así como la elección de los textos a tratar, corresponde al Ejecutivo y de ahí la jugada cambiemita de no marcar la “falta de consenso” en la construcción del listado sino la exclusión de ciertas cuestiones.
Dentro de las aspiraciones cambiemitas están la modificación de la ley de alquileres sancionada durante la pandemia, sentido en el que también avanzó el oficialismo cuando confirmó, el año pasado, la intención de introducirle cambios a la normativa que estipula contratos por tres años y aumentos anuales en vez de semestrales. La oposición también solicita el tratamiento del proyecto de Ficha Limpia que busca establecer que ninguna persona con causas de corrupción pueda acceder a ningún cargo electivo. Además, propone el debate de la boleta única para poder implementarla en las elecciones del 2023. Una agenda a la que se le sumaron, y la demanda estará presente a lo largo del año, cuestiones vinculadas al esquema impositivo y la seguridad.
Respecto a los 18 proyectos que elevó Fernández, las posutras serán diversas. En principio, la firma del Consenso Fiscal ya tiene el rechazo de Ricardo López Murphy, un hombre clave para el resultado electoral opositor en la CABA. El pacto contó con la adhesión de todos los gobernadores salvo el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, dado que la Ciudad impulsa acciones judiciales contra la Nación por la quita de coparticipación.
Otro de los temas que generará cruces será la modificación de la composición del Consejo de la Magistratura, órgano que designa y sanciona jueces. Cuando en diciembre la Corte Suprema declaró inconstitucional la ley que redujo el número de miembros de 20 a 13, el Gobierno envió un nuevo proyecto para incrementar el equipo de 13 a 17. Según comentó una fuente del radicalismo disidente en Diputados, están de acuerdo con debatir la modificación pero no van a acompañar el proyecto porque tienen “otros lineamientos”.
Desde el bando de la derecha liberal, Javier Milei anticipó su postura con mensajes replicados en las redes sociales, donde mostró que para él el Consenso Fiscal sólo buscará subir impuestos y que el proyecto del Consejo de la Magistratura será para manejar la Justicia. Para José Luis Espert, en tanto, de las 18 iniciativas sólo una es urgente, la del Consejo de la Magistratura y cuestionó que “el resto de los temas no son para extraordinarias y es grave la omisión del acuerdo con el FMI en el temario”. Además, se explayó sobre otro texto, el de fomento a la agroindustria, al que definió como “un mamarracho total” porque “el campo no necesita eso sino: derechos de exportación en 0%, libertad absoluta para exportar y disponer de sus divisas, eliminación de la tasa de red vial, eliminación de todos los controles y trabas”.
En un Congreso polarizado en ambas Cámaras, el rol de la oposición será clave para el avance de cualquier proyecto, sobre todo a la hora de dar quórum para habilitar el debate. Luego, con abstenciones o ausencias, podrían no sumar votos negativos y permitir la sanción de algunas normas, pero también trabar otras en caso de, como sucedió con el Presupuesto, encolumnarse tras el rechazo.
En ese contexto, en JxC todavía no se definieron lineamientos generales en torno al temario de extraordinarias. No está claro si habrá apoyo a proyectos vinculados a la producción y rechazo al Consenso Fiscal y Consejo de la Magistratura, podría haber grises. “Hay que discutir los temas en comisión. No se trata sólo de adherir o no a la iniciativa del Ejecutivo”, dijo un diputado radical a este medio.
Desde el Senado, en tanto, no se mostraron sorprendidos con el listado de iniciativas a tratar en extraordinarias, argumentaron que el Gobierno es el encargado de la convocatoria y adelantaron que la postura opositora se construirá ley a ley, todavía sin una discriminación trabajada. El período extraordinario se extenderá del martes 1 de febrero al 28 del mismo mes, al día siguiente comenzará el ordinario.