Un nuevo golpe sacudió la pequeña tranquilidad conseguida por Boca tras una semana compleja por resultados deportivos, disputas entre hinchas y jugadores y la salida del último DT. En ese contexto, en el club de la Ribera se encendieron las alarmas tras conocer que el Ejecutivo porteño envió a la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires un proyecto que puede complejizar los planes de la dirigencia liderada por Juan Román Riquelme para ampliar el aforo de La Bombonera, una de las principales promesas de campaña y que desvela, hace décadas, a todos los hinchas. Según denuncian, buscan que el estadio sea declarado como “patrimonio histórico” de CABA y consecuentemente, este no podría ser reformado. Qué dijeron las partes a El Destape.
Según se conoció en las últimas horas, la Comisión de Planeamiento Urbano presidida por Edgardo Alifraco –actualmente en La Libertad Avanza (LLA), pero persona muy cercana al macrismo, formando parte de las diversas gestiones de Mauricio Macri, Daniel Angelici y parte de la lista de Andrés Ibarra en las últimas elecciones (como vocal titular)– se reunió con la Comisión Especial de Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico para discutir un proyecto de ley en el que buscan incorporar una serie de inmuebles protegidos por la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente, existe un catálogo –conformado por 5 mil inmuebles– y el Ejecutivo comandado por Jorge Macri prevé sumar otros 4.276 “que poseen valores urbanísticos, ambientales, estético-arquitectónicos e históricos-testimoniales”, según expresaron.
El objetivo de esto es “obligar a todos los habitantes a ordenar sus conductas en función de su protección, como así también de aquellos elementos contextuales que contribuyen a su valoración”, señalan en un comunicado desde la Legislatura porteña. Legisladoras y legisladores consensuaron avanzar en el tratamiento del proyecto de ley que tendrá dos instancias, en el marco de la Modificación del Código Urbanístico votado en 2018 y que se actualiza cada cinco años: una primera, donde se hará una primera lectura con audiencia pública y una segunda, donde se votará. Además, se decidirán sanciones y punitorios mayores para quienes incumplan dicha ley.
Y entre ellos, está –nada más y nada menos– el estadio Alberto J. Armando de La Boca. Pero, ¿qué significa esto para la institución?
En diciembre pasado, cuando el máximo ídolo de la institución triunfó ampliamente en las elecciones presidenciales, se dio una importante puja política con la oposición representada por el candidato presidencial Andrés Ibarra y, por supuesto, la cara fundadora del partido amarillo, el propio Mauricio Macri. En medio de suspensiones y cautelares, con movilizaciones masivas de los hinchas y un gran malestar por la postergación de los comicios en varias oportunidades por la intervención de la Justicia, el macrismo le declaró la guerra al actual oficialismo mientras intentaba continuar al frente de la institución. “Hasta hace no mucho tiempo, algunos proponían demolerla”, apuntaron. “Es raro, la propuesta de Ibarra era justamente tirar abajo la Bombonera y hacer un estadio nuevo en Casa Amarilla”, añadieron.
Por eso ahora, ante la movida realizada por el Ejecutivo porteño, desde el Xeneize ven como –al menos– “sospechoso” el momento en el que deciden llevar adelante el tratamiento de dicho proyecto. El estadio ubicado en La Boca ingresó al “Catálogo Preventivo” en 2014 y durante la gestión de Daniel Angelici –uno de los dirigentes más cercanos al propio Macri–, nunca realizaron algún tipo de presentación para resolver la cuestión. A una semana de conocerse que la dirigencia actual se encuentra reuniendo los fondos para las obras que aumentarán el aforo (y pasar así de 54 mil personas a 80 mil, cercano al que actualmente tiene River), las sospechas internas quedaron a la vista.
Según reveló el periodista Federico Cristofanelli, días atrás, desde la institución de la Ribera “evitan dar cifras precisas, pero la inversión está muy por debajo de los 100 millones de dólares” cuando la construcción de un estadio nuevo –como pretendía el macrismo en medio de la campaña– rondaba entre los 300 y los 400 millones de dólares. ¿Cómo lo harán? Boca pretende ganar metros hacia arriba y evitar demoler las viviendas ubicadas en la calle Del Valle Iberlucea, teniendo en cuenta que los vecinos y vecinas no quieren vender; mientras que contaría con una estructura externa que sostenga una grada sobre la zona de los palcos. A su vez, montarían un techo para cubrir de forma parcial las tribunas y el campo de juego. Dicha obras, prevén, podría comenzar en 2025 o 2026; mientras el mandato de Riquelme culmina en diciembre del 2027.
