El Frente de Todos porteño terminará de definir sus listas muy posiblemente este lunes, con la confirmación que el legislador Leandro Santoro encabezará la boleta de candidatos a diputados y Carlos Heller irá por la reelección en el tercer lugar de la nómina. Resta definir cómo se ubicarán las candidatas mujeres y el orden de la boleta de legisladores locales. Con Juntos por el Cambio con sus postulantes ya conocidos, la última encuesta que acercó una consultora que suele realizar trabajos para el peronismo validó la posibilidad de arrimarse al 30% y ganarle un diputado al macrismo en su principal distrito.
Luego de la última charla que mantuvo con el presidente Alberto Fernández, Santoro comenzó a moverse como virtual candidato. No sólo sumó apariciones mediáticas sino que se preocupó en realizar actividades con dirigentes de la ciudad como el senador y presidente del PJ Capital, Mariano Recalde, como para cerrar cualquier susceptibilidad de cara a la competencia de 2023. Más allá de las aspiraciones personales de cada dirigente, la prioridad es que el Frente de Todos porteño haga un buen papel en la CABA, punta de lanza del proyecto presidencial del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Recalde formará parte de las reuniones que arrancarán este lunes, lo mismo que el asesor presidencial Juan Manuel Olmos y el titular del Suterh, Víctor Santa María, dos de los referentes del distrito. El presidente Alberto Fernández y el jefe de bloque de diputados, Máximo Kirchner, terminarán de dar su consentimiento al armado. El segundo hombre de la boleta y tercer candidato está decidido que sea Heller, a quien el Presidente y Máximo destacan por su labor al frente de la comisión de Presupuesto de Diputados.
La candidata
En cuanto al segundo lugar, que corresponde a una mujer, el nombre que había trascendido era el de María Rosa Muiños, vice del PJ Capital y esposa de Olmos, quien va por su segundo mandato como legisladora y no puede reelegir. Pero Olmos preferiría que el lugar reservado a su sector político sea para legislador local y no para diputado nacional, así que lo de Muiños quedó en veremos. Igual no lo descartaban.
Al Presidente le interesa llevar en un lugar destacado de lista a Cecilia Nicolini. Le parece una manera de destacar los millones de vacunas que llegaron al país, tarea en la que la asesora presidencial cumplió un rol fundamental. Máximo Kirchner, en tanto, cree que el Frente de Todos debería buscar capitalizar la sanción del aborto legal, por lo que es de la idea de destacar a la ministra de las Mujeres, Eli Gómez Alcorta. Hay dirigentes porteños que pensaban igual y, en su momento, sondearon a la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, pero ella rechazó el convite.
Se mandaron a hacer encuestas. Cualquiera de las tres - Muiños, Nicolini y Gómez Alcorta- podrían secundar a Santoro en la boleta. Y no son las únicas. También hay quienes insisten que Gabriela Cerruti debería renovar, pero la actual diputada asegura que dejará la política para poner un bar desde donde alentar "la revolución de las viejas", como promueve. Otra diputada que tiene que renovar mandato es Gisela Marziotta, pero su nombre suena más como posible cabeza de lista de legisladores porteños. Habrá que esperar. Para la lista local suenan para ir por un nuevo mandato Juan Manuel Valdés y Victoria Montenegro. El economista Matías Tombolini, vicepresidente del Banco Nación, aspira a una candidatura en nombre del massismo.
La campaña
Juntos por el Cambio desactivó una PASO que prometía sangre. A María Eugenia Vidal ahora le colocaron como sparring al ex ministro Ricardo López Murphy, un veterano de mil derrotas. Más moderada que Patricia Bullrich, en algún momento se evaluó si Santoro era el mejor candidato para enfrentar a Vidal. Finalmente se concluyó que sí lo era porque el legislador se luce más en territorio enemigo, justamente en los estudios de televisión en los que Vidal se paseará durante la campaña.
Desde que Mauricio Macri se impuso en 2007, el PRO acumuló una cantidad de victorias impactante en CABA. Sin dudas que las perspectivas para el Frente de Todos se presentan complicadas, pero en la dirigencia porteña aseguraban que para las primarias de septiembre todavía faltaba un trecho. "Vamos a ir a votar en otro clima. La mayoría de la gente va a estar vacunada, incluyendo los chicos con problemas de salud. Ya va empezar a hacer un poco de calor, probablemente se puedan dar clases normalmente. La economía también va a repuntar por las reaperturas y porque el Gobierno va a ayudar a que se recupere el salario", sostenía con optimismo uno de los posibles integrantes de las listas.
También le apuntarán a Vidal, que no es precisamente una novedad para un distrito en el que fue funcionaria y vicejefa. Esta semana, el legislador Valdés recordaba aquel caso de 2011, cuando Vidal como encargada del área social se negó a entregar viviendas a personas con discapacidad que vivían en la calle, que debieron llegar a la Corte Suprema para acceder al beneficio.
Los números
Una última encuesta aterrizó esta semana en los despachos oficiales. Si bien ratificó el predominio del macrismo, mostró al Frente de Todos bien posicionado para cumplir el objetivo de ganar un diputado. Tiene la ventaja de renovar una floja elección como fue la de 2017, en la que Juntos por el Cambio consiguió 10 diputados -sumadas las listas del macrismo y de Martín Lousteau- y el peronismo apenas tres.
En el apartado referido a fuerzas políticas, el sondeo le otorgó a Juntos por el Cambio el 44,3% contra el 27,4% del Frente de Todos. Muy atrás quedaron el espacio libertario de Javier Milei con el 6,6%, y la izquierda y el lavagnismo con menos del 3% cada uno. Cuando preguntaron por candidatos, las diferencias se mantuvieron. Vidal obtuvo el 37,4% y López Murphy el 8,8%, lo que sumado da el 46,2%. Santoro sacó el 29,8% y Milei el 6%.
En definitiva, si Santoro y el Frente de Todos rondan el 30%, como marcó esta encuesta, obtendrían cuatro bancas de diputados, una más de las que renuevan. Se la descontarían directamente al macrismo que podría perder un segundo diputado en manos de la derecha libertaria. No es un mal punto de arranque para una campaña que promete.