En caso de que La Bombonera sea declarado como un “edificio de valor patrimonial”, ninguna dirigencia –ya sea la actual, liderada por el Último Diez o las predecesoras– podría realizar modificaciones o remodelaciones a la fachada del estadio sin que el Poder Ejecutivo porteño y la Legislatura de la jurisdicción den su aprobación. Y como la disputa entre el macrismo y el riquelmismo sigue vigente, a pesar del resultado en las elecciones, desde la institución de la Ribera creen que si esto ocurre, cualquier intento de reforma recibirá una respuesta negativa de parte del parlamento.
Frente a ello, fuentes de Boca señalaron a El Destape que trabajan diferentes alternativas para frenar este avance. Por un lado, analizan la exclusión de la protección al estadio y por el otro, buscan plantear que a La Bombonera le den “una categoría más baja, como tiene el Monumental” de Núñez, con recientes remodelaciones. Es decir, una categoría que permita a la dirigencia realizar modificaciones sin pedir autorizaciones especiales y evitando trabas administrativas adicionales del Gobierno de la Ciudad y así, cumplir con la máxima promesa de la campaña electoral. En esta línea, con el equipo legal del club presentaron un pedido oficial ante el cuerpo legislativo.
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Por su parte, en diálogo con este medio, desde la Legislatura porteña señalan están cumpliendo con una obligación legal y que todos los edificios anteriores a 1941 están dentro de este catálogo y no se trata de una medida puntual sobre La Bombonera. Además, sostienen que incluso en la actualidad el estadio tiene un nivel de protección por parte del gobierno de la Ciudad. Hay tres niveles posibles dentro de dicho catálogo: el Integral, que reconoce a inmuebles “de especial interés por sus altos valores histórico-culturales, arquitectónicos y urbanos” y que permite solo trabajos de preservación y restauración, siendo la más restrictiva; la Estructural que admite modificaciones interiores y tareas de mantenimiento en “inmuebles de carácter singular” por sus características arquitectónicas y con “valores histórico-culturales y urbanos” y por último, la Cautelar, que protege la fachada, permite intervención de interiores y ampliaciones de volumen ya construido reconociendo que su valor “es el de constituir una referencia formal y cultural del área”. En este último, está contemplado el Monumental.
“Este show no tiene sentido. Es probable que ésta ley ni siquiera llegue a la audiencia pública; puede llegar, pero a un nivel menor de protección que el que expresa el informe técnico. Así como está, yo no lo votaría, no le veo futuro. Los que politizan son los que dicen que no quieren política”, manifestaron a El Destape desde adentro del cuerpo legislativo. Más allá de esto sostienen que hoy la Bombonera tiene un grado de catalogación que es “estructural”, definido por el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales, y que es necesario “buscar un grado de protección para asegurar la continuidad de la Bombonera” y que ninguna dirigencia pueda decidir tirarla abajo sin consecuencias.
El comunicado oficial de Boca
Desde la institución azul y oro lanzaron un comunicado explicando la situación actual y detallando lo ocurrido en la reunión del miércoles 9 de octubre, donde el Ejecutivo planea incorporar al estadio entre los inmuebles protegidos. “Previamente, el martes 8 de octubre, solicitamos por nota la no inclusión de La Bombonera en el Catálogo mencionado, teniendo en cuenta nuestra intención y anhelo de ampliar su capacidad”, alertaron a través de redes sociales.
Si bien en el texto señalan que “dicha solicitud fue mencionada en la reunión del día miércoles, incorporándose en el acta nuestro requerimiento”, hasta el momento este medio pudo conocer que no hubo respuesta alguna y el proceso llevará un tiempo.
En esa línea, la dirigente de Boca asegura que trabajan de forma permanente para mejorar el estadio y sostienen firmemente que “la inclusión en el Catálogo referido, traería limitaciones para el desarrollo, dado que obliga a mantener la estructura original, impidiendo así ampliar su volumen”. Ante ello, la solicitud a la Legislatura es clara: que hagan lugar al pedido y no incluyan a La Bombonera, “para que de esta manera podamos seguir embelleciendo al club y al barrio de La Boca”, manifestaron.
Y sentenciaron: “Seguiremos trabajando con compromiso en defensa de los intereses del Club para que tengamos una Bombonera cada día más moderna, amplia y cómoda como nuestros hinchas merecen”